Traducido de NeonNettle por TierraPura.org
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, criticó a George Soros, acusando al multimillonario de extrema izquierda de trabajar activamente para dividir y “desmantelar” las naciones, para arrebatar el poder a los ciudadanos y entregárselo a la “élite mundial”.
En una larga y mordaz declaración, el primer ministro Viktor Orbán escribió en el periódico Magyar Nemzet que Soros, nacido en Hungría, trata de destruir el nacionalismo promoviendo el descontento nacional y presionando la migración masiva para disolver la unidad estructural de la sociedad y crear una población más controlable.
“La mayor amenaza a la autodeterminación nacional hoy en día, es la red mundial de defensores de la Open Society que tratan de abolir la gobernanza nacional”, dice Orbán.
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“Los objetivos de la red de George Soros con recursos financieros y humanos ilimitados son claros”.
“Al acelerar la migración, crearán sociedades abiertas de etnias mixtas con el fin de desmantelar la toma de decisiones nacionales y ponerla en manos de la élite mundial”, alega el funcionario.
Sin embargo, Orbán afirma que, a pesar de los esfuerzos de Soros, la resistencia nacional ha sido fuerte, y se ha acelerado a principios del decenio de 2010.
El primer ministro dice que Hungría ha sido una fuerza considerable en esta resistencia desde el principio.
“El cambio de gobierno de 2010 [en Hungría] y la revolución constitucional brindaron la oportunidad de desmantelar los marcos y estructuras que sirven a los intereses de la élite global liberal y colonizadora”, explica.
“Con este fin, se ha promulgado una nueva constitución, una serie de leyes y medidas poco ortodoxas”.
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“La política nacional rompió con el estrecho gobierno elitista e ideológico y construyó el nuevo curso político de acuerdo con la voluntad de la sociedad”.
“Se basa en la libertad, es decir, la capacidad de tomar decisiones independientes”.
Orbán continuó diciendo: “La lucha entre la élite mundial y la resistencia nacional aún no se ha decidido”.
Un gran componente de esta lucha tiene que ver con las organizaciones internacionales de Soros, en particular la Fundación Open Society, que opera a través de la organización supranacional de la Unión Europea (UE), que se ha dirigido continuamente a Hungría y Polonia a través de audiencias sobre el “estado de derecho”, que las fuerzas liberales tratan ahora de utilizar para cortar los fondos de la UE a ambos países, según la RMX.
El funcionario dice que el sistema -que “tienden a llamar estado de derecho- es simplemente una regla de chantaje que es vulnerable a la intrusión de la red de Soros” y una herramienta para atacar a las “comunidades nacionales” en beneficio de “los grandes perros del capital mundial”.
Orbán cree que los demócratas cristianos, al menos en la mayoría de los países, ven cómo funcionan realmente los mecanismos del estado de derecho, al decir:
“El entusiasmo de los demócratas cristianos es bastante silencioso porque ven que tales organizaciones son inevitablemente propensas a la arbitrariedad, que les gusta llamar el estado de derecho, mientras que es meramente el estado de chantaje, vulnerable a intrusiones similares a las de la red de Soros, y si tienen que elegir entre los ciudadanos de las comunidades nacionales y los perros principales del capital mundial, en última instancia siempre elegirán a estos últimos.
“Los ciudadanos de las naciones europeas pronto se dieron cuenta de que las instituciones europeas de hoy no les sirven a ellos, sino a los intereses de George Soros”.
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“No están dispuestos a tragarse una Bruselas que se jacta de que un especulador financiero, que hizo su fortuna destruyendo a otros, está al acecho en los pasillos de Bruselas para ofrecer ayuda desinteresada a Europa”.
Una de las manifestaciones más claras de las acciones de Soros y de las inclinaciones cada vez más antidemocráticas de la UE en los últimos tiempos es la forma en que Bruselas manejó la cuestión de las elecciones presidenciales polacas, con la UE apoyando activamente a la oposición liberal contra el partido nacionalista Ley y Justicia (PiS).
“Pudimos ver lo que pasó en la campaña presidencial polaca”, escribe Orbán.
“Incluso en la primavera, parecía que la izquierda polaca estaba en ruinas, y sus disputas heredadas harían que su candidato fuera poco probable desde el principio.
“No fue así, el candidato de la izquierda, apoyado por la red de Soros, la élite de Bruselas y los medios de comunicación internacionales, había hecho que la parte nacional luchara duro en pocas semanas”.
“Andrzej Duda finalmente logró superar a su oponente izquierdo en una lucha feroz”.
Orbán cree que es una señal de lo que vendrá para Hungría: “No debemos engañarnos: la élite mundial aplicará la misma estrategia en Hungría en la campaña electoral de 2022”.
Señala a la “izquierda caída” liderada por Ferenc Gyurcsány y su organización juvenil, todos respaldados por “su patrocinador multimillonario George Soros”.
“Son las fuerzas del pasado que una vez arruinaron el país”.
“En 2022, se preparan para una batalla decisiva”, continúa.
“Detrás de ellos estarán los medios de comunicación internacionales, burócratas de Bruselas y ONGs disfrazados de civiles”.
“No hay duda de que todo se hará por el poder y el dinero”.
“Es hora de que nosotros también estemos en orden”.
“Después de años difíciles de gobierno, tenemos que volver al campo de batalla electoral”.
“Es hora de tomar un descanso para que podamos salir en el momento adecuado”.
“Una gran batalla nos espera en 2022. Prepárense”.
Sobre la corrección política
Orbán también se dirigió a la cúpula de la policía del discurso en Occidente, al escribir que “La corrección política, es decir, la rebelión contra las viejas doctrinas libertinas que está cambiando nuestra forma de hablar, se está expandiendo”.
“Cada vez más, una sofocantemente, estrecha y única forma correcta de hablar está aquí, la única concepción correcta de la democracia, la única interpretación correcta de Europa y Occidente”.
“El intento de escapar no es fácil en sí mismo, y el riesgo de ser castigado es significativo, ser expulsado de la vida académica, perder el trabajo y ser estigmatizado y discriminado en las universidades.
“Los ejemplos de este fenómeno se están convirtiendo lentamente en algo común”.
Continúa diciendo que aunque los líderes del pensamiento son capaces de superar a los “guardias fronterizos liberales bien pagados y vigilantes” que sirven como censores, también existe el problema de que la gente de Occidente es cada vez más intolerante con las ideas que desafían la ortodoxia liberal reinante:
“El elogio de cualquier atisbo de nacionalismo todavía hace temblar a la nación alemana aunque haya sido escrito por el profesor Hazony de Jerusalén”.
“Y no importa cómo entreguemos la idea de la democracia antiliberal, suena horrible para los oídos alemanes y anglosajones. Incluso hoy en día”.
Orbán escribe que la rebelión contra la opresión espiritual liberal no sólo se está ampliando sino que también se está profundizando, y dice que los partidos demócrata-cristianos, particularmente en Hungría y Polonia, están luchando contra el abrazo del liberalismo.
Los dos países aplicaron el “freno de emergencia… para debilitar a las naciones, erradicar la tradición religiosa y degradar y burlarse de la familia”.
Como resultado, Europa Central pudo sacar a los Demócratas Cristianos y a los conservadores del “borde del abismo”.
Democracia liberal
Orbán también compartió sus pensamientos sobre la democracia liberal:
“Los liberales -por razones filosóficas que se remontan [al filósofo alemán Emmanuel] Kant y no se detallan aquí- creen que todos los países, incluidos los gobernados hoy como democracias no liberales, deberían verse obligados a aceptar esta forma de gobierno”.
“Los demócratas cristianos, por otra parte, rechazan esa política tan extraña porque creen que las diferentes sociedades se mantienen unidas de diferentes maneras y en tiempos de paz, como la Primavera Árabe recientemente demostró, la democracia liberal puede traer el colapso y el caos, más daño que bien”.
“Por eso apoyamos también la victoria de Donald Trump porque conocemos bien la política exterior de los gobiernos democráticos estadounidenses basada en el imperialismo moral”.
“Nos vimos obligados a probarlo a regañadientes”.
“No sabía bien, así que no pedimos que se repita”.
La separación de la iglesia y el estado
Orbán también aborda el tema de la separación de la iglesia y el estado:
“Los liberales también piensan, y por alguna misteriosa razón, defienden de la manera más controvertida, que un sentido universal y común es suficiente para un gobierno justo y moralmente sólido, y que no hay necesidad de los valores absolutos revelados por Dios y la tradición religiosa y bíblica que surgió de él”.
“Además, hay que construir una división entre la iglesia y el gobierno, la influencia de la religión debe ser exprimida del mundo de la vida pública”.
“En lugar de la separación, preservando la autonomía estatal y eclesiástica, [los Demócratas Cristianos] buscan integrar la religión en la vida de la sociedad, manteniendo un espíritu de tolerancia hacia los puntos de vista religiosos”.
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