Traducido de bongino.com por TierraPura.org
La crisis fronteriza de Biden está en marcha y está claro que la administración no tiene idea de cómo detenerla. Sin embargo, eso no es una sorpresa, ya que fueron, en primer lugar, su retórica y políticas las que lo alentaron.
Los agentes fronterizos estadounidenses detuvieron a casi 100.000 migrantes en febrero , un aumento de más de 78.000 con respecto a enero y la cifra más alta de febrero desde 2006. A pesar de esta realidad, la administración ni siquiera califica la crisis fronteriza como una crisis. La última excusa de la secretaria de prensa Psaski para no describir la crisis como tal fue que no quería poner ” nuevas etiquetas ” a la situación.
Mientras tanto, Donald Trump lo llama por su nombre y acaba de emitir la siguiente declaración :
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“Cuando era presidente, nuestra frontera sur estaba en excelente forma: más fuerte, más segura y más segura que nunca. Terminamos ‘Captura y Liberación’, cerramos el fraude de asilo y paralizamos a los viciosos contrabandistas, narcotraficantes y traficantes de personas. El muro, a pesar de los horrendos retrasos demócratas, ya se habría terminado fácilmente y está funcionando magníficamente. Nuestro país está siendo destruido en la frontera sur, ¡algo terrible de ver!”
El lunes, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, envió un correo electrónico pidiendo al personal del DHS que se ofreciera como voluntario para ayudar a lidiar con lo que llamó una cantidad “abrumadora” de migrantes en la frontera. Apenas unos días antes en público nos aseguró a todos que no había crisis en la frontera.
Por mucho que a la administración Biden le gustaría fingir que todo está bien en la frontera, ahora sabemos que al menos un miembro de su administración es consciente de la realidad en privado, ya que finge lo contrario en público, y ese es probablemente caso para el resto de la administración..
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