Por Romina García – BLes.com

Jiang Zemin, ex Secretario General del Partido Comunista Chino y ex Presidente de la República Popular China, (1989-2002) está denunciado en el mundo, por varios grupos de derechos humanos y movimientos religiosos de ser el principal artífice y responsable de las más terribles persecuciones y crímenes  a personas por su fe, en los últimos tiempos. Zemin se ha convertido en el ex lider con más acusaciones de corrupción en el país asiático; un gobernante que logró establecerse en el poder tras el asesinato despiadado a jóvenes manifestantes en favor de la democracia en la plaza de Tiananmen en 1989.

Jiang nació en 1926, en medio de una guerra civil en China entre el Kuomintang o Partido Nacionalista Chino (KMT) y el Partido Comunista Chino (PCCh). Su padre Jiang Shijun, era un alto funcionario en el departamento de propaganda antiChina del ejército de ocupación japonés, en la provincia de Jiangsu, tenía la labor de entregar información sobre China a los Japoneses, de acuerdo a Los Nueve Comentarios del Partido Comunista Chino.

El joven Jiang, al cumplir 17 años, en el distrito de Nanjing, comenzó a estudiar en la Universidad Central, establecida en 1942 por Wang Jinwei, jefe de Estado con ideología japonesa, durante la Segunda Guerra Mundial Sino-Japonesa.

Finalmente, el PCCh obtuvo la victoria en el largo conflicto civil y se estableció en el gobierno de China. Jiang, por su parte, comenzó a acercarse al partido y para poder ingresar y relacionarse con los políticos de mayor estatus inventó una historia: que había sido adoptado y criado por su tío Jiang Shangqing, quien tenía una larga carrera en el PCCh y como el hombre había sido asesinado, nadie puso en duda dicha historia. De esta manera, ascendió de ser un funcionario de bajo rango a viceministro de Industria Electrónica en pocos años. 

Para seguir ascendiendo Jiang no escatimó esfuerzos e hizo de todo para ganarse el apoyo magnates partidarios como Li Xiannian y Chen Yunno. Cuando era secretario del PCCh de la ciudad de Shanghai ordenó las más terribles campañas para “eliminar cualquier factor de inestabilidad”, hasta reducirla a cero.

La Masacre de Tiananmen como trampolín para ascender al poder

La Masacre de Tiananmen en Junio de 1989 significó para Jiang Zemin acceder al puesto más alto que un funcionario chino puede soñar. 

Tiempo antes de que sucediera la Masacre de Tiananmen, mientras las manifestaciones estudiantiles inundaban el país, Jiang Zemin, revelando su cruel naturaleza, envió una carta secreta a Deng Xiaoping en la que pedía que se tomaran “medidas definitivas” contra los estudiantes; de otra manera “el Partido y la nación quedarán de rodillas”.

Deng Xiaoping, que por aquel entonces era el líder máximo del gigante asiático vio con buenos ojos las “exitosas y represivas acciones” de Zemin al lograr contrarrestar las protestas estudiantiles en Shanghái. Y castigó a los miembros líderes que no pudieron evitar las protestas y se negaban a aplicar una mano más dura contra los estudiantes.

También Jiang Zemin fue el responsable de ocultar toda información sobre la cantidad de muertos y heridos en la Masacre de Tiananmen. De acuerdo a investigaciones, el Partido Comunista Chino mató alrededor de 10,000 manifestantes prodemocracia. Las personas no tenían armas y la inmensa mayoría de ellos fueron atropellados con tanques en las calles o murieron en los hospitales debido a las graves heridas, informó Breitbart.

La instigación que ejerció Jiang Zemin sobre Xiaonping mostrandose como un líder capaz de controlar, reprimir e incluso matar para conservar la estabilidad política del país le sirvió para alzarse como su sucesor.

Así el ascenso al poder de Jiang Zemin, se produjo de manera casi inmediata a partir de junio de 1989. Ese mismo año, Jiang se convirtió en Secretario General del Partido, y en 1990 fue nombrado Presidente de la Comisión Militar Central de la República Popular China, esto es, jefe de las fuerzas armadas.

Y en 1993 fue nombrado Presidente de la Républica Popular de China.

Jiang Zemin y su desmedido enriquecimiento 

Jiang estableció, en el año 2000, Grace Microelectronics Company para su hijo, Jiang Mianheng, con miles de millones de dólares obtenidos, al parecer, ilegalmente de la sucursal del Banco de China en Shanghái y que fue facilitado por  Liu Jinbao, presidente del Banco Estatal. La Comisión Central de Control Disciplinario ha investigado la estafa de 6400 millones de dólares en préstamos bancarios con lo que Jiang creó la empresa, informó Apollo News.

El millonario, Wang Wenyang reveló que la familia Jiang le pidió que fuera un “inversor” para una empresa conjunta, pero no era necesario que aportara dinero. Los miles de millones para abrir esta empresa provenían del líder del PCCh.

Otro hecho de corrupción que fue adjudicado a Jiang fue la política de reestructuración empresarial, que le permitió a él y al PCCh apropiarse y distribuir las empresas privadas colectivas de los ciudadanos. 200 millones de trabajadores quedaron en ruinas. El ex líder chino y el PCCh se apropiaron a lo largo de los años de unas  571, 000 empresas,  reportó Apollo News.

 La familia de Jiang se ha enriquecido de una manera muy rápida desde que asumió como  secretario del Comité Municipal del Partido de Shanghái, su objetivo fue claro; hacer dinero. Por eso le pidió a su hijo mayor, que estudiaba en EE UU, en Harvard, que regresara a China para ganar dinero, reportó Apollo News.

En 2010, el nieto de Jiang, con  ciudadanía estadounidense, Jiang Zhicheng, a sus 24 años, fundó Boyu Capital, un fondo de capital privado en Hong Kong, uno de los más grandes de China.

En 2011, Boyu tuvo una participación mayoritaria en Sunrise Duty Free, que administra todas las tiendas libres de impuestos en los aeropuertos internacionales de Shanghái y Beijing. Creen que ese acuerdo proporcionó evidencia de que el nieto de Jiang Zemin podría obtener acceso a dinero estatal para convertirlo en activos, comunicó Reuters.

Abusos de derechos humanos 

Desde sus inicios el Partido Comunista Chino , se ha caracterizado  por reprimir y perseguir a sus habitantes por sus creencias espirituales. Sin embargo, bajo la dirección de Jiang Zemin la máquina represora del PCCh se perfeccionó e intensificó. 

En la década del 90, cristianos, budistas, tibetanos, uigures y practicantes de Falun Gong fueron objeto de la más perversa persecución. El PCCh siempre consideró que las religiones podrían derrocar a sus gobiernos. 

Las religiones “occidentales” fueron consideradas como “elementos hostiles del extranjero”, y desestabilizador, de acuerdo a Human Rights Watch.

Durante la gestión de Jiang, la Iglesia Católica fue considerada un elemento desestabilizador que sirvió para derrocar la autoridad comunista en Europa del Este en 1989. 

Esto significó que miles de católicos sean condenados a prisión bajo el régimen comunista chino solo por asistir a actividades religiosas o guardar biblias.

El PCCh se erigió como única autoridad eclesiástica nombrando a los obispos y sacerdotes con la premisa de que el Partido debe estar por encima de Dios. La denominada iglesia “clandestina”, ha continuado su vínculo con el Vaticano, pero con el constante riesgo de ser detenidos y reprimidos.

Por su parte los practicantes de la religión Budista, tras su movimiento de independencia en el Tibet, fueron etiquetados de contrarrevolucionarios, arrestados y torturados

No conforme con esto Jiang impuso en 1995 más control sobre el budismo tibetano y creó un nuevo nombramiento del Panchen Lama. Un niño de seis años llamado Gyaltsen Norbu hijo de dos trabajadores del Partido Comunista, que inmediatamente fue llevado a Beijing, ocasionalmente aparece en público, en eventos cuidadosamente escenificados, comunicó la BBC.

Los uigures, es una de las minorías étnicas que más sufre la terrible persecución. El PCCh los lleva contra su voluntad a “campos de reeducación”, donde son exclavisados, y algunos pierden la vida siendo torturados con métodos de electrocución, abuso sexual, alimentación forzada de carne de cerdo e ingesta de alcohol (actos de extrema humillación para los musulmanes), y esterilización forzada a las mujeres, comunicó el gobierno de Turkestán Oriental.

El crimen que cavó la propia tumba de Jiang Zemin

Si bien desde sus inicios como líder del PCCh, Jiang Zemin manejó todo con mano dura, reprimiendo cualquier “hostilidad” hacía su estabilidad política, nunca antes puso toda la maquinaria estatal para perseguir a una minoría, como sí lo hizo con los practicantes de Falun Gong.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua disciplina espiritual de la Escuela Buda. En 1992 fue presentada por el Maestro Li Hongzhi en China y se difundió ampliamente. Su práctica consta de 5 ejercicios de qigong, que combinados con las profundas enseñanzas de los principios de Verdad-Benevolencia y Tolerancia ( Zhen 真, Shan 善, Ren 忍). son la  clave para elevar el carácter moral y obtener una salud superior, según  Falun Info Net.

Estas características de Falun Gong hicieron que se difundiera rápidamente en toda China y para el año 1999 había más de 70 millones de chinos que practicaban la disciplina, lo que la convirtió en la práctica más popular en el país.

Sin embargo esta popularidad despertó la ira y celos de Jiang Zemin, pues el número de practicantes de Falun Gong superaba a los miembros del PCCh. Esto fue motivo suficiente para que en julio de 1999 lanzará la más cruel e inhumana campaña de persecución, según Falun Info Net.

Con el objetivo de erradicar a Falun Gong se llevó a cabo tres estrategias políticas: “dañar la reputación de los practicantes de Falun Gong, arruinarlos económicamente, y destruirlos físicamente”, reportó Nueve Comentarios del Partido Comunista Chino.

Jíang creó la temible oficina 610, una suerte de Gestapo china que hasta la actualidad cumple la función de perseguir, torturar y asesinar a los practicantes de Falun Dafa en China. La oficina 610 tiene facultades que exceden al sistema legal y judicial. Luo Gan, fue el encargado de dirigir la Gestapo china y fue quien emitió la orden de torturar a los practicantes hasta la muerte, declarando a los crímenes como suicidio, incluso no identificando los cuerpos para que no existiera evidencia alguna, informó Minghui.org

Desde 1999 hasta la fecha, los practicantes que se niegan a abandonar su fe en Falun Gong, pierden sus trabajos, son condenados a realizar trabajos forzados, llevados a prisiones, a campos de reeducación donde sufren lavado de cerebro. Miles de personas padecen torturas extremas, incluso hasta la muerte: desde palizas, perforación y cortes en el cuerpo, alimentación forzada; son quemados, golpeados con bastones de descarga eléctrica de alto voltaje, colocados en jaulas, expuestos tortura psiquiátrica, privación del sueño, son atados en posiciones dolorosas durante largos periodos de tiempo hasta quebrarse, expuestos a heladas y  extremas temperaturas, y a violaciones en masa. 

Para arruinar la reputación de los practicantes, Jiang Zemin ordenó que las cadenas de radio y televisión difamaran por horas a la práctica Falun Gong y así engañar a la sociedad para que rechazara y denunciara a cualquier practicante, así sea parte de su familia. 

Las informaciones falsas sobre suicidios y asesinatos cometidos por los practicantes circulaban por toda China. Un ejemplo destacado fue la “Autoinmolación de Tiananmen”, denunciada por la Organización Internacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo Educativo, con sede en Ginebra, que descubrió que todo fue un episodio inventado y montado para las cámaras del gobierno chino para manipular, una vez más, la información que se emitia por los medios de comunicación.

Como si todo esto no le bastara al ex cabecilla chino para aniquilar a los practicantes de Falun Gong, creó el más macabro y lucrativo negocio; la sustracción forzada de órganos a prisioneros vivos para su venta. Según testimonios de trabajadores en hospitales militares, desde el 2006, los prisioneros vivos son sometidos a la sustracción forzada de órganos para trasplantes a pedido. 

Todos los prisioneros de conciencia en los campos de concentración son sometidos a pruebas y exámenes médicos periódicos, de esta manera pueden tener datos exactos de la compatibilidad de los órganos cuando hay un pedido.

El fallecido ex secretario de Estado canadiense para Asía Pacífico, David Kilgour, junto a David Matas, un reconocido abogado internacional de derechos humanos, emprendieron una  investigación para dar a conocer este oculto y terrible genocidio en China, informó Internacional Coalition to end Transplant abuse in China.

A su vez con los miles de cuerpos de practicantes que no fueron identificados se creó otro negocio no menos macabro: la comercialización de cadáveres no identificados para su exposición como cuerpos plastinados (Real Bodys). 

Real Bodys es una exposición de cadáveres chinos, que recorre varias partes del mundo, la firma que más ha proporcionado cuerpos o sus partes, es Dalian Hoffen Bio-Technique de China. La empresa ha afirmado que todos los cuerpos fueron obtenidos de manera legal y con el consentimiento debido, aunque jamás ha mostrado la documentación requerida para respaldar sus dichos.

Sin embargo la Baronesa Ilora Finlay detalló los correos electrónicos que revelaron cómo a algunos cuerpos que se destinaron para la plastinación en China le faltaban los principales órganos. “Lo que sugiere que estos cuerpos son los restos del despreciable comercio de sustracción forzada de órganos y trasplante a pedido en China”, dijo la Baronesa.

Diversas investigaciones concluyeron que la mayoría de los cadáveres provienen de practicantes de Falun Gong e uigures que fueron sometidos a la sustracción forzada de órganos.

El hombre más denunciado por crímenes de lesa humanidad

Actualmente la represión y la falta de derechos humanos continúa en China, sin embargo varios países han levantado sus voces para denunciar estos aberrantes crímenes cometidos por el PCCh, y la Justicia (también la Divina) ha puesto sus ojos en Jiang Zemin, quien ha sido denunciado por las violaciones a los derechos humanos en China.

En diciembre de 2005, duante su visita a la Argentina, Luo Gan, ex Secretario de Asuntos Políticos y Legales del Comité Central del PCCh, y director de la Oficina 610, conocida como la “Gestapo china”, fue denunciado por la Asoc. Civil de Estudios de Falun Dafa, junto a Jiang Zemin, por la persecución contra los practicantes de Falun Dafa en China. 

Aplicando el Principio de Jurisdicción Universal que rige en las leyes argentinas, el entonces Juez Octavio Araoz de Lamadrid inició una profunda investigación durante la cual se entrevistó con distintas víctimas que relataron sus dolorosas experiencias en los campos de concentración chinos y cómo fueron perseguidas solo por practicar Falun Gong.

El juez argentino también viajo a Nueva York para encontrarse con testigos y víctimas que no podían viajar a Argentina por falta de visa.

Tras 4 años de investigación y habiendo juntado elementos probatorios suficientes para considerar la existencia de crímenes de lesa humanidad en China, 17 de diciembre de 2009, el entonces juez Lamadrid emitió la histórica orden de captura contra el ex dictador chino Jiang Zemin y el ex funcionario Luo Gan, con el objeto de traerlos a la Argentina para ser indagados y procesados.

Sin embargo por presiones de la embajada china en Argentina, un mes después, la orden de captura fue cancelada, el caso cerrado, y el valiente juez tuvo que renunciar.

Luego diversas apelaciones y batallas judiciales, el 17 de abril de 2013, la Cámara de Casación Penal Argentina ordenó reabrir la causa. Hasta la fecha la causa se encuentra vigente en el Juzgado Federal Nº 9 a cargo del Juez Rodríguez.

Este juicio sienta precedente jurídico histórico para la Argentina y el mundo por la posibilidad de juzgar a extranjeros por crímenes de lesa humanida.

También España ha levantdo su voz contra estos atroces crímenes cometidos por Jiang Zemin y su facción. El 15 de Octubre de 2003, los practicantes de Falun Gong lograron presentar en la Corte Nacional de España una demanda contra Jiang y el jefe de la “Oficina 610” Luo Gan, por crímenes de tortura y genocidio cometido durante la persecución a Falun Gong en China, reportó Minghui.org

Desafortunadamente, el 13 de marzo de 2014, España aprobó una nueva ley que restringe el Principio de Jurisdicción Universal, esta nueva disposición limita enjuiciar a extranjeros, no residentes en España, acusados de crímenes de lesa humanidad. En consecuencia, la Corte desestimó el caso, informó Trial Internacional.

En China Jiang Zemin es uno de los líderes más denunciados ante la justicia con más de 200,000 acusaciones penales presentadas ante el Tribunal Supremo y la Procuraduría Suprema de China, de acuerdo a Minghui.org.

Numerosos abogados, a pesar de los riesgos de ser arrestados, torturados o incluso asesinados, defienden a los practicantes de Falun Gong y se presentan en los juicios.

El caso que trascendió la opinión publica es la del abogado Gao Zhisheng, denominado “la consciencia de China”, que desapareció el 13 de agosto de 2017, tras defender legalmente a practicantes de Falun Gong.

El abogado de derechos humanos nominado al Premio Nobel de la Paz, conformó la lista de los 10 mejores abogados de China, Zhisheng valientemente le inició juicios al PCCh y como consecuencia sufrió violencia de la policía y hasta le suspendieron la licencia para ejercer.

Aunque Gao se mantuvo firme y realizó huelgas de hambre a nivel nacional para intensificar el llamamiento a la justicia y a los derechos humanos en China, fue condenado por “subversión” el 22 de diciembre de 2006, y sentenciado a tres años de prisión. Lamentablemente desde Agosto del 2017 se desconoce su paradero.

Es difícil ejercer la defensa de los derechos humanos en China, cuando no hay una separación de poderes ni un debido proceso, y sobre todo cuando los valientes abogados que se animan a alzar su voz, empiezan a ser perseguidos e incluso desaparecidos, como el caso Gao Zhisheng.  Para acallarlos, y oprimirlos el PCCh suspende sus licencias comerciales o las licencias de derecho. 

Aunque la persecución a los practicantes de Falun Dafa continúa en China, es evidente que Jiang Zemin perdió esta vez si tenemos en cuenta las 3 órdenes que emitió al iniciar la represión: 1.dañar la reputación de los practicantes de Falun Gong, 2.arruinarlos económicamente, y 3. destruirlos físicamente. Ninguna de estas órdenes logró su objetivo, que era el de erradicar a los practicantes de Falun Dafa China. Por el contrario, los practicantes chinos siguen defendiendo su fe con su vida, la prohibición de Falun Dafa en China generó un efecto contrario y la práctica se extendio a todo mundo, la verdad de la persecución se reveló y Jiang Zemin, pasará a la historia como el hombre que cometió uno de los mayores crímenes de la humanidad.

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