
Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
En Afganistán existe una práctica tan antigua como perturbadora conocida como Bacha Bazi, que en persa significa «juego de niños». Sin embargo, tras este nombre se oculta una brutal forma de esclavitud sexual infantil, que lamentablemente sigue ocurriendo en pleno 2025. En esta práctica, niños de entre 10 y 14 años son maquillados y vestidos como niñas para bailar frente a adultos, quienes los observan con atención y, posteriormente, los someten a abusos sexuales y los convierten en propiedad sexual de sus “dueños”.
No obstante, estos niños no son secuestrados, sino que muchos son vendidos por sus propias familias, a menudo empobrecidas, a hombres poderosos que los «adoptan» para luego abusar de ellos durante años. La práctica está tan arraigada que cuenta con la complicidad de policías, jueces, líderes tribales y religiosos, quienes no sólo ignoran los abusos, sino que en muchos casos participan directamente.
El bacha bazi es aún más desconcertante cuando se observa el contexto ideológico en el que se practica. Los talibanes condenan la homosexualidad con la pena de muerte, pero toleran esta forma de abuso infantil. En teoría, la práctica fue prohibida en los años 90 bajo el régimen talibán, pero en la práctica, tras la retirada de las tropas estadounidenses en 2021, el fenómeno resurgió con fuerza. En este contexto, en 2025, hasta el 50% de los hombres adultos estaría implicado directa o indirectamente en esta práctica.
De acuerdo con un informe de 2024 del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la trata de personas, los supervivientes han señalado que existe una percepción generalizada de que el bacha bazi es practicado por individuos poderosos, incluidos líderes comunitarios. Ese mismo año, la Agencia de Asilo de la Unión Europea informaba que, según diversas fuentes, las fuerzas de seguridad afganas habrían reclutado a menores con el propósito específico de someterlos a esta esclavitud infantil.
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