
Fuente: Hispanidad
Decíamos en Hispanidad que en España hay, por cada niño, 17 mascotas.
Y, como cada vez hay más personas que tienen mascotas antes que hijos considerando a sus animales de compañía como verdaderos descendientes suyos. Los visten, los pasean en carritos, los llevan a la peluquería o celebran sus cumpleaños, Legalitas analiza qué dice la ley sobre el fenómeno de los ‘perrhijos’ o ‘gathijos’.
Entre sus conclusiones más llamativas:
- El dueño del animal podrá aparecer como propietario en el Registro de Mascotas de la comunidad autónoma donde se resida, pero la mascota no se reconocerá en el libro de familia como si de un hijo se tratase.
- Actualmente, no existe ningún permiso retribuido en la legislación laboral por una operación o fallecimiento de una mascota, pero algunos convenios colectivos o acuerdos de empresa sí lo recogen.
Esto último resulta de lo más pertinente para aumentar la productividad en España… el mayor problema de la economía del país.
Otra cuestión que tambíén hemos abordado en Hispanidad con casos reales: ¿Es posible considerar legalmente a una mascota como un “miembro de la familia” en términos de derechos de visitas o pensiones alimenticias en casos de separación o divorcio de los dueños?
Legalitas responde que la reforma llevada a cabo en nuestro Código Civil por la cual los animales pasan a ser considerados “seres vivos dotados de sensibilidad” establece la posibilidad de regular en el convenio regulador de separación, divorcio o medidas paternofiliales el destino de las mascotas, como se contribuirá a su cuidado o el reparto del tiempo de la mascota, que puede ser compartido entre los dos miembros de la pareja.
Además, son múltiples las resoluciones que regulan la contribución económica de los cónyuges a las cargas asociadas al cuidado del animal, por lo tanto, sí se puede establecer el pago de una cantidad mensual a modo de pensión para atender a este tipo de gastos.
Esta pensión abarca entre otros gastos: la alimentación, veterinario, medicinas y/o enseres asociados a su salud y bienestar (por ejemplo, collar desparasitario, jabones/champús especiales), peluquería, etc.
Legálitas recuerda que todas las decisiones adoptadas deben hacerse de acuerdo con los intereses de la familia (cónyuges, pareja e hijos), así como en atención al bienestar de los animales.
Lo dicho, a la imbecilidad por el animalismo.
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