José Adán Gutiérrez – Gateway Hispanic
La inteligencia artificial está en el centro de la competencia entre grandes potencias. Estados Unidos está promoviendo la “IA estadounidense” mediante iniciativas como la Asociación para la Inclusión Global en IA (PGIAI, por sus siglas en inglés), lanzada con socios industriales para ampliar el acceso y la capacitación en IA a nivel global.
El Plan de Acción en IA de la Casa Blanca (2025) identifica explícitamente la diplomacia y el establecimiento de estándares como herramientas para alinear a las naciones socias con los marcos estadounidenses.
Al integrar ecosistemas de IA basados en Estados Unidos en Hispanoamérica, Washington ofrece estándares de gobernanza democrática e infraestructura digital confiable. Esta estrategia no solo fomenta la innovación, sino que también reduce el riesgo de dependencia de plataformas chinas, las cuales generan preocupaciones sobre vigilancia y seguridad de datos.
Aunque los resultados no están garantizados, estas iniciativas aumentan la probabilidad de que los estándares regionales de IA se alineen con los intereses estadounidenses.
Argentina: Un caso estratégico
IA y capacidad digital
Con una penetración de internet cercana al 90% y un sector tecnológico en crecimiento, Argentina se posiciona como un centro viable para la IA.
El gobierno de Milei ha creado incentivos para la inversión extranjera, ha señalado una mayor alineación con Washington y ha promovido la desregulación para atraer el desarrollo de IA.
Los analistas argumentan que esta trayectoria podría convertir a Argentina en un ejemplo de IA alineada con Estados Unidos en el Sur Global.
Más allá de la cooperación tecnológica, un ecosistema de IA colaborativo ofrece un apoyo económico e infraestructural tangible que estabiliza a Argentina como socio regional.
El acceso directo a software, infraestructura en la nube y programas de capacitación especializados acelera la transformación digital, beneficiando a startups, la investigación académica y la modernización del sector público.
La integración de marcos estadounidenses también garantiza calidad, confianza y un uso responsable de la analítica avanzada en áreas como salud, educación y gestión de recursos públicos. De esta manera, la IA estadounidense se convierte no solo en una herramienta de influencia, sino en un recurso práctico que fortalece los estándares de gobernanza democrática y seguridad de datos.
Energía nuclear y necesidades energéticas de la IA
La infraestructura de IA requiere grandes cantidades de electricidad constante. La experiencia de Argentina en innovación nuclear le otorga una ventaja. En diciembre de 2024, el presidente Milei lanzó un plan para desplegar reactores modulares pequeños (SMR, por sus siglas en inglés) para alimentar industrias intensivas en datos.
En 2025, Argentina se convirtió en el primer país hispanoamericano en unirse al programa FIRST del Departamento de Estado de Estados Unidos, que promueve el despliegue seguro y responsable de SMR.
La experiencia nuclear de Argentina crea un terreno fértil para el despliegue de SMR respaldado por Estados Unidos, proporcionando energía confiable y libre de carbono para centros de datos de IA.
Esta sinergia eleva la asociación más allá de una simple transferencia tecnológica, integrando el liderazgo tecnológico estadounidense en el panorama energético de Argentina en medio de la inestabilidad financiera.
Esto asegura que Argentina pueda impulsar su transformación digital de manera sostenible, con reactores actuando como “represas digitales” que alimentan la próxima generación de infraestructura de IA.
Minerales críticos y tierras raras
Argentina posee importantes reservas de litio, cobre, uranio y otros minerales críticos. Hasta 2025, el país tenía 71 proyectos de litio y 35 de cobre en desarrollo.
Los acuerdos entre Estados Unidos y Argentina firmados en 2024 buscan asegurar cadenas de suministro no controladas por China, respaldados por agencias como la Development Finance Corporation.
La demanda de cobre es particularmente urgente: los centros de datos de IA a hiper escala pueden requerir hasta 50,000 toneladas de cobre, en comparación con las 5,000 a 15,000 toneladas de los centros convencionales.
Los minerales críticos no solo se relacionan con la seguridad del suministro; están directamente vinculados al soporte de la IA y la infraestructura digital. Conectar las vastas reservas de Argentina a mercados globales alineados con Estados Unidos asegura que el litio y el cobre se integren en rutas de suministro confiables en lugar de canales controlados por rivales.
Esta colaboración garantiza beneficios económicos y una ventaja geopolítica, asegurando recursos vitales para las industrias de IA y energía limpia.
Fragilidad macroeconómica y riesgo político
Los acontecimientos recientes destacan las vulnerabilidades agudas de Argentina. En septiembre de 2025, el país gastó más de mil millones de dólares en reservas para defender el peso, alimentando temores de insolvencia.
La administración de Milei enfrenta turbulencias políticas tras perder la provincia de Buenos Aires ante la oposición, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad de las reformas.
Estados Unidos ha respondido con ofertas públicas de apoyo. El presidente Donald Trump y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, han explorado mecanismos de estabilización, incluyendo líneas de intercambio y posibles intervenciones directas en los mercados estadounidenses, aunque evitan oficialmente el término “rescate”.
Estas iniciativas resaltan tanto la oportunidad como el riesgo: Washington puede consolidar la alineación de Argentina, pero la asociación con la controvertida austeridad de Milei podría desencadenar una reacción interna.
Esta volatilidad implica que las asociaciones de Estados Unidos en IA, energía nuclear y minerales no están aisladas de la fragilidad macroeconómica de Argentina. La planificación de contingencias, las inversiones escalonadas y la condicionalidad en materia de gobernanza son esenciales para salvaguardar los intereses estadounidenses.
Dinámicas regionales
1. Brasil
Brasil, la mayor economía de Hispanoamérica, genera más del 80% de su electricidad a partir de renovables, con la hidroeléctrica representando entre el 48% y el 56% y la eólica/solar alcanzando un récord del 34% en agosto de 2025.
Estas condiciones lo hacen atractivo para inversiones en IA y la nube. Microsoft ha comprometido R$14.7 mil millones (US$2.7 mil millones) y Amazon Web Services R$10.1 mil millones (US$1.8 mil millones) para proyectos de infraestructura.
Sin embargo, Brasil también profundiza sus lazos con China a través de laboratorios conjuntos de IA y discusiones sobre semiconductores, reflejando su enfoque de equilibrio.
2. Chile y Perú
Chile es el mayor productor mundial de cobre y un importante exportador de litio. Su litio califica para créditos fiscales de vehículos eléctricos en Estados Unidos bajo la Ley de Reducción de la Inflación debido a su estatus de tratado de libre comercio, lo que crea oportunidades para la integración en la cadena de suministro estadounidense.
Perú, rico en cobre y con depósitos emergentes de litio, sigue siendo un terreno disputado. China controla el 60% del puerto de Chancay, inaugurado en 2024, destacando la presencia estratégica de Pekín.
El compromiso de Estados Unidos en Perú debe enfocarse en mantener flujos abiertos de minerales y contrarrestar la monopolización de corredores logísticos.
3. México y Centroamérica
México es clave para las cadenas de suministro de Estados Unidos a través del marco del T-MEC. Washington sigue preocupado por las empresas chinas que podrían usar a México como una puerta trasera hacia los mercados norteamericanos y ha enfatizado incentivos para el nearshoring y proveedores confiables de 5G para mitigar riesgos.
Preocupaciones similares se extienden a Panamá y el Caribe, donde las inversiones chinas en puertos y telecomunicaciones han generado alertas de seguridad.
Implicaciones para el liderazgo de Estados Unidos
Las asociaciones en IA, energía nuclear y minerales forman un triángulo estratégico para el reenganche de Estados Unidos en el hemisferio. Estos esfuerzos pueden:
- Integrar estándares tecnológicos democráticos en la infraestructura digital de Hispanoamérica.
- Proporcionar energía sostenible para el crecimiento de la IA mediante SMR y energía limpia.
- Asegurar cadenas de suministro de minerales críticos para aplicaciones económicas y de defensa.
Sin embargo, la crisis argentina destaca que las asociaciones no son inmunes a la fragilidad macroeconómica o los cambios políticos. El compromiso de Estados Unidos debe ser adaptable: ofrecer apoyo rápido cuando los aliados flaqueen, pero condicionar la asistencia a la transparencia y la gobernanza. Si Washington titubea, China podría intervenir con líneas de financiamiento, como se ha visto en otros estados con problemas de deuda.
Argentina ilustra tanto la promesa como el peligro de las asociaciones estratégicas de Estados Unidos. La cooperación en IA, energía nuclear y minerales puede servir como palancas de alineación, pero el éxito depende de gestionar la volatilidad de las crisis. Al proporcionar apoyo oportuno y condicional, Estados Unidos puede asegurar sus intereses estratégicos mientras ayuda a Argentina a estabilizarse.
La colaboración estrecha con Estados Unidos también posiciona a Argentina como un centro atractivo para industrias habilitadas por IA. Las asociaciones facilitan la creación de productos y servicios listos para la exportación adaptados a mercados hispanohablantes y conectan el talento argentino a redes globales, ampliando las oportunidades de liderazgo.
Estas dinámicas aseguran que el progreso en IA permanezca anclado en valores democráticos y mejores prácticas, reforzando la estabilidad a largo plazo a medida que evoluciona el panorama digital.
Si se ejecuta de manera efectiva, esta estrategia ofrece un verdadero escenario de beneficio mutuo: Argentina gana estabilidad y acceso a tecnologías de vanguardia, mientras que Estados Unidos asegura cadenas de suministro críticas e influencia en su vecindario cercano.
Más importante aún, envía una señal poderosa a la región: aquellos que se alineen con Estados Unidos, en lugar de con China, podrían encontrar que Washington puede ofrecer un apoyo decisivo en tiempos de necesidad.