Por Mamela Fiallo Flor – Panampost.com
China es acusada de cometer un genocidio en la actualidad y tiene un largo legado de haberlo hecho desde que se instauró el régimen comunista. En vista de sus atropellos constantes, el Gobierno de EE. UU. no enviará a ningún dignatario a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. Sin embargo, los deportistas sí competirán y las corporaciones más grandes del mundo financiarán el evento que se celebrará en Pekín.
Alrededor de un millón de personas de la minoría étnica uigur se han visto afectadas por las políticas persecutorias del Partido Comunista de China (PCCh). Los atropellos incluyen detención en campos de concentración, esterilización forzada, extracción de órganos, entre otros vejámenes.
«Imponer medidas destinadas a prevenir los nacimientos dentro del grupo» encaja dentro de la definición legal de genocidio, destacó el año pasado Isaac Stone, del Centro de Asia Society para las relaciones entre Estados Unidos y China.
Por su parte, el senador republicano Tom Cotton reprochó recientemente la complicidad de las corporaciones que no se inmutan ante semejante genocidio por «temor a molestar al régimen comunista» de Pekín y destacó cómo sí «demonizan a los conservadores y mienten» sobre las leyes electorales de EE. UU., en particular en el estado de Georgia.
Pero esto no le ha generado conflicto moral a las empresas que aparecen como patrocinadoras de los Juegos Olímpicos de Invierno en el país anfitrión. Coca-Cola, Airbnb, Bridgestone y Visa se enorgullecen de ser algunas de las colaboradoras de China para la próxima competición internacionales, a pesar de la esclavitud impuesta sobre la minoría uigur en campos de trabajos forzados.
Según el portavoz de la principal organización de vigilancia de derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), Minky Worden: “El tiempo de la diplomacia silenciosa ha terminado”.
“Es hora de que los principales patrocinadores insten al Comité Olímpico Internacional a adoptar los derechos humanos. Es hora de que revelen sus cadenas de suministro en China, en particular cualquier producto que tenga los cinco anillos de los Juegos Olímpicos», continuó.
Y es que estas corporaciones han demostrado no preocuparse por los derechos humanos de las minorías perseguidas sino por ganar dinero con los Juegos de Invierno en Pekín.
De acuerdo con Human Rights Watch, China sigue siendo uno de los peores violadores de los derechos humanos en el mundo. En su informe de 2018, el grupo informó que China ha «intensificado drásticamente la represión y los abusos sistemáticos contra los 13 millones de musulmanes turcos, incluidos los uigures y los kazajos, en la región noroccidental de Xinjiang de China».
“Las autoridades han llevado a cabo detenciones arbitrarias masivas, torturas y malos tratos a algunos de ellos en varios centros de detención, y han impuesto cada vez más controles generalizados sobre la vida diaria”, alertó HRW.
“Las nuevas regulaciones en el Tíbet ahora criminalizan incluso las formas tradicionales de acción social, incluida la mediación comunitaria por parte de figuras religiosas. En Hong Kong, una región a la que se le prometió ‘un alto grado de autonomía’ en virtud de la Declaración Conjunta Chino-Británica, los gobiernos de China y Hong Kong aceleraron sus esfuerzos en 2018 para socavar los derechos de las personas a la libertad de expresión y la participación política», agrega.
La organización también citó la opresión de China a sus homosexuales, refugiados, solicitantes de asilo, mujeres y niñas, sin mencionar sus acciones contra el Tíbet, cuyo líder espiritual, el Dalái Lama, tuvo que exiliarse.
Las corporaciones que patrocinan los Juegos Olímpicos de Pekín
A pesar del consenso internacional sobre los abusos cometidos por el régimen chino, un grupo de importantes corporaciones aún se está alineando para apoyar los Juegos Olímpicos del «genocidio» que se celebrarán en Pekín:
El caso más paradójico es el de AirBnb, empresa que se opone a leyes migratorias y propone fronteras abiertas. Sin embargo, respalda a un régimen que encierra a su propia población. El caso más frontal fue en 2018, cuando AirBnb lanzó una campaña para atacar al expresidente Donald Trump por endurecer las reglas de inmigración e intentar asegurar la frontera sur de Estados Unidos.
De igual manera, la firma financiera multinacional con sede en Alemania, Allianz, auspiciará los Juegos Olímpicos de Pekín. «Respaldamos el Movimiento Olímpico y nuestro apoyo de larga data a sus ideales no vacilará», anunció la compañía.
Asimismo, la empresa francesa de tecnología Atos está ayudando a China a construir su infraestructura digital para los Juegos Olímpicos de Invierno. Lo cual resulta preocupante en cuanto China es conocida por usar su tecnología para espiar, rastrear y perseguir a sus ciudadanos para castigarlos con palizas y encarcelamientos por no alinearse con el gobierno de mano dura del Partido Comunista. Estados Unidos y sus aliados acusaron este año a China por liderar ciberataques mundiales.
Desde que se inició el brote del coronavirus, las violaciones a los derechos humanos en el gigante asiático solo se han recrudecido. En lugar de anunciar al mundo el peligro que se avecinaba, China optó por silenciar, encarcelar e incluso desaparecer a los médicos que advirtieron sobre la inminente amenaza.
Pese a los constantes atropellos contra la sociedad civil, algunas de las corporaciones más grandes del mundo insisten en colaborar con el régimen. Bridgestone, Coca-Cola, Intel, Omega, Panasonic, P&G, Samsung, Toyota y Visa se destacan entre ellas.
EEUU prohíbe importaciones chinas de Xinjiang
En el mundo corporativo aún no ha habido una reacción, en el ámbito político sí. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó este jueves 23 de diciembre una legislación que prohíbe las importaciones de la región china de Xinjiang por preocupaciones sobre el trabajo forzado, según anunció la Casa Blanca.
El proyecto de ley recibió la aprobación final del Congreso el 16 de diciembre, como parte del rechazo de Washington contra el trato del régimen comunista hacia la minoría musulmana uigur de China.
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