Fuente: The Peoples Voice
Las tasas de fertilidad mundial han caído a mínimos históricos durante las últimas seis décadas, según los científicos que advierten que ahora se avecina un colapso poblacional para la humanidad.
La tasa de fecundidad, definida como el número promedio de hijos que una mujer tiene a lo largo de su vida, ha disminuido de cuatro a cinco hijos en 1960 a 2,2 en 2023, apenas por encima de la tasa de reemplazo de 2,1. Si bien la población mundial sigue creciendo, alcanzando una población estimada de 8.100 millones en 2025, el ritmo de crecimiento se ha desacelerado, y las proyecciones indican una mayor disminución.
Los demógrafos advierten que, si estas tendencias persisten, las sociedades se enfrentarán a una reducción de la fuerza laboral y al aumento de los costos asociados al envejecimiento de la población. Steven Mosher, del Instituto de Investigación de la Población, describió la situación como una » implosión gradual de la economía mundial» y predijo una inestabilidad a largo plazo difícil de revertir. De igual manera, el macroeconomista Jesús Fernández-Villaverde calificó la disminución de la fertilidad como «el verdadero desafío económico de nuestro tiempo».
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, solo alrededor del 4 % de la población mundial vive en países con altas tasas de fertilidad, principalmente en África, donde incluso estas tasas han disminuido. Casi tres cuartas partes de la humanidad residen actualmente en países con una fertilidad igual o inferior a la de reemplazo. India, el país más poblado del mundo, ha visto caer su fertilidad de aproximadamente seis hijos por mujer en 1960 a 1,9 en 2023. La fertilidad en China ha caído por debajo de uno, mientras que Corea del Sur, Singapur y Ucrania tienen algunas de las tasas más bajas del mundo, todas por debajo de 1,0. Estados Unidos cayó por debajo de la tasa de reemplazo en 1972 y alcanzó un mínimo histórico de 1,62 en 2023.
En los países occidentales, el declive comenzó en la década de 1960 con la llegada de los anticonceptivos orales, la legalización del aborto y el aumento de las tasas de divorcio. La FDA aprobó la primera píldora anticonceptiva en 1960, y en cinco años, las tasas de natalidad en Estados Unidos ya habían disminuido. Roe contra Wade (1973) aceleró aún más el declive, con estudios que muestran reducciones significativas en las tasas de natalidad tras la legalización del aborto. De igual manera, las reformas de la legislación sobre el divorcio en Europa y Norteamérica contribuyeron a la reducción del tamaño de las familias.
La experiencia de China subraya el drástico impacto de esta política. Tras la hambruna y las convulsiones políticas de mediados del siglo XX, Pekín introdujo la política del hijo único en 1979, imponiéndola mediante la anticoncepción, la esterilización y el aborto. Los investigadores estiman que esta política evitó entre 400 y 520 millones de nacimientos, dejando al país con una de las poblaciones con mayor envejecimiento de la historia.