
Fuente: : La Gaceta de la Iberosfera
Por Carlos Esteban
Cuando se enteró de que un joven de origen extranjero había acuchillado a niñas reunidas en un festival el pasado mes de julio, matando a tres de ellas, Lucy Connoly, una niñera británica de 42 años, quedó tan indignada que casi inmediatamente entró en su cuenta en X y expresó su opinión de una forma comprensiblemente exaltada. El mensaje no contenía incitación a la violencia específica ni pedía reacciones concretas, y no tardó en borrarlo. Demasiado tarde: Connoly ha sido condenada a 31 meses de cárcel.
Es difícil no dar la razón a JD Vance en su ya mítico discurso en Múnich: la libertad de expresión ha desaparecido de Europa, muy especialmente de Reino Unido. Resulta raro presentar la resistencia bélica a Putin en Ucrania como una lucha entre la libertad y la tiranía cuando en Rusia han sido detenidas cuarenta personas por comentarios en redes sociales mientras que en Reino Unido la cifra aproximada es de un millar… cada mes.
El discurso de Vance no fue un recurso retórico: la Administración Trump está realmente preocupada por la falta de libertad de expresión en Reino Unido, y ha enviado al país una delegación de cinco funcionarios del Departamento de Estados para estudiar el caso.
Específicamente, la delegación se reunirá con activistas provida británicos, que han denunciado serias amenazas a su libertad de expresión, informa The Telegraph. Todavía se recuerda el surrealista caso de una activista, Isabel Vaughan-Spruce, detenida por rezar mentalmente, en silencio, delante de una clínica abortista. Vaughan-Spruce figura entre los activistas con los que se entrevistarán los enviados norteamericanos, todos ellos arrestados por protestar silenciosamente frente a clínicas de aborto en toda Gran Bretaña.
Los diplomáticos de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de Estados Unidos (DRL) viajaron a Londres en un esfuerzo por «afirmar la importancia de la libertad de expresión en el Reino Unido y en toda Europa». Liderados por Samuel Samson, un asesor principal del Departamento de Estado, se reunieron con funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y desafiaron a Ofcom sobre la Ley de Seguridad Online, un punto de discordia en la Casa Blanca.
Elon Musk, el multimillonario propietario de X y asesor de Trump, se ha pronunciado firmemente contra la regulación de la expresión en redes sociales en el Reino Unido. Isabel Vaughan-Spruce, Rose Docherty, Adam Smith-Connor, Livia Tossici-Bolt y el padre Sean Gough, un sacerdote católico, describieron a los diplomáticos visitantes sus experiencias de ser detenidos mientras oraban en silencio.
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