
Fuente: Informe Orwell
El crecimiento de los trabajadores al servicio del Estado ha alcanzado cifras récord en España, consolidando una tendencia que ha dejado atrás al trabajo por cuenta propia. Según los últimos datos oficiales, actualmente hay 441.000 empleados públicos más que autónomos, una diferencia sin precedentes en la historia laboral reciente del país.
Los datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) reflejan que al cierre de 2024, el número de empleados públicos ascendía a 3,59 millones, mientras que los trabajadores por cuenta propia apenas superaban los 3,15 millones. Esta brecha ha ido ampliándose en los últimos años debido, en gran parte, al incremento de contrataciones en la administración y al estancamiento del autoempleo.
Desde mediados de 2018, la plantilla del sector público ha crecido en casi 474.000 personas, mientras que el número de autónomos apenas se ha incrementado en 70.000, muchos de los cuales no cuentan con empleados a su cargo. Además, buena parte de ese escaso crecimiento en el emprendimiento se concentra únicamente en comunidades como Madrid y Andalucía.
El deterioro del trabajo autónomo ha sido advertido por diversas organizaciones del sector. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) denuncia desde hace meses la caída de pequeñas empresas y empleadores individuales. “Hemos perdido más de 50.000 empleadores desde 2019, y en siete comunidades el número de autónomos está cayendo”, ha advertido Lorenzo Amor, presidente de la organización.
Los factores detrás de esta crisis del autoempleo incluyen una presión fiscal cada vez más asfixiante, el aumento de las cotizaciones, la burocracia creciente y la competencia tecnológica. Paralelamente, el empleo generado por el sector público, aunque cuantioso, se caracteriza en muchos casos por la temporalidad y la dependencia del salario mínimo, lo que pone en duda la calidad del mercado laboral en su conjunto.
Además, informes del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública confirman que el número de trabajadores al servicio de las administraciones públicas sigue al alza, alcanzando los tres millones según su Boletín Estadístico. Si bien las cifras de esta fuente y de la EPA no coinciden exactamente, ambas muestran una misma dirección: el Estado se ha convertido en el principal motor del empleo en España.
La situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este modelo, donde cada vez más ciudadanos dependen directamente de recursos públicos, mientras se debilita el tejido productivo de pequeños empresarios y emprendedores que históricamente han sido pilares de la economía nacional.
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