Por Michael Mustapich – BLes.com

 Una historia de varios años atrás, y que muchos consideraban “leyenda urbana”, surgió nuevamente con fuerza luego de que un programa de  misterios de la TV coreana expusiera el tema. La trama, que tiene como protagonista a un miembro poderoso del PCCh, a su influyente mujer, y a una bella presentadora de la TV china, habla de amor, traición, misterio y del descubrimiento de un posible final macabro.

En los años 90’, Zhang Weijie era una reconocida periodista, presentadora del noticiero de la ciudad de Dalian y del exitoso programa literario “Sun Rain”. Su encanto y belleza no pasó desapercibida a la mirada de uno de los políticos más influyentes de China en esos tiempos, Bo Xilai, alcalde de la ciudad e hijo de uno de los pilares de la revolución comunista china, Bo Yibo.

Los rumores de los encuentros amorosos entre ambos se confirmaron con las declaraciones de Zhang anunciando su embarazo de ocho meses y afirmando que el niño es fruto de su relación con Bo Xilai, quien ya estaba casado con una de las más poderosas abogadas del país, Gu Kailai. El anuncio generó mucha polémica entre la gente y en las filas del PCCh. 

La reacción de la esposa del alcalde no se hizo esperar. Gu utilizó su influencia para difamar a la periodista en los medios locales, y ordenó al personal de seguridad pública que presionaran a Zhang Weijie para que renunciara. 

Miembros del personal de seguridad reportaron que la mantuvieron retenida secretamente en el hotel Dalian Nanshan, y que la periodista intentó varias veces suicidarse. 

Luego de esto, ya no se tuvo noticias de Zhang. Corría el año 1998.

Para limpiar cualquier trazo de la existencia de la periodista, toda su información, fotos, videos y su paso por el canal de TV fueron borrados de internet. Las fotos asociadas a su persona fueron cambiadas y parece que no corresponden a su verdadera apariencia. No fue suficiente su desaparición física, había que evitar que la gente la recordara.

Aun así, su imagen seguía viva en la mente de muchos.

Durante la exhibición de cuerpos plastinados “Body Worlds” en Estados Unidos en el 2012, se expuso el cuerpo de una mujer embarazada con su bebe dentro del vientre. La impactante escena despertó rumores sobre quién sería la dueña del cuerpo. El nombre de Zhang Weijing salió a la luz, y con esto una macabra teoría que le daría una respuesta a su extraña desaparición. ¿Podría ser este el cadáver de la periodista?

El Doctor Muerte

En 1977, el científico alemán Günther von Hagens, descubrió una técnica para la conservación de cadáveres que llamó plastinación, que consiste en extraer los líquidos y las grasas del cuerpo para luego fijarlos con una sustancia plástica. Estos adquieren cierta rigidez, son inoloros y perduran por varios años.

 A partir del año 1995, Hagens realizó exposiciones alrededor del mundo mostrando cuerpos humanos plastinados que atrajeron a millones de personas.

Para embalsamar a los cuerpos, el científico montó un centro de plastinación en la ciudad de Dalian, el Dalian Hoffen Bio-Technique. Bo Xilai, quien era el alcalde de la ciudad en ese tiempo (1993-2000), le concedió el permiso para instalarse y una tarjeta de ciudadanía honoraria. Según informes, quien estaba a cargo de la planta de procesamiento de cadáveres era Gu Kailai, la esposa del alcalde.

En ese tiempo, el régimen chino, bajo el mandato de Jiang Zemin, ex secretario del PCCh. comenzaba una brutal persecución contra los practicantes de la disciplina espiritual Falun Gong.

Bo Xilai, al pertenecer a la facción política de Jiang Zemin, siguió cuidadosamente sus órdenes y pronto miles de practicantes desaparecieron o murieron víctimas de la represión, lo que podrían haber constituido, como varios investigadores afirman, una fuente abundante de cuerpos para el macabro negocio de la exposición de cadáveres plastinados.

Cuando el cuerpo de la mujer embarazada apareció en la muestra “Body Worlds”, las coincidencias que apoyaban a los rumores se hicieron más fuertes.

Los rasgos faciales, la forma de la cabeza y la estatura concuerdan con las características físicas de Zhang Weijie. Lo mismo ocurre con el estado avanzado de gestación que muestra el feto en la exposición, que en el caso de Zhang era de unos 8 meses antes de desaparecer. El cuerpo de la mujer embarazada se expuso por primera vez en el 2002 aproximadamente, pocos años después del escándalo entre la periodista y el alcalde de Dalian.

Ante la creciente sospecha, el Dr. Hagens declaró:

 “La muestra de la mujer embarazada es el cuerpo de una mujer china que es cercana a mi esposa y fue donado por una familia en duelo”. 

Sin embargo, estas declaraciones no despejaron las dudas, sobre todo por no especificar el nombre y la procedencia del donante.

En los países donde se presenta esta muestra, las leyes no requieren conocer la procedencia de los cadáveres. Y no se conocen registros de la identidad y la forma en que murieron. Sin embargo, en 2004, Hagens fue obligado a retornar 7 cadáveres a China luego de admitir que podrían ser prisioneros ejecutados.

Genocida

Bo Xilai, quien juega un papel clave en esta historia, ha sido demandado por crímenes contra la humanidad en 30 países del mundo, y encontrado culpable en Australia, donde tiene pedido de captura.

Su participación directa en la persecución a los practicantes de Falun Gong lo vincula con la extracción forzada de órganos a personas en vida, y a la plastinación de cuerpos para exhibiciones, siguiendo las directivas del ex secretario del PCCh, Jiang Zemin, de “destruir físicamente a sus practicantes”

Bajo su mando, primero como alcalde y luego como gobernador de la provincia de Liaoning, se construyeron prisiones y centros de detención como el famoso campo de trabajo forzado “Masanjia” donde miles de practicantes sufrieron torturas y fueron víctimas del tráfico de órganos.

Hoy, Bo Xilai, purga una condena perpetua por los cargos de soborno, corrupción y abuso de poder. A pesar de la condena, el sistema judicial no reconoció las atrocidades cometidas durante su mandato.

Gu Kailai, la esposa de Bo, fue condenada a cadena perpetua por la muerte del empresario británico Neil Heywood. Ni sus dotes como abogada, ni la ayuda de su marido la ayudaron a escapar de la prisión.

Zhang Weijie, con su historia de amor y tragedia, tal vez pueda ser recordada una vez más como la popular presentadora de TV. Y por qué no…con el deseo de verla aun con vida.

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