El coronavirus se propagó primero en la República Popular China bajo el ocultamiento del régimen del Partido Comunista (PCCh) porque hasta el momento, nadie jamás le ha exigido firmemente a ese régimen transparencia en la información y mucho menos que prevalezca la libertad de expresión.

Las medidas de los países llegaron tarde porque nadie quiere ofender al régimen del gobierno chino cancelando vuelos e intercambio, y porque el mundo dejó que el régimen del PCCh corrompiera y manipulara a la OMS, que ha actuado como un brazo de propaganda del régimen chino desde el comienzo del brote, generando una respuesta tardía. 

Las posturas de los gobiernos de naciones democráticas y libres no pueden distanciarse de los valores, la conciencia y la voluntad de los ciudadanos. Entonces si, hasta ahora, los gobiernos del mundo han legitimado al régimen comunista chino, que gobierna por la fuerza y ha sido capaz de perseguir, difamar, torturar, asesinar a la gente simplemente por sus creencias espirituales, pensamiento libre o un simple anhelo de libertad, es porque los ciudadanos del mundo no hemos tomado conciencia y asumido una postura firme y recta en la defensa de los valores y los derechos humanos universales.  Pensábamos era “solo problema de los chinos”. 

Pero ahora que vemos cómo por causa de esa acción del régimen chino, sea que fuese dolosa o culposa, la gente está enfermando y muriendo en todo el mundo y alrededor nuestro, o nosotros mismos estamos enfermando, deberíamos reflexionar sobre nuestra responsabilidad de haber fallado en posicionarnos contra ese régimen criminal. En suma, algunos más, otros menos, todos hemos sido cómplices con nuestro silencio y carencia de posicionamiento.

Para superar este flagelo y evitar que el PCCh siga perpetuando atrocidades contra la humanidad, la única forma es que todos y cada uno de los ciudadanos del mundo tomemos conciencia del peligro que representa la criminalidad del régimen gobernante chino; no sólo para una convivencia armónica libre y democrática, sino para la propia supervivencia. La realidad nos pone enfrente la necesidad de posicionarnos correctamente en contra de esa dictadura tanto a nivel conciencia como en acciones dentro de nuestro rango de posibilidades.

Alejandro G. Cowes 

Abogado de la querella en la causa judicial contra los responsables del gobierno comunista chino (Luo Gan y Jiang Zemin) de la persecución contra practicantes de Falun Dafa en China continental. 

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