Traducido de naturalnews.com por Tierrapura.org
El gobierno de Biden se vio obligado a admitir el otro día que sus iniciativas de energía “verde” no van muy bien porque la mayor parte de la tecnología de este sector se fabrica en la China comunista.
Michael Regan, el elegido por China Joe para dirigir la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), confesó durante su audiencia de confirmación que Estados Unidos está en desventaja competitiva en lo que se refiere a la agenda “verde” porque el Partido Comunista Chino (PCC) está ya muy por delante de Estados Unidos.
El senador Mike Braun (R-In.) preguntó a Regan durante la audiencia sobre el total desprecio de China por los objetivos de los activistas verdes, que se centran en gran medida en abordar el “calentamiento global” y el “cambio climático”.
Todo lo que Regan pudo decir fue que durante su tiempo al frente del Departamento de Calidad Medioambiental del Estado de Carolina del Norte (DEQ), líder nacional en “instalación solar”, tuvo que conseguir la mayoría de sus piezas y suministros del régimen chino.
“Lo que encontramos es que la mayoría de las piezas que queremos instalar vienen de China”, declaró Regan. “Nos estamos dando cuenta de que si no captamos el mercado, nos vamos a quedar atrás. Creo que es lo mismo para la energía solar que para los coches”.
Según el “equipo climático” de China Joe, los puestos de trabajo en el sector de la energía verde florecerán cuando desaparezca la industria de los combustibles fósiles. Sin embargo, las declaraciones de Regan parecen contradecirlo.
“Mira los paneles solares, mira las turbinas eólicas, cómo se fabrican. China, sabemos por todo lo que hacen siendo capitalistas de estado – van a hacer cosas para poner sus industrias en una ventaja competitiva y cosechar los beneficios mientras están contaminando el aire”, dijo Braun a los periodistas.
“Hay muchas cosas con las que tenemos que tener cuidado”.
La energía “verde” es una fachada para trasladar el control de los combustibles para el transporte de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) a China
Según Derek Scissors, académico residente en el American Enterprise Institute, la China comunista controla actualmente cerca del 60% de toda la cadena de suministro de la industria solar. China es también el principal productor, con un 75%, de polisilicio, una materia prima fundamental utilizada en la fabricación de placas solares.
“Si la administración quiere aumentar mucho el uso de la energía solar, se enfrenta al problema de que China invierte mucho para dominar la producción solar mundial. O bien tendríamos que confiar en los proveedores chinos a la hora de aumentar la energía solar, o bien la administración tendría que utilizar medios legales para asegurar la cadena de suministro”, afirma Scissors.
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“En este sentido, la energía solar refleja el desafío más amplio al que se enfrenta el “build back better”. La fase final de la producción puede no ser tan importante”.
Como informa la cuenta de Twitter “Infinite Unknown”, la China comunista también controla entre el 50 y el 70% del litio, el cobalto y el polisilicio que se extrae y produce. Estos materiales se utilizan en la fabricación de baterías de vehículos eléctricos (EV), así como en los paneles solares.
“A medida que avanzamos hacia los vehículos eléctricos, estamos esencialmente trasladando el control de los combustibles para el transporte de la OPEP a China”, advierte esa misma cuenta.
Todo esto se alinea con una orden ejecutiva firmada por Pekín Biden, parte de cuyo nombre habla de abordar la “crisis climática”.
La OE básicamente deshace lo que el presidente Donald Trump hizo para tratar de proteger la infraestructura estadounidense contra una toma de posesión china – de ahí que lo llamemos Beijing Biden y China Joe.
“Ahora que Joe Biden está destruyendo los proyectos de combustibles fósiles de Estados Unidos, John Kerry dice que los trabajadores desempleados ‘pueden ser las personas que van a trabajar para hacer los paneles solares'”, tuiteó el fundador del Centro para el Progreso Industrial, Alex Epstein.
“Pero los fabricantes de paneles solares seguirán en China – porque las minas y las fábricas de China se alimentan de forma barata con combustibles fósiles”.
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