Traducido de Breitbart News por TierraPura.org
El testamento del pederasta condenado Jeffrey Epstein se firmó apenas dos días antes de su repentina muerte en su celda de la cárcel de Nueva York, según un informe.
Los documentos judiciales obtenidos por el New York Post muestran que el testamento de Epstein se presentó en Santo Tomás de las Islas Vírgenes de EE.UU. y se firmó el 8 de agosto. El testamento supuestamente muestra que el desprestigiado financiero tenía un patrimonio neto de 577.672.654 dólares, aproximadamente 18 millones de dólares más de lo que declaró durante su intento fallido de obtener la libertad bajo fianza mientras esperaba un caso federal de tráfico sexual. Al parecer, Epstein depositó toda su fortuna en un fideicomiso llamado “The 1953 Trust”.
“No hay detalles sobre los beneficiarios del fideicomiso. Los documentos judiciales señalan que el único heredero potencial de Epstein era su hermano, Mark Epstein. Pero el testamento añade que Mark solo tendría derecho a las extensas posesiones de su hermano si Jeffrey no hubiera dejado el documento”, informa el Post.
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Los archivos judiciales muestran que Epstein tenía 56.547.773 dólares en efectivo, 112.679.138 dólares en acciones y 194.986.301 dólares invertidos en fondos de cobertura y fondos de capital privado. Declaró unos ingresos fijos de 14.304.679 dólares. En cuanto a los bienes inmuebles, los documentos muestran que Epstein valoró su mansión de Manhattan en 55.931.000 dólares, su hacienda de Nuevo México en 17.246.208 dólares y una finca en Palm Beach, Florida, en 12.380.209 dólares.
El hombre de 66 años también poseía una casa en París valorada en 8.672.823 dólares, así como dos islas privadas: la Gran Isla de Santiago, en las Islas Vírgenes, valorada en 22.498.600 dólares, y la Pequeña Isla de Santiago, en 63.874.223 dólares. Los 18.551.700 dólares adicionales en el testamento de Epstein corresponden a sus “activos de aviación, automóviles y barcos”. El Post señala además que “las bellas artes, las antigüedades, los objetos de colección y los objetos de valor” de Epstein aún no han sido tasados.
Epstein, de 66 años, fue hallado muerto en el Centro Correccional Metropolitano el 10 de agosto, lo que provocó la indignación de que un preso de tan alto perfil pudiera haber pasado desapercibido en la cárcel federal de Manhattan, donde los infames reclusos, el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán y el estafador de Wall Street Bernard Madoff, entraban y salían sin incidentes.
La doctora Barbara Sampson, jefa de los médicos forenses, dijo en un comunicado que tomó la determinación de suicidio “después de una cuidadosa revisión de toda la información de la investigación, incluyendo los resultados completos de la autopsia”.
El anuncio de Sampson se produjo mientras un funcionario del Departamento de Justicia dijo a The Associated Press que algunos empleados de la prisión que se cree que tienen información relevante no están cooperando con los investigadores.
Epstein, detenido el 6 de julio y encarcelado desde entonces, fue encontrado muerto con una sábana alrededor del cuello menos de 24 horas después de que se hicieran públicas más de 2.000 páginas de documentos de una demanda, ya resuelta, contra una ex novia que supuestamente era su ayudante de campo.
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Epstein se enfrentaba a cargos de tráfico sexual derivados de actividades realizadas durante un periodo de tres años a principios de la década de 2000. En 2008 cumplió una condena de 13 meses de prisión en Florida tras ser acusado de delitos similares y fue obligado a registrarse como delincuente sexual. Los fiscales federales de Nueva York están llevando a cabo una investigación paralela para determinar si alguno de sus socios se enfrentará a cargos por ayudarle en lo que, según las autoridades, fue su desenfrenado abuso sexual de niñas de hasta 14 años.
La noticia del testamento de Epstein se produjo horas después de que el fiscal general William Barr destituyera a Hugh Hurwitz, director en funciones de la Oficina Federal de Prisiones.
Un comunicado de Barr no dio ninguna razón específica para la reasignación. Sin embargo, Barr dijo la semana pasada que los funcionarios habían descubierto “graves irregularidades” y que estaba enfadado porque los miembros del personal de la cárcel no habían “asegurado adecuadamente a este preso”.
El martes pasado ordenó a la oficina que reasignara temporalmente al alcaide, Lamine N’Diaye, a una oficina regional, y los dos guardias que debían vigilar a Epstein fueron puestos en licencia administrativa.
Los guardias de la unidad de Epstein no lo vigilaban cada media hora, como es preceptivo, y se sospecha que falsificaron los registros para demostrar que lo habían hecho, según varias personas familiarizadas con el asunto. Ambos trabajaban horas extras debido a la escasez de personal, dijeron las personas. Hablaron bajo condición de anonimato porque carecían de autorización para discutir públicamente la investigación.
Epstein había sido puesto en vigilancia por suicidio el mes anterior después de que se le encontrara en el suelo de su celda el 23 de julio con moratones en el cuello. Días más tarde, se le retiró de la lista de vigilancia.
Cameron Lindsay, un ex director que trabajó en tres cárceles federales distintas, dijo que se quedó atónito al enterarse de la retirada de Epstein de la lista de suicidas. “Que lo saquen de la lista de vigilancia de suicidas es chocante. Para alguien de tan alto perfil, con estas acusaciones y tantas víctimas, que ha tenido un intento de suicidio en las últimas semanas, no se puede correr ningún riesgo. Lo dejas en vigilancia por suicidio hasta que salga de allí”, dijo Lindsay a la NBC. “Es demasiado pronto para decir lo que creo que debería ocurrir, pero si esto ocurrió como creemos que ocurrió, algunos miembros del personal van a tener algunas preguntas difíciles de responder”.
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