Por Joana CamposGateway Hispanic

En un acto decisivo de liderazgo, el Fiscal General de Florida, James Uthmeier, ha tomado una postura firme contra la infiltración de material pornográfico en las escuelas públicas.

En mayo de 2025, Uthmeier envió una carta a la Junta Escolar del Condado de Hillsborough exigiendo la eliminación inmediata de libros que contuvieran contenido “sexualmente explícito”, “pornográfico” y “dañino para menores”.

Esta directiva, respaldada por el gobernador Ron DeSantis y su administración, marca un hito en la lucha conservadora para proteger la inocencia de los niños y contrarrestar la agenda de la izquierda radical. Este artículo celebra la iniciativa, describe su contexto y explica por qué debería servir de modelo para el país.

El contexto: Florida se resiste a la agenda progresista

Florida se ha convertido en el bastión de la resistencia conservadora contra las políticas izquierdistas que pretenden transformar las escuelas en campos de adoctrinamiento.

Bajo el liderazgo de Ron DeSantis, el estado ha promulgado leyes como la Ley de Derechos de los Padres en la Educación (2022) y la HB 1069, que amplía la definición de material “perjudicial para menores”.

Estas medidas han empoderado a los padres y restringido el contenido que promueve ideologías de género, sexualidad explícita y narrativas raciales divisivas.

La directiva de Uthmeier responde a una crisis real: la presencia de libros en las bibliotecas escolares que contienen descripciones sexuales explícitas, disfrazadas de “educación inclusiva”.

Según Diario Las Américas , el Fiscal General actuó luego de que surgieran informes de materiales inapropiados en el condado de Hillsborough, un problema que resalta la complacencia de algunos distritos escolares hacia la agenda woke.

Carta de Uthmeier: un llamado a la acción

El 16 de mayo de 2025, Uthmeier envió una carta oficial a la Junta Escolar de Hillsborough ordenando la eliminación inmediata de los libros que violan las leyes estatales debido a su contenido pornográfico.

La carta, respaldada por el Departamento de Educación y el comisionado Manny Díaz Jr., establece que los distritos escolares deben eliminar cualquier material que contenga “descripciones o representaciones de actividad sexual”, con un plazo de cumplimiento de 30 días.

Esta medida no es meramente administrativa; transmite un mensaje claro: Florida no tolerará la sexualización de menores. Uthmeier, quien anteriormente fue jefe de gabinete de DeSantis y asesor de la administración Trump, ha demostrado un compromiso inquebrantable con los valores conservadores. Su liderazgo en esta iniciativa ha sido aplaudido por grupos como Mamás por la Libertad y el Partido Republicano de Hillsborough, que elogiaron la rápida respuesta del distrito al retirar los materiales.

Un triunfo republicano: DeSantis y Uthmeier lideran la carga

La directiva de Uthmeier no habría sido posible sin el ecosistema conservador liderado por el gobernador Ron DeSantis. El gobernador, conocido por su rechazo a las políticas progresistas, ha brindado su pleno apoyo a la medida.

La izquierda, por su parte, ha respondido con acusaciones de censura, afirmando que la medida amenaza la libertad de expresión.

La Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA) informó que Florida lidera la nación en prohibiciones de libros, con más de 1.400 títulos eliminados en 2024 (ALA, 2025).

Sin embargo, tales críticas son un intento desesperado de defender lo indefendible: la exposición de los niños a la pornografía disfrazada de literatura.

Un modelo nacional: el Proyecto 2025 y la lucha conservadora

La directiva de Uthmeier es precursora de iniciativas más amplias como el Proyecto 2025, que pretende prohibir la pornografía en todo el país y penalizar a quienes la distribuyen, incluidos los educadores que promueven contenido explícito.

Florida está estableciendo el estándar para otros estados, demostrando que es posible proteger a los niños sin comprometer la educación.

Además, la medida fortalece el currículo escolar. Al eliminar las distracciones ideológicas, los docentes pueden centrarse en las matemáticas, las ciencias y el pensamiento crítico.

La carta de James Uthmeier a la Junta Escolar de Hillsborough es más que una directiva: es un grito de batalla contra la decadencia moral impulsada por la izquierda.

En un mundo donde las escuelas son blanco de ideologías que sexualizan a los menores, Florida se alza como un faro de esperanza.

El coraje de Uthmeier, DeSantis y sus aliados republicanos es un recordatorio de que los valores conservadores pueden prevalecer sobre el caos progresista.

Pero la victoria no está garantizada. Los padres deben mantenerse alerta y apoyar a los líderes que defienden la inocencia de sus hijos.

La pregunta es simple: ¿queremos escuelas que eduquen o que adoctrinen? Florida ha optado por la educación, y el resto del país debe seguir su ejemplo.

Que esta iniciativa desencadene una revolución conservadora en la educación, una en la que los niños estén protegidos y prevalezcan los valores familiares.

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