Por Santiago Carranza Vélez – La Gaceta de la Iberosfera
China está detrás de uno de los mayores ciberataques de la historia, según reveló el diario británico The Telegraph. El medio recoge un informe internacional que atribuye al grupo Salt Typhoon, respaldado por Pekín, el robo masivo de datos en más de 80 países desde 2021, con especial incidencia en telecomunicaciones, transportes, hoteles y sistemas militares.
De acuerdo con la investigación, el ataque permitió a los servicios de inteligencia chinos acceder incluso a las comunicaciones de Donald Trump y su vicepresidente JD Vance durante la campaña presidencial estadounidense. También fueron afectados miembros del equipo de Kamala Harris y colaboradores del líder demócrata Chuck Schumer. El FBI confirmó que las conversaciones telefónicas de Trump fueron comprometidas.
El artículo de The Telegraph subraya que agencias como la NSA, la CISA y el propio FBI calificaron la ofensiva como «indiscriminada» y «sin restricciones». La exresponsable de ciberseguridad del FBI, Cynthia Kaiser, declaró: «No puedo imaginar que ningún estadounidense se haya librado dada la amplitud de la campaña«.
El grupo de hackers chinos se infiltró en varias operadoras estadounidenses —incluidas Verizon, AT&T y T-Mobile— para escuchar llamadas y leer mensajes de texto, según el Comité de Inteligencia del Senado citado por el periódico británico. Particular preocupación generó el acceso a los sistemas de «interceptación legal» que la ley obliga a las compañías a mantener, lo que dio a Pekín la posibilidad de manipular incluso los mecanismos previstos para la seguridad nacional.
El alcance del ataque no se limitó a Estados Unidos. El GCHQ británico reconoció que Salt Typhoon penetró infraestructuras críticas en el Reino Unido, y advirtió a las empresas de «la irresponsabilidad de las compañías chinas que han permitido una campaña global de ciberataques».
Expertos citados como Jennifer Ewbank, exresponsable digital de la CIA, alertan de que esta operación marca «un nuevo capítulo» en las capacidades de espionaje chino, caracterizadas por «paciencia, sofisticación y persistencia». El ataque, descubierto inicialmente por técnicos de Microsoft, se relaciona con al menos tres compañías chinas de ciberseguridad vinculadas a los servicios de inteligencia del régimen.
El periódico recuerda que el hackeo ha generado indignación en más de una decena de países que firmaron una declaración conjunta para condenar a Pekín. Sin embargo, The Telegraph advierte de que la respuesta occidental ha sido insuficiente y que el régimen comunista ya no busca sólo robar información, sino controlar el ciberespacio global como herramienta de poder geopolítico.
«China se está posicionando para dominar el campo de batalla digital«, resumió Anne Neuberger, alta funcionaria de ciberseguridad de la Casa Blanca.