Por Vanesa Vallejo – Voz.us
El asesinato de Charlie Kirk dejará una huella profunda en toda una generación. Kirk, con tan solo 31 años, se convirtió en la figura icónica del movimiento conservador entre los jóvenes. Al dolor por la pérdida de una de las figuras más importantes del mundo MAGA, se suma el asombro y la preocupación por el ambiente de violencia y la crisis, profundamente espiritual, que vive el país. Entre todas las imágenes lamentables que hemos visto en las últimas horas, están las decenas de vídeos y comentarios en redes sociales de gente que parece culpar al mismo Kirk de su asesinato.
Lastimosamente estos comentarios no vienen solo de cuentas desconocidas, sino incluso de políticos demócratas en el Congreso. La congresista Ilhan Omar dijo hoy que la forma para solucionar el problema de violencia que vivimos es «no permitir retórica de odio» y puso como ejemplo los comentarios de Kirk en Twitter. Diferentes medios de comunicación también hicieron declaraciones lamentables, Matthew Dowd, analista político de MSNBC, dijo que Kirk había estado promoviendo el discurso de odio y que «los pensamientos de odio conducen a palabras de odio, que a su vez conducen a acciones de odio». Dowd fue despedido horas después de las lamentables declaraciones.
El asesinato de Kirk se hace aún más doloroso cuando su muerte despierta tales reacciones y cuando muestra que cierto sector de la sociedad, la izquierda más extrema, que ha llegado a lugares privilegiados en la política y en los medios, piensa que la violencia está justificada cuando la víctima es de derecha. Después de un asesinato, la reacción natural de cualquier persona con empatía sería dejar a un lado la ideología política de la víctima, condenar enérgicamente el hecho, y dejar claro, que aún si hay un desacuerdo, la violencia nunca es el camino.
Más que una sociedad polarizada, que sí lo está, lo que sufrimos es una crisis de valores y espiritual. Las ideas pueden ser completamente opuestas, e incluso en el ambiente político es normal que en ciertos casos haya rencores y odios entre sectores opuestos, pero pasar a la agresión física y a la planeación de un asesinato, es un estado completamente diferente. Lo que enfrentamos es la pérdida del respeto por la vida, la desaparición de la empatía y la compasión y, en el fondo, la falta de temor a Dios.
Es necesario y es correcto trabajar en reforzar la seguridad y la Justicia, sin embargo también hay que abordar otros problemas de la sociedad. Es necesario volver a la fe y a los valores. Las familias deben criar niños inamovibles en asuntos como el respeto a la vida y la dignidad humana. Las escuelas deben ser limpiadas de todo el veneno y el odio impartido por activistas disfrazados de profesores. Y sobre todo, Dios ebe que volver a tener un lugar fundamental en la sociedad.
Charlie Kirk inspiró a millones de jóvenes alrededor del país a alzar su voz y defender sus valores. Turning Point, es una organización cuyo objetivo es educar, entrenar y organizar estudiantes para promover principios como mercados libres, gobierno limitado, patriotismo y familia. kirk logró que decenas de miles de jóvenes que antes no tenían el coraje para defender sus ideas en las universidades, se sintieran animados y apoyados por toda una red, en eso se convirtió Turning Point para los jóvenes conservadores.
Es paradójico y profundamente doloroso que quien dedicó su vida a proponer el debate como vía para solucionar las diferencias, haya sido asesinado de una manera tan cruel y muy seguramente la motivación sean sus posturas políticas. El país debe defender la libertad de expresión, el debate como vía para superar tensiones, pero sobre todo, debe abordar la crisis de valores y espiritual que ha hecho que se pierda incluso el sentido de la compasión.