El régimen de Xi Jinping apuesta por los minidramas y las animaciones como nuevas herramientas culturales de influencia global. En EEUU aumentan los usuarios que prefieren este estilo de novelas con capítulos de tres minutos.
Aprovechar el consumo masivo es una estrategia que el régimen comunista chino está usando para proyectar su soft power a nivel global. Anteriormente se comentaba sobre el impacto de las ventas de muñecos Labubu fuera de China. Ahora, Pekín ve en las novelas cortas y en las series animadas otro vehículo para ganar simpatías.
Debido a eso, la Administración Nacional de Radio y Televisión (NRTA) del gigante asiático anunció un “plan de renovación de contenido”, que incluye respaldar micro‑dramas, documentales y animaciones, con mayor presencia en la televisión. Al fomentar contenidos que expanda la influencia cultural china, se traza el camino para llevar el poder blando de Pekín a otras latitudes.
Uno de los exhortos que hace el organismo, al servicio del comunismo chino, es que «se deben realizar esfuerzos para mejorar el marco jurídico y la protección de los derechos de autor para estos programas». No quieren dejar espacios a errores sobre los productos que se transmiten dentro y fuera del país.
Novelas chinas de tres minutos por capítulo
Ya existen producciones chinas populares en otros países. Por ejemplo, los primeros meses de este año la película «Ne Zha 2», basada en en un cuento del siglo XVI sobre un joven con poderes mágicos que mata dragones, recaudó más de 12.4 mil millones de yuanes (unos 1.7 mil millones de dólares), convirtiéndose en la película animada más taquillera de la historia de China y entrando en el top 10 global, indican cifras de Financial Times.
Otras cifras curiosas están en aplicaciones móviles con los short dramas chinos (también llamados micro-dramas o minidramas). El régimen asegura que en 2024, más de 300 apps de short dramas fueron lanzadas en el exterior, acumulando más de 470 millones de descargas en más de 200 países y regiones. También, plataformas de literatura online china atrajeron casi 300 millones de usuarios internacionales.
Por otro lado, el portal Wired, indica que en el primer trimestre de 2025, aplicaciones chinas como ReelShort, DramaBox, GoodShort y DramaWave generaron casi 700 millones de dólares en compras y alcanzaron 370 millones de descargas, un incremento del 500 % interanual. El medio estadounidense titula: «Los estadounidenses están obsesionados con ver cortometrajes de China».
Y es que el gigante asiático también ha sabido aprovechar la tendencia de consumo en cuanto a plataformas digitales. Los formatos de videos cortos en redes sociales, como en Instagram o TikTok, fueron trasladados a las novelas y eso logra captar al público occidental. Por ejemplo, la serie «Unparalleled Princess» tiene 30 episodios de alrededor de tres minutos cada uno. Otro es «Best Choice Ever», uno de los minidramas chinos más vistos en ReelShort, tiene 34 episodios, todos de menos de cinco minutos.
Inversión estatal para los short dramas
Las cifras anteriores, sumado a las nuevas directrices de la Administración Nacional de Radio y Televisión china demuestran que el Partido Comunista del país (PCCh) está cerrando filas para reforzar la industria. Un ejemplo está en la ciudad de Huangshan, donde las autoridades lanzaron un plan de acción dedicado al desarrollo de micro-dramas y con más de 100 millones de yuanes invertidos.
En conclusión, así como el tentáculo chino influye afuera del país con sus Institutos Confusio, con su Ruta de la Seda (al invertir millones de dólares en otros países) o con los muñecos Labubu, también ve en las novelas cortas una manera de calar en el colectivo. Tal como admitió Wang Ning, CEO de Pop Mart, la empresa que fabrica dichos juguetes, el enfoque está en utilizar sus recursos en la industria cultural para «contar al mundo buenas historias sobre China».