
Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
Por Carlos Esteban
¿Quién necesita invadir países con tanques y cazas de última generación, con lo caros que son, cuando se puede lograr sin disparar un solo tiro? Es la estrategia de los grupos islámicos para hacer de los países europeos otras tantas tierras musulmanas, como acaba de reconocer explícitamente un informe presentado al Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Francia y filtrado al diario Le Figaro.
El informe alerta sobre la creciente influencia de los Hermanos Musulmanes en Francia y su estrategia de «entrismo» para implantar la ley islámica en el país mediante una estrategia de infiltración discreta, evitando métodos violentos y optando por una guerra cultural y social.
El plan está muy avanzado, reconoce el informe de 73 páginas, elaborado por un prefecto y un embajador tras más de 200 entrevistas, visitas a 10 departamentos franceses y cuatro países. La hermandad mantiene una «red tentacular» que abarca 139 mezquitas propias y otras 55 cercanas a sus principios, un 7% del total en toda Francia.
Controlan, además, unas 280 asociaciones afiliadas, muchas vinculadas a la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF, ahora conocida como Musulmanes de Francia), que operan en ámbitos como la educación, el deporte, la cultura y organizaciones caritativas. El presupuesto de Musulmanes de Francia se estima en unos 500.000 euros, reducido a la mitad en los últimos cinco años debido a la ausencia de eventos masivos como el encuentro anual de Le Bourget, que reunía a más de 100.000 personas.
Pero la estrategia implica, sobre todo, la penetración en instituciones ya asentadas en la administración y la sociedad civil francesa para transformarlas desde dentro, un «gramscismo» a la musulmana. Se trata de islamizar Francia gradualmente, desde dentro. El informe, encargado por el Ministerio del Interior y entregado a Bruno Retailleau, detalla que en algunos barrios ya se imponen normas islamistas de facto: mujeres que no pueden salir solas, asistir a clases mixtas o vestir a la occidental por presión del entorno.
Para ello, subraya el informe, los Hermanos Musulmanes (matriz de la que han surgido grupos como Hamás en Palestina) han recibido financiación extranjera, principalmente de Catar, a través de fondos de dotación y sociedades civiles inmobiliarias hasta 2019. También se menciona el apoyo activo de figuras como Tariq Ramadan y el respaldo de países como Turquía.
El ministro del Interior ha calificado a los Hermanos Musulmanes como una «amenaza directa a la República» y ha propuesto la creación de una Fiscalía administrativa en el Ministerio del Interior para implementar medidas como disoluciones de asociaciones, así como controlar los flujos financieros extranjeros para limitar la influencia de la organización.
Al parecer, el Gobierno francés no tiene otra respuesta a esta amenaza que la misma que la ha provocado: el laicismo más agresivo, que ahora se plantea reforzar.
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