Gobierno argentino desactiva el proyecto chino de radar espacial y refuerza la soberanía nacional

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Fuente: Mundo Libre

El gobierno del presidente Javier Milei decidió dar por terminado un polémico proyecto impulsado por el Partido Comunista Chino para instalar una nueva estación de observación espacial en la Argentina. El plan, que se gestó durante los gobiernos kirchneristas, contemplaba la construcción de una base en El Leoncito, provincia de San Juan, y se sumaría a la ya existente estación china en Neuquén, operada por personal de ese país.

Un acuerdo firmado durante el kirchnerismo

El proyecto formaba parte de un convenio de cooperación firmado entre 2012 y 2015, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, que permitió a China instalar una antena de espacio profundo en Bajada del Agrio (Neuquén). Ese acuerdo, presentado como una iniciativa científica, generó desde entonces fuertes sospechas internacionales por su posible uso dual civil y militar, ya que la estación depende de la China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), una entidad subordinada al Ejército Popular de Liberación.

La nueva instalación prevista en San Juan —el Radiotelescopio Argentino-Chino (CART)— pretendía ampliar la red de radares de observación espacial del régimen chino en Sudamérica, bajo la fachada de cooperación científica. Sin embargo, desde el inicio de la gestión de Milei, el proyecto fue puesto bajo revisión y finalmente cancelado.

Una decisión soberana y estratégica

El gobierno de La Libertad Avanza, en línea con su política de defensa de la soberanía nacional y su acercamiento estratégico a Estados Unidos y a los valores del mundo occidental, decidió no renovar el convenio entre el CONICET y la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) que habilitaba la construcción del nuevo radar. Además, el Ejecutivo bloqueó en Aduana el ingreso de materiales enviados desde China para completar la obra, tras detectar irregularidades en los cargamentos.

Fuentes oficiales señalaron que la decisión responde a la necesidad de preservar la soberanía y el control pleno sobre el territorio argentino, priorizando acuerdos transparentes y compatibles con los intereses nacionales.

El proyecto, que requería una inversión estimada en 350 millones de dólares, contemplaba una antena con un reflector principal de 40 metros de diámetro, lo que le habría otorgado un alcance incluso mayor al de la base de Neuquén.

Preocupación internacional

La expansión de infraestructura espacial china en el hemisferio sur ha sido motivo de preocupación para Estados Unidos y para varios analistas internacionales, que advierten sobre el riesgo de uso militar o de inteligencia de estas antenas.
El exembajador estadounidense en Buenos Aires, Marc Stanley, había señalado durante el gobierno de Joe Biden:

“Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”.

Su sucesor, el actual embajador Peter Lamelas, designado por el presidente Donald Trump en su segundo mandato, fue aún más contundente:

“Mi misión es recorrer las provincias argentinas y asegurarme de que no se firmen acuerdos que permitan la influencia maligna de China ni que puedan prestarse a la corrupción”.

Washington considera que este tipo de instalaciones forman parte del aparato científico-militar global que China expande en países donde busca incrementar su peso político y económico.

Reacción local

Desde la Universidad Nacional de San Juan, algunos sectores lamentaron la cancelación del proyecto, argumentando que tenía fines científicos. Sin embargo, el gobierno nacional reafirmó que la prioridad es la defensa de la soberanía, la transparencia institucional y la seguridad nacional, evitando comprometer recursos estratégicos o ceder control sobre infraestructuras sensibles.

Con esta medida, el presidente Javier Milei consolida su decisión de romper con los acuerdos opacos firmados por los gobiernos kirchneristas con regímenes autoritarios y reafirma su alineamiento con Estados Unidos y las democracias occidentales.

La cancelación del radar chino en San Juan representa un paso concreto en la reorientación geopolítica de la Argentina hacia un eje de libertad, transparencia y defensa de los valores republicanos.

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