Fuente: Mundo Libre Diario
La ciudad de Nueva York, emblema mundial del capitalismo y del ascenso social, ha dado un giro ideológico drástico al elegir como alcalde a Zohran Mamdani, un joven político del ala socialista del Partido Demócrata.
Con un discurso abiertamente anticapitalista y promesas de redistribución estatal, Mamdani se impuso con más del 51%, Mamdani, quien superó el 51% de los votos, se impuso con comodidad frente al independiente Andrew Cuomo y al republicano Curtis Sliwa, en una elección donde el resultado se perfilaba como inevitable desde las primarias.
El exgobernador Cuomo, lastrado por antiguos escándalos y por su gestión de la pandemia, no logró capitalizar el desencanto hacia la izquierda demócrata; y Sliwa, pese a mantener su candidatura hasta el final, nunca representó una alternativa real.
El nuevo alcalde, musulmán de 34 años y una de las figuras más radicales del panorama progresista estadounidense, llega al poder con un programa que desafía toda la lógica económica tradicional: abolir la policía, congelar los alquileres y ofrecer transporte gratuito a costa del presupuesto público. Tan solo esta última medida, según reconoció el propio Mamdani, costaría unos 700 millones de dólares anuales.
El corazón financiero del mundo en manos del igualitarismo
Resulta casi paradójico que la capital financiera del planeta haya optado por un liderazgo que promete desmantelar los pilares sobre los que se construyó su prosperidad. Analistas advierten que el congelamiento de los alquileres podría desincentivar la inversión inmobiliaria y agravar la crisis habitacional, mientras que la abolición de la policía amenaza con debilitar la seguridad pública en una ciudad que ha vivido olas de violencia en los últimos años.
La victoria de Mamdani simboliza algo más profundo que una simple renovación política: es la manifestación de un cambio cultural en amplios sectores de la sociedad neoyorquina, especialmente entre los jóvenes, que han adoptado con entusiasmo las ideas socialistas y las consignas de “igualdad social” sin medir las consecuencias económicas.
El populismo de izquierda conquista la Gran Manzana
De los cinco distritos de Nueva York, Mamdani se impuso en cuatro —Brooklyn, Queens, Manhattan y el Bronx—, dejando a Cuomo con apenas Staten Island. Su campaña, centrada en la retórica contra “los ricos y las corporaciones”, sedujo a un electorado cansado de la desigualdad, pero también vulnerable al populismo ideológico.
El fenómeno no es nuevo. Desde la victoria de Donald Trump en 2024, una parte significativa del Partido Demócrata ha derivado hacia la izquierda más dura, convencida de que la moderación es una forma de traición. La victoria de Mamdani es, en ese sentido, la consecuencia natural de ese proceso: un experimento socialista en el corazón del mundo capitalista.
La ciudad que quiere reinventar el fracaso
La ironía histórica no pasa desapercibida: Nueva York, símbolo del éxito individual y la libre empresa, ensaya ahora políticas inspiradas en modelos que fracasaron en Venezuela, Cuba o Argentina. La promesa de una “igualdad total” financiada por el Estado ha demostrado, una y otra vez, desembocar en inflación, fuga de capitales y empobrecimiento generalizado.
Pese a ello, líderes demócratas y figuras del establishment progresista —como Barack Obama y Alex Soros— celebraron el triunfo de Mamdani, sugiriendo que su estrategia podría replicarse en otras ciudades de Estados Unidos.
Un salto al vacío con consecuencias previsibles
El ascenso de Zohran Mamdani marca un antes y un después en la historia política neoyorquina. No solo porque rompe con la tradición pragmática que durante décadas caracterizó al Partido Demócrata local, sino porque inaugura una era de experimentos ideológicos de alto costo en la ciudad más importante del país.
El “sueño americano”, nacido en las calles de Nueva York, podría verse ahora sustituido por la utopía igualitaria del Estado paternalista, esa que promete justicia pero suele terminar generando ruina.
El tiempo dirá si la ciudad que nunca duerme logra despertar de este nuevo sueño revolucionario









