Por Rafael Valera

Recientemente el senador Tom Cotton presentó al Congreso un proyecto de ley “para combatir el entrenamiento racista en el Ejército” y enfrentar el auge de la cultura Woke en las Fuerzas Armadas que se posiciona como antiamericana.

Los argumentos

El proyecto contempla que «los principios fundacionales de los Estados Unidos incluyen la creencia, consagrada en la Declaración de Independencia, de que ‘todos los hombres son creados iguales’ y ‘están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables’».

Destaca, además, que el compromiso de USA con la igualdad de dignidad y derechos naturales de toda la humanidad son en realidad los mecanismos ideales para defenderse del racismo y la opresión de todo tipo.

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Cotton considera en su propuesta que las teorías racistas y antiamericanas, entre las cuales menciona la “teoría crítica de la raza”, enseñan que USA es una nación esencialmente racista, que la Constitución es un documento racista y que ciertas razas son fundamentalmente opresivas u oprimidas. En el proyecto se afirma cómo estas teorías antiamericanas — como la teoría crítica de la raza— enseñan a los estudiantes a desconfiar e incluso a odiar a su país y a sus conciudadanos.

“Estas teorías”, destaca la propuesta de ley, “alientan a las personas a juzgar y tratar a los demás de manera diferente en función de su raza, en lugar de tratarlos como ciudadanos y seres humanos iguales con la misma dignidad y protección ante la ley”.

Por lo tanto, “las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos no deben promover ni alentar de ningún otro modo las teorías racistas y antiamericanas que desmoralizan y dividen a sus miembros al tiempo que socavan su misión de ‘tener fe y lealtad’ a la Constitución”.

La propuesta contra las ideas antiamericanas

Lo que Cotton propone en su proyecto de ley es que el Ejército americano y las instituciones académicas bajo discreción del Departamento de Defensa, “no promoverán las siguientes teorías racistas y antiamericanas”:

  1. Cualquier raza es inherentemente superior o inferior a cualquier otra raza.
  2. Los Estados Unidos de América es un país fundamentalmente racista.
  3. La Declaración de Independencia o la Constitución de USA son documentos fundamentalmente racistas.
  4. El carácter moral o el valor de un individuo está determinado por su raza.
  5. Un individuo, en virtud de su raza, es inherentemente racista u opresivo, ya sea consciente o inconscientemente.
  6. Un individuo, debido a su raza, es responsable de las acciones cometidas por otros miembros de su raza.

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Esto significa que no se podrán incorporar dichas teorías racistas y antiamericanas a planes de estudios, listas de lectura, seminarios, talleres, capacitaciones u otros círculos académicos/educativos o profesionales. Tampoco se podrán contratar oradores, consultores, capacitadores de diversidad y otras personas con el propósito de defenderlas.

Quedaría también prohibido obligar a los miembros de las Fuerzas Armadas a afirmar o profesar su creencia en las teorías, y segregar a los miembros de las Fuerzas Armadas u otras personas por raza en cualquier entorno, incluidas las sesiones educativas y de capacitación.

Fuente: elamerican.com

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