El reconocido podcaster Joe Rogan afirmó que una serie de artistas, músicos e incluso personas que describió como “hippies” lo han contactado en privado para agradecerle por respaldar públicamente al ahora presidente electo Donald Trump.
Según Rogan, estas personalidades temen las repercusiones sociales si expresan su apoyo de forma pública, especialmente por no alinearse con la vicepresidente Kamala Harris y el discurso predominante en ciertos círculos.
“Hay muchas personas que no dicen lo que realmente piensan. ¿Sabes cuántos artistas, músicos y comediantes, muchos de ellos ‘hippies’, me han agradecido por respaldar a Trump porque ellos no pueden hacerlo?”, comentó Rogan durante un episodio reciente de The Joe Rogan Experience.
Según el podcaster, quienes lo contactaron temen ser atacados o ridiculizados por expresar opiniones políticas que no coincidan con las expectativas de ciertos sectores progresistas. “Ellos quieren hacerlo, pero no quieren ser atacados. No pueden decirlo. Piensan que el país va en la dirección equivocada”, añadió.
La presión por apoyar causas populares
Rogan también reflexionó sobre cómo, en su opinión, muchas personas apoyan públicamente causas no porque estén realmente convencidas de ellas, sino para evitar críticas o ganar aceptación social.
“Mucha gente dice lo que dice porque no quiere que la ataquen. Si apoyas algo, aunque realmente no lo hagas, la gente adecuada te dejará en paz o incluso te elogiará”, comentó durante el episodio.
El respaldo público de Rogan a Trump llegó justo antes de las elecciones, en medio de una serie de episodios destacados de su podcast, incluyendo una entrevista con el presidente electo. Por otro lado, Rogan también intentó invitar a Kamala Harris a su programa, pero la campaña de la vicepresidente demócrata nunca aceptó debido a desacuerdos sobre las condiciones de la entrevista.
Un debate sobre libertad de expresión
Las declaraciones de Rogan subrayan la tensión que enfrentan figuras públicas que no se alinean con ciertas posturas ideológicas. Este fenómeno, según él, ha llevado a muchos a reprimir sus opiniones o a expresar apoyo a causas solo por temor a las repercusiones.
En el ambiente de las personalidades y artistas, lo «políticamente correcto» es ser progresista o de izquierda, pero si alguno apoya alguna otra causa más conservadora corre el riesgo de que incluso lo tilden de «fascista» o «retrógrada», e incluso lleva a que lo cancelen, lo boicoteen y hasta pierda trabajo y posibilidad de nuevos contratos.
La postura del podcaster y su popularidad como una de las voces más influyentes en los medios refuerzan el debate sobre el alcance y las consecuencias de la llamada «cultura de la cancelación» en la esfera pública.
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