Fuente: La Gaceta
Un año después de que Alemania legalizara el cannabis, los primeros datos confirman los peores temores de la comunidad médica: lejos de reducir daños, la medida ha venido acompañada de un aumento del 40% en los trastornos psiquiátricos asociados al consumo y de un casi doble de casos de psicosis inducida por la droga.
El estudio, elaborado por las Clínicas Psiquiátricas de Suabia (Baviera) y publicado en Deutsches Ärzteblatt International, analizó ingresos hospitalarios entre abril de 2022 y abril de 2025. En una región de 1,9 millones de habitantes, las cifras muestran un aumento abrupto de episodios clínicos vinculados al cannabis desde la entrada en vigor de la ley el 1 de abril de 2024.
Las psicosis inducidas por cannabis pasaron de 17 a 30 casos por millón de habitantes por trimestre. «El incremento es evidente y debe tomarse como una señal de alarma temprana», advirtió el profesor Alkomiet Hasan, director del estudio y catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Augsburgo. Aunque no afirma causalidad directa, subraya que el patrón debe vigilarse «con la máxima atención».
La tendencia alemana replica lo ocurrido en otros países que legalizaron la droga. En Canadá, las hospitalizaciones por psicosis relacionada con el cannabis se triplicaron; y un estudio danés concluye que casi la mitad de estas psicosis terminan convirtiéndose en un trastorno mental permanente.
Expertos como el psiquiatra Oliver Pogarell, del Hospital Universitario de Múnich, recuerdan que el riesgo de psicosis se duplica con el consumo habitual y puede triplicarse entre menores de 25 años. Además, la probabilidad de adicción asciende al 17% cuando el uso comienza en la adolescencia.
Pese a que la legalización pretendía debilitar el mercado negro, los datos de consumo muestran una tendencia estable al alza: 9,8% de los alemanes consumieron cannabis en 2024, frente al 8,8% de 2021, según el Epidemiologischer Suchtsurvey.
Los médicos alertan de que el acceso facilitado y la percepción de inocuidad han empujado a más personas —incluidas las más vulnerables— a probar la droga. La preocupación se extiende ahora a los adolescentes, donde, según advierten, los efectos podrían manifestarse con más fuerza en los próximos años.
Alemania se convierte así en el primer gran laboratorio europeo de la legalización del cannabis. Y sus primeros resultados, advierten los especialistas, deberían servir como advertencia para el resto del continente.









