Traducido de Natural News por TierraPura
- Los investigadores que utilizan tecnología de radar avanzada afirman haber descubierto una enorme red, hasta entonces desconocida, de ocho pozos en espiral y dos enormes cámaras que se extienden más de 3.500 pies debajo de la pirámide de Kefrén, estructuras que, según describen, empequeñecen las pirámides visibles.
- El equipo empleó la tomografía Doppler con radar de apertura sintética (SAR), una técnica no invasiva que detecta vibraciones superficiales microscópicas para crear imágenes 3D de estructuras subterráneas. Los hallazgos fueron confirmados, según se informa, por datos brutos idénticos de cuatro operadores de satélite distintos.
- Egiptólogos prominentes, incluido el Dr. Zahi Hawass, han desestimado estas afirmaciones, argumentando que el radar no puede penetrar a tales profundidades. Los investigadores defienden su método citando una prueba a ciegas exitosa que cartografió con precisión otra instalación subterránea profunda.
- Se han detectado estructuras espirales similares bajo otros monumentos de Giza y en Hawara. Si bien se desconoce su función, los investigadores especulan sobre posibles funciones que van desde escaleras hasta sistemas de transmisión de energía, lo que sugiere que las pirámides podrían ser indicadores superficiales de un complejo subterráneo más avanzado.
- El equipo ha presentado una propuesta formal a las autoridades egipcias, solicitando permiso para limpiar y descender por los pozos llenos de escombros existentes cerca de la Esfinge para explorar físicamente el supuesto sistema subterráneo, con la esperanza de comenzar en 2026.
Un equipo de científicos italianos ha asombrado al mundo arqueológico con evidencia innovadora de colosales estructuras subterráneas debajo de la meseta de Giza en Egipto, estructuras tan vastas que empequeñecen a las propias pirámides.
Utilizando una revolucionaria tecnología de imágenes de radar, investigadores afirman haber cartografiado una red oculta de pozos y cámaras en espiral que se extiende más de 1067 metros bajo la Pirámide de Kefrén, la segunda más grande del complejo de Giza. Filippo Biondi, ingeniero de radar de la Universidad de Strathclyde, reveló los hallazgos en una entrevista reciente con Jesse Michels en el podcast «American Alchemy».
Según Biondi, ocho enormes cilindros huecos descienden verticalmente desde la base de la Pirámide de Kefrén, cada uno con una columna central envuelta en espirales helicoidales perfectas. Estos pozos terminan en dos enormes cámaras cúbicas, cada una de 78 x 78 x 78 metros, más grandes que la mayoría de los estadios deportivos modernos.
«Las pirámides son solo la punta del iceberg», declaró Biondi. «Son solo la culminación de algo mucho más grande bajo la superficie. La verdadera estructura está debajo».
El equipo de Biondi empleó la Tomografía Doppler con Radar de Apertura Sintética (SAR), un método desarrollado originalmente para el monitoreo sísmico y volcánico. A diferencia del radar convencional, que tiene dificultades para penetrar profundamente en la tierra, esta técnica detecta vibraciones microscópicas en la superficie que transmiten señales acústicas de las estructuras subterráneas. Un software propietario reconstruye estas vibraciones en imágenes 3D de alta resolución, sin necesidad de perforar ni alterar el sitio.
Según el motor Enoch de BrightU.AI , la tomografía Doppler SAR es una sofisticada técnica de teledetección que combina los principios del radar de apertura sintética y el procesamiento Doppler para generar imágenes tridimensionales de alta resolución e información sobre objetivos y escenas. Esta tecnología tiene amplias aplicaciones en diversos campos, incluyendo el militar, el civil y el científico.
Para silenciar a los escépticos, Biondi señaló pruebas a ciegas en las que el método mapeó con precisión el laboratorio de física subterráneo Gran Sasso de Italia, enterrado dentro de una montaña a 125 millas de distancia, con un 100% de precisión.
Quizás el aspecto más convincente del descubrimiento es que cuatro operadores de satélites diferentes (Umbra, Capella Space, ICEYE y Cosmo-SkyMed de Italia) devolvieron datos brutos idénticos que confirman las estructuras subterráneas.
«Los cuatro satélites arrojaron exactamente los mismos resultados», enfatizó Biondi. «Es realmente asombroso. No podemos anunciar nada sin estos métodos científicos básicos».
Los ejes espirales ocultos que podrían reescribir la historia antigua
A pesar de los datos, los egiptólogos más reconocidos, incluido el Dr. Zahi Hawass, exministro de Antigüedades de Egipto, han desestimado los hallazgos calificándolos de «noticias falsas». Hawass argumenta que el radar no puede penetrar a las profundidades que afirma el equipo italiano.
Sin embargo, los investigadores no se dejan intimidar y observan que también se detectaron estructuras espirales idénticas:
- Debajo de la pirámide de Menkaure (aunque de menor escala)
- Bajo la Gran Esfinge (como un único y enorme pozo)
- En Hawara, sitio del legendario «Laberinto» descrito por historiadores antiguos
Biondi admitió que su equipo aún no conoce la función de estas estructuras, pero especuló:
- Las espirales podrían ser escaleras o cables enrollados alrededor de columnas centrales.
- Pueden estar relacionados con la “información” o la transmisión de energía, dada su geometría precisa.
- Las propiedades piezoeléctricas podrían indicar una antigua tecnología de generación de energía.
El presentador del podcast, Michels, visiblemente atónito, concluyó: «Después de esta conversación, estoy convencido de muchas cosas. Este tipo de descubrimientos se están acelerando. La humanidad se siente preparada».
El equipo ya ha presentado una propuesta formal a las autoridades egipcias en el marco del Proyecto de Investigación Khafre, solicitando acceso a los pozos existentes entre la Esfinge y la Pirámide Khafre (actualmente obstruidos con escombros) para descender físicamente al complejo.
«Solo necesitamos permiso para limpiarlos y descender», dijo Biondi. «Si se aprueba antes de que finalice este año, la exploración podría comenzar en 2026».
De verificarse, estos hallazgos podrían reescribir la historia, sugiriendo que las pirámides eran meros marcadores superficiales de un sistema subterráneo mucho más avanzado, uno que se alinea con teorías marginales sobre tecnología energética antigua y civilizaciones avanzadas perdidas. Como lo expresó Biondi: «La verdad es que solo la conoceremos si entramos en el sitio físico».
Vea este vídeo sobre cómo la tomografía Doppler SAR reveló detalles de la estructura interna de alta resolución no descubierta de la Gran Pirámide de Giza .
