El presidente argentino, Javier Milei, ha ordenado la retirada de la delegación de su país de la Cumbre por el Cambio Climático (COP29) de la ONU, que se está llevando a cabo en Bakú, Azerbaiyán. El mandatario es un férreo crítico de la teoría de que el cambio climático es causado por la actividad humana.
La subsecretaria de Medio Ambiente Ana Lamas confirmó a The Guardian que la instrucción de que Argentina se retirase de la cumbre surgió desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación sudamericana.
Milei ha expresado en varias ocasiones que considera que el calentamiento global es un fenómeno natural y no causado por la actividad del hombre.
La visión del economista libertario de se alinea con la de otros líderes globales como el presidente estadounidense Donald Trump, quien también ha cuestionado la validez de las políticas climáticas internacionales y ha retirado a Estados Unidos del Acuerdo de París durante su primer mandato, acción que podría repetir cuando asuma su segunda gestión el 20 de enero de 2025.
Cabe resaltar que Milei y Trump se reunirán el jueves en Mar-a-Lago, la residencia del presidente electo estadounidense en Florida. Previamente habían conversado por teléfono y el líder del movimiento MAGA le había confesado al argentino que es «su presidente favorito».
En declaraciones anteriores, Milei ha afirmado que «todas esas políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y buscan recaudar fondos para financiar vagos socialistas».
Esta postura ha sido respaldada por sectores que consideran que las políticas climáticas internacionales imponen restricciones económicas injustas a los países en desarrollo.
La retirada de Argentina de la COP29 ha sido criticada por organizaciones ambientalistas y líderes internacionales. Andrés Nápoli, director de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), calificó la decisión como «una mala estrategia» y advirtió que «va a implicar un aislamiento internacional de la Argentina en donde no lo debería tener».
Sin embargo, la postura de Milei ha sido respaldada por economistas y científicos que argumentan que las políticas climáticas actuales no son efectivas y que se necesita un enfoque más pragmático.
El economista español Jesús Huerta de Soto ha señalado que «las políticas climáticas actuales están basadas en modelos económicos y científicos que no han demostrado ser precisos». Huerta de Soto, un académico de la Escuela Austriaca de Economía, ha argumentado que «es necesario un enfoque más pragmático y menos ideológico para abordar los desafíos ambientales».
Otro economista que sigue esa línea es Nicolás Gadano, quien ha destacado que «las políticas climáticas actuales imponen costos significativos a las economías en desarrollo sin ofrecer soluciones efectivas». Gadano ha subrayado la importancia de «encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medioambiente».
La decisión de Milei de retirar a Argentina de la COP29 se enmarca en sus críticas a la Agenda 2030 de la ONU. Milei ha calificado esta agenda como un «programa de gobierno supranacional de corte socialista» que, según él, vulnera la soberanía de los Estados y los derechos individuales de las personas. En su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, Milei afirmó que «la Agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, pretende resolver la pobreza y la discriminación con legislación que lo único que hace es profundizarlas».