Fuente: Minghui.org

(Continúa de la Parte 1)

Dado que las distintas dinastías favorecían diferentes colores, no se puede afirmar que el rojo sea el color tradicional de las festividades. La dinastía Shang fue un buen contraejemplo. En aquella época, la gente consideraba el rojo como el color de la sangre y la muerte y lo reservaba para los funerales.

El color del vestido de novia en la antigüedad también variaba. Según la época, podía ser negro, blanco, verde, rojo u otros. Rara vez ocurría que tanto la novia como el novio en la antigüedad vistieran de rojo el día de su boda como hoy. Incluso si se usaba el rojo, era solo para uno de ellos, no para los dos. Esto se debe a que un hombre y una mujer son diferentes, y las personas en la antigüedad eran muy cautelosos al respecto.

Otro ejemplo son las coplas que se utilizan como adorno para el Año Nuevo Chino. Han pasado por una larga historia antes de convertirse en lo que vemos hoy. Al principio, no se utilizaba papel rojo para las coplas y algunos países asiáticos que habían sido influenciados por la antigua China todavía siguen las antiguas tradiciones. Las coplas de Corea del Sur, por ejemplo, suelen utilizar papel blanco con palabras escritas en negro.

En China, la gente empezó a utilizar papel rojo para las coplas en la dinastía Ming. Los eruditos tendían a elegir papel rojo claro en aquella época. Desde la perspectiva de la cromática, ese color solo sirve para embellecer.

Al entrar en la Dinastía Qing, la gente dejó de utilizar el papel rojo para las coplas. Según Qing Bai Lei Chao, las coplas en palacio eran escritas por los eruditos imperiales (Hanlin) en seda blanca. Al visitar la Ciudad Prohibida, algunas personas se sorprendieron al ver que las coplas no estaban escritas en papel rojo como pensaban.

Además, en los entornos religiosos tradicionales, como los templos antiguos, las coplas se solían escribir en papel amarillo claro, no en rojo.

Un color tabú

En los libros de historia se puede encontrar que el rojo no era un color favorito a lo largo de los tiempos. El rojo brillante que se utiliza hoy en día era especialmente raro en el antiguo proceso de teñido. Aunque se consideraba un símbolo de auspicio entre algunas costumbres populares, el rojo también se veía como un tabú en algunas circunstancias.

Algunos folclores afirmaban que la cartera no podía ser roja; de lo contrario, se podía perder dinero. Hay todo tipo de interpretaciones. Algunos citaban la teoría de los Cinco Elementos, diciendo que el fuego (el rojo) vence al metal (el dinero). Algunos lo relacionaron con la contabilidad, en la que el déficit suele marcarse en rojo.

Incluso los maestros de feng shui son contrarios a colocar demasiados objetos o cuadros rojos en la residencia, ya que al hacerlo se puede romper el equilibrio de los Cinco Elementos. Muchos psicólogos se muestran cautelosos con el rojo, ya que un exceso de este color tiende a agitar. Algunos médicos se oponen a que el rojo sea el tono principal en la decoración, ya que puede provocar fatiga visual y otras enfermedades.

Esta precaución contra el rojo se ha extendido también a la vida cotidiana. Las señales de tráfico y de carretera marcadas en rojo suelen estar relacionadas con la detención o el peligro. En la naturaleza, las plantas y especialmente los animales con color rojo son susceptibles a ser venenosos.

También hay situaciones similares en la literatura. En China se dice que las cartas en rojo pueden ser un mal presagio. De hecho, las cartas de ruptura suelen estar escritas en rojo.

Esta tradición también se remonta a la historia. En la antigüedad, los funcionarios del gobierno solían escribir en rojo los nombres de los condenados a muerte. Se decía que el dios del infierno solía utilizar una pluma roja para comprobar los nombres de las personas que iban a morir.

Según el folclore, el color rojo se asocia con los fantasmas. Por ello, algunos ancianos están en contra de que la gente vista de rojo por la noche. No sabemos si es así. Pero sí que se trata de algo que mucha gente desconoce: muchos fantasmas descritos en los antiguos libros chinos eran de color rojo.

Fayuan Zhulin, un libro budista de la dinastía Tang, describía un fantasma “rojo y alto”. Ling Gui Zhi, un libro de la dinastía Jin, también mencionaba “un fantasma rojo de unos 3 metros de altura”. Lun Heng, un libro de la dinastía Han, también describe que: “la gente que ve fantasmas suele decir que [los fantasmas] son rojos”.

No solo eso, a los fantasmas también parece gustarles vestir de rojo. Taiping Guangji (Registros extensos de la era Taiping) registró una historia en la que un hombre estaba rodeado por más de 400 fantasmas “todos vestidos de rojo y de más de 6 metros de altura”. Cuando la persona recitó versos taoístas, los fantasmas lo encontraron recto y se marcharon.

Además de la ropa, las armas de los fantasmas suelen ser rojas. Lun Heng escribió que: “los fantasmas y las toxinas tienen el mismo color” y “tanto los arcos como las flechas [que usan los fantasmas] son rojos”.

A diferencia de cómo lo presenta la cultura del Partido Comunista Chino, el color rojo no era tan popular en la antigüedad en China. Por supuesto, como color en sí mismo, el rojo tampoco debe ser discriminado. Además, lo que hemos discutido aquí se limita al nivel humano. En otras dimensiones, incluyendo el mundo divino, el color rojo podría tener un significado totalmente diferente.

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