Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser imputado por delitos criminales. Luego de semanas de polémica, finalmente “un gran jurado de Manhattan votó a favor de acusarlo formalmente», informó The New York Times.
No es el primer proceso legal que afronta el expresidente, aunque sí es de distinta naturaleza. Antes, cuando ocupaba la Casa Blanca, se enfrentó a dos procesos de destitución por parte del Congreso, ambos de los cuales quedó absuelto, ya que se determinó que no tuvo responsabilidad en estos.
Sin embargo, ahora la disputa será directamente en los tribunales por un pago que supuestamente hizo a una actriz porno a cambio de silencio. La imputación contra Trump se hará oficial en los próximos días luego de que el jurado escuchó —desde enero— pruebas y testimonios de testigos relacionados con la presunta transacción a Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.
La información trasciende justamente cuando el expresidente viene fortaleciendo su imagen rumbo a las elecciones presidenciales de 2024. Antes de esos comicios, suena como el favorito dentro del Partido Republicano para competir en primarias.
«Cacería de brujas política»
Trump tiene su opinión sobre la investigación y ahora imputación en su contra. Días antes de que trascendiera esta información, aseveró que se trata de una «cacería de brujas política que intenta derribar al principal candidato, por mucho, en el Partido Republicano» e insistió en que «no hizo absolutamente nada malo».
El exmandatario adelantó por esos mismos días que sería detenido el 21 de marzo y señaló al fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg por “mala conducta fiscal”. En detalle, el caso indica que Michael Cohen, quien fue abogado de Trump por años habría hecho un pago a Stephanie Clifford (verdadero nombre de la actriz) para que esta guardara silencio por la relación extraconyugal que tuvieron.
Este 30 de marzo el también empresario emitió un comunicado donde reitera el objetivo político de la imputación. «Esto es persecución e interferencia electoral al más alto nivel en la historia», sentenció.
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