Agustín Laje analiza la batalla cultural en la Argentina de Milei: avances “abrumadores” en menos de dos años

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Fuente: Mundo Libre

En una Argentina marcada por transformaciones aceleradas desde la llegada de Javier Milei a la presidencia en diciembre de 2023, el politólogo y escritor Agustín Laje respondió a las críticas de un pequeño sector de la derecha —en especial, nacionalistas católicos que lo acusan de “traicionar” a su electorado— por la supuesta ausencia de una verdadera “batalla cultural” y por su alineación con Israel.

En dos posteos publicados en X el 24 de noviembre, Laje expuso una lista detallada de medidas y reformas que, según él, demuestran no solo que la batalla cultural se está librando, sino que se está ganando. Y remata: “DATO MATA RELATO”. Para el analista, el mérito radica en que todos estos avances ocurrieron en menos de dos años, en un Estado que —según afirma— estaba profundamente ideologizado por décadas.

Escritor, Licenciado en Ciencias Políticas y máster en Filosofía, Laje organiza su diagnóstico en varios “niveles” temáticos, que van desde la defensa de la vida y la familia hasta los cambios simbólicos en la identidad nacional. Su planteo busca refutar lo que describe como desinformación —o directamente mala fe—, y llama a un compromiso activo: la batalla cultural no se mira desde la tribuna, se pelea en el terreno.

A continuación, un repaso de los hitos más destacados que, según Laje, ilustran cómo el gobierno de Milei desmanteló estructuras progresistas arraigadas y reposicionó a Argentina en el escenario internacional.

Nivel Vida y Familia: restaurar principios básicos

Uno de los frentes centrales, afirma Laje, es la defensa de la vida y la familia, áreas que a su juicio fueron moldeadas por una agenda de género radical durante el kirchnerismo. Entre las medidas más representativas destaca:

  • Cierre del Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidades, símbolo del aparato ideológico estatal.
  • Eliminación de la perspectiva de género de las políticas ejecutivas.
  • Reducción de femicidios, un dato que —según apunta— desmonta narrativas fatalistas sobre las reformas.
  • Reforma por DNU para prohibir hormonizaciones y cirugías de transición en menores, para frenar la medicalización infantil.
  • Aunque el aborto no se derogó por falta de mayorías, el Estado dejó de financiar misoprostol y Milei lo califica públicamente como “asesinato agravado por el vínculo”.
  • Aumento del 500% del Plan de los Primeros Mil Días, con asistencia directa a embarazadas y niños.
  • Celebración oficial del Día del Niño por Nacer en Casa Rosada.

En educación, se depuraron los contenidos de ESI en plataformas oficiales y se reemplazaron por materiales “científicos y no ideologizados”. También se prohibieron los traslados carcelarios por cambio de género, priorizando la seguridad basada en criterios biológicos.

Nivel Organismos Internacionales y Globalismo: Argentina como referente antiwoke

Según Laje, uno de los cambios más significativos se ve en la política exterior: Argentina pasó de acompañar agendas globalistas a convertirse en un polo crítico del wokismo internacional.

Entre los hitos que destaca:

  • Reintroducción, en ONU, OEA y Consejo de DD.HH., de definiciones biológicas de “mujer” y defensa de la vida desde la concepción.
  • Limitación del uso del término “género” a hombre y mujer, según el Estatuto de Roma.
  • Rechazo de eufemismos como “derechos sexuales y reproductivos”, asociados a aborto y hormonización infantil.
  • Argentina fue el único país que se opuso a cláusulas que podían facilitar la pornografía infantil en el Tratado de Ciberdelincuencia de la ONU.
  • Inclusión del concepto de “trata con fines reproductivos” para condenar la maternidad subrogada en documentos internacionales.
  • Rechazo de la Agenda 2030, el Pacto del Futuro (2045), el acuerdo de pandemias de la OMS y el ambientalismo radical.
  • Oposición en G20 y Mercosur a la agenda antinatalista y a conceptos como “masculinidades positivas”.
  • Defensa de la libertad de expresión y denuncia de la persecución a cristianos.

Laje también destaca la repercusión del discurso de Milei en Davos, donde el presidente denunció el “wokismo, globalismo y estatismo” de las élites internacionales.

Nivel Aparatos Ideológicos del Estado e Historia: desideologizar y recuperar símbolos

En el plano interno, Laje subraya un conjunto de medidas orientadas a desmontar el aparato cultural e ideológico estatal:

  • Cierre del INADI y de Télam.
  • Revisión de contenidos en la TV Pública para eliminar sesgos partidarios.
  • Fin de la pauta estatal a medios y recortes a subsidios culturales a artistas militantes.
  • Más de 2.000 denuncias de adoctrinamiento escolar registradas en 2025.
  • Auditorías a universidades públicas.

En materia histórica, el gobierno abandonó la narrativa “setentista” como interpretación oficial:

  • Reivindicación del rol de las FF.AA. en los años ‘70.
  • Cuestionamiento del número de “30 mil desaparecidos”.
  • Impulso a causas como la del coronel Ibarzábal ante la Corte Interamericana.
  • Un acuerdo en el caso Viola, reconociendo crímenes de ambos bandos.

También se produjeron cambios simbólicos de alto impacto:

  • El Salón de las Mujeres pasó a llamarse Salón de los Próceres.
  • Revalorización de figuras como Roca y Alberdi.
  • El Centro Cultural Kirchner se transformó en Palacio Libertad.
  • Recortes a investigaciones científicas absurdas, como la famosa de “el ano de Batman”.

Nivel Seguridad, Regional y Simbólico: orden, alineamientos y valores

En seguridad, se reemplazó el abolicionismo penal por el principio de “el que las hace, las paga”, con leyes como Reiterancia y Antimafias. Se fortaleció a las Fuerzas Armadas y de Seguridad, y por primera vez desde el retorno democrático se nombró a un militar como ministro de Defensa.

Entre las decisiones más destacadas:

  • Declaración de Hamas, RAM y el Cártel de los Soles como organizaciones terroristas.
  • Endurecimiento de fronteras y políticas migratorias.
  • Alineamiento regional con EE.UU. y confrontación con el “socialismo del siglo XXI” de Petro, Lula y Maduro.
  • Relación cercana con Donald Trump, con reciprocidad pública.

En el plano simbólico:

  • Prohibición del lenguaje inclusivo, las banderas LGBT y la wiphala en dependencias oficiales.
  • Reconocimiento de la Virgen de Luján como Generala de Gendarmería.
  • Personería para iglesias evangélicas.
  • Recuperación de celebraciones tradicionales: Navidad con pesebre, Día de la Raza, Día del Niño y un Día de la Memoria “completo”.
  • Regreso de los desfiles militares.

¿Traición o transformación? La respuesta de Laje a sus críticos

Para Laje, el sector que acusa a Milei de traición representa apenas el 5% de la derecha argentina. A su juicio, estas críticas pasan por alto el contexto político: sin mayorías legislativas, los avances deben darse por vía ejecutiva, diplomática y simbólica, pero aun así son reales y cuantificables.

“Queda mucho por hacer”, reconoce, pero pide dejar de lado egolatrías y sumarse al proceso con buena fe. Señala que la juventud —que viró a la derecha en 2023 y 2025— es la principal validación cultural del cambio.

En síntesis, Laje sostiene que el balance en menos de dos años es “abrumador”: el gobierno no solo impulsó reformas económicas, sino que también recuperó terreno cultural en favor de la libertad, la vida y la identidad nacional.

Y deja una pregunta final:
¿Los críticos se incorporarán a la batalla o seguirán observando desde la tribuna?

Según Laje, la historia —y las urnas— ya empezaron a responder.

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