Por Emmanuel Alejandro Rondón

William Burns, el candidato de Joe Biden para ser jefe de la CIA, sigue dando de qué hablar. El medio conservador Daily Caller publicó una investigación donde se detallan los estrechos nexos con China por parte de un grupo de expertos que él preside.

«William J. Burns, el candidato a director de la CIA, es el presidente de un prominente grupo de expertos que ha recibido hasta 2 millones de dólares en los últimos años de un empresario chino y de un grupo de expertos con vínculos con el Partido Comunista Chino», se reseña en los highlights de la investigación.

De acuerdo con el Daily Caller, Burns, como presidente de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, invitó a casi una docena de miembros del personal del Congreso a asistir a un viaje a China, allí se reunieron con un operativo del partido comunista y un presidente de un grupo de fachada chino.

«Burns, que cobró 540.580 dólares el año pasado como presidente de Carnegie, comparecerá ante el Comité de Inteligencia del Senado para una audiencia de confirmación que probablemente se celebrará este mes. Ha sido presidente de Carnegie desde marzo de 2015», puntualizó el informe.

Los vínculos de Burns con China inician con el empresario chino Zhang Yichen, que se unió al consejo Carnegie durante el mandato del candidato para dirigir la CIA de Biden.

«Somos muy afortunados de tener a Zhang Yichen en nuestro consejo», dijo Burns en un comunicado en octubre de 2016. «Estoy deseando trabajar con él para hacer de Carnegie una institución aún mejor».

Zhang, quien es director general de CITIC Consulting, una empresa de inversiones con sede en China, donó entre 500,000 y 999,999 dólares a Carnegie desde el 1 de julio de 2017 hasta el 30 de junio de 2018, de acuerdo con el sitio web de Carnegie. Además, entregó entre 250,000 y 549,999 dólares en el año fiscal 2020, según el informe anual de Carnegie de 2020.

Zhang, se lee en la investigación del Caller, es miembro de dos organizaciones vinculadas al Partido Comunista Chino, según su biografía en CITIC Capital: la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino (CPPCC) y el Centro para China y la Globalización.

«La CCPPCh es un grupo consultivo del Partido Comunista Chino afiliado al sistema de frente unido de China, que promueve las iniciativas del gobierno chino en el extranjero», explica la investigación. «Se describe en la página web de una embajada china como “una organización de frente unido bajo la dirección del Partido Comunista de China y un órgano para que otros partidos políticos, organizaciones de masas y personajes de diversos círculos sociales participen en la gestión del Estado”».

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China’s Vice President Li Yuanchao (R) and US Deputy Secretary of State William Burns (L) pose for a photo as they shake hands during a meeting at the Great Hall of the People, in Beijing, 22 January 2014. (EFE)

Además, el Centro para China y la Globalización, donde Zhang ejerce el cargo de vicepresidente senior, «es un think tank con sede en Pekín también vinculado al aparato comunista».

Según el Caller, «las donaciones de Zhang a Carnegie ayudaron a financiar el Centro Carnegie-Tsinghua con sede en Pekín, según el informe anual de Carnegie de 2018, que se formó en 2010 en asociación con la Universidad de Tsinghua, una de las principales universidades tecnológicas de China».

Un portavoz de Carnegie le dijo al medio conservador que Zhang ha proporcionado fondos de apoyo general para las operaciones del Centro Carnegie-Tsinghua.

«Su financiación no suscribe proyectos de investigación ni apoya el trabajo en Estados Unidos», dijo el portavoz a The Daily Caller News Foundation.

Por otra parte, el Centro Carnegie-Tsinghua se ha relacionado con el Centro para China y la Globalización para «organizar foros sobre las relaciones entre Estados Unidos y China».

En mayo de 2018, el senador Marco Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, «planteó su preocupación por el hecho de que Wang Huiyao, el presidente del Centro para China y la Globalización, fuera a hablar en un evento organizado por el Wilson Center, otro think tank estadounidense», se lee en la investigación. «Rubio citó el cargo de Wang en el Departamento de Trabajo del Frente Unido, que, según dijo, el presidente chino Xi Jinping había descrito como una de las “armas mágicas” del régimen comunista».

Carnegie, recuerden, la fundación que Burns preside, «también ha recibido financiación de la Fundación de Intercambio China-Estados Unidos (CUSEF), un think tank con sede en Hong Kong que también forma parte del sistema del frente unido».

CUSEF donó entre 100,000 y 249,999 dólares a Carnegie en 2015 y la misma cantidad entre el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de 2017, según versiones archivadas de la página de donantes de Carnegie.

Un portavoz de Carnegie le dijo a The Daily Caller News Foundation que la financiación de CUSEF terminó en 2017.

La investigación añade que CUSEF ha sido objeto de un mayor escrutinio en los últimos años debido a sus vínculos con el sistema de frente unido y el régimen comunista chino.

«Según la Fundación Jamestown, un think tank con sede en Washington D.C. dirigido por oficiales de inteligencia estadounidenses retirados, el CUSEF es “un actor importante en el aparato organizativo del Partido Comunista Chino (PCC) para llevar a cabo el trabajo de frente unido en Estados Unidos”», puntualiza la investigación. «Según el informe del 16 de septiembre, las actividades de cabildeo de CUSEF en Estados Unidos “le permiten desempeñar un valioso papel en los esfuerzos de Pekín por influir en la opinión pública y en Estados Unidos”».

Además, varias empresas consultoras estadounidenses revelan su trabajo para CUSEF al Departamento de Justicia bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA).

«Según un informe del 24 de agosto de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China, una comisión nombrada por el Congreso, CUSEF ha mostrado una “clara intención de influir en la política hacia China en Estados Unidos y otros países”», también se lee en el Caller.

Las relaciones de China con Carnegie no terminan allí. Maurice Greenberg, un multimillonario al que Xi Jinping, le concedió la Medalla de la Amistad con la Reforma de China en diciembre de 2018, el mayor honor que Pekín concede a los extranjeros, «es uno de los principales patrocinadores de Carnegie», apuntó el medio conservador.

«La Fundación Starr de Greenberg dio al menos un millón de dólares a Carnegie, según la lista de donantes del think tank» presidido por Burns.

Carnegie, además, proporcionó, a China Global Television Network (CGTN), una organización de noticias controlada por el régimen comunista, «acceso a sus diversos expertos en política exterior».

Carnegie, en síntesis, es un grupo que ha trabajado abiertamente por mejorar las relaciones entre China y Estados Unidos mediante «la diplomacia». Por ejemplo, «organizó un viaje para personal del Congreso a Pekín en noviembre de 2019 para reunirse con académicos, periodistas, líderes empresariales y funcionarios gubernamentales chinos».

William Burns firmó las cartas de invitación al grupo de empleados en el viaje, allí explicó que el objetivo era crear un «diálogo bipartidista reflexivo sobre las relaciones entre Estados Unidos y China», de acuerdo con los documentos presentados en el Congreso.

Burns, mucho más allá de China

El jefe de la CIA designado por Joe Biden no solo tiene vínculos con China, sino también nexos con Irán, sobre todo por su papel dentro del fallido acuerdo nuclear con Irán.

En una entrega anterior de El American se lee: «William Burns, diplomático de carrera, es el designado por Joe Biden para ser jefe de la Agencia Central de Inteligencia. Durante la era Obama llevó adelante conversaciones secretas para lograr el pacto nuclear y condenó la muerte de Soleimani calificándola como un “importante revés estratégico”».

Estos vínculos de Willian Burns con Irán, primero, y China, después, son preocupantes si se tiene en cuenta el cómo se ha llevado adelante la política exterior de Irán, China y Estados Unidos en el último lustro.

Con la administración saliente de Trump, las distancias y el enfrentamiento fue claro, y parece que con el Gobierno entrante la situación será diametralmente opuesta.

Los negocios de Hunter Biden con la compañía energética CEFC China Enery, los vínculos de los asesores de Joe Biden con el ejército del Partido Comunista Chino y ahora las relaciones del candidato para la CIA, William Burns con China; todas son situaciones que no pasan desapercibidas cuando aún queda la duda de qué hará el Gobierno actual con el régimen chino.

Fuente: elamerican.com

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