Fuente: VOZ Usa

Desde hace varios años los medios de comunicación estadounidenses tienen un gran problema existencial, reconocido por el propio Jeff Bezos, dueño del Washington Post, esta misma semana: los bajos índices de confianza entre los ciudadanos.

De acuerdo con los más recientes barómetros anuales de Gallup, en los últimos tres años consecutivos más adultos estadounidenses afirman que no confían en absoluto en los medios de comunicación con respecto a los confían mucho o bastante en ellos. De hecho, tan solo el 31% de los estadounidenses expresa una confianza sólida hacia la prensa, independientemente de si es un medio tradicional o alternativo.

Sin embargo, de acuerdo con diversos estudios, el mayor escepticismo recae entre las cadenas de noticias o periódicos nacionales, cuyas líneas editoriales son bastante marcadas desde hace varias décadas. En cambio, los medios locales, que por mucho tiempo fueron considerados políticamente más indefinidos, han mantenido números de confianza altos con respecto a la prensa nacional. Pero esta realidad podría cambiar muy pronto, según arroja un reportaje de RealClearInvestigations.

De acuerdo con el reporte, varias organizaciones y donantes vinculados al Partido Demócrata y causas progresistas están invirtiendo esfuerzos monetarios para tomarse decenas de medios locales en todo el país, una situación que podría poner en peligro la independencia editorial de los medios locales.

Según RealClearInvestigations, durante el otoño de 2023, la Fundación MacArthur, de tendencia progresista, prometió gastar $500 millones durante los próximos cinco años para respaldar el periodismo local.

Antes de ello, surgieron algunas iniciativas, como la National Trust for Local News, que en 2021 había prometido reunir $300 millones para invertirlos en una compañía “dedicada a proteger y sostener las noticias comunitarias”. Dos años más tarde, en 2023, National Trust for Local News compró el periódico más grande de Maine —The Portland Press-Herald—, junto con otros 22 periódicos del estado sin llamar la atención nacional en una operación sigilosa.

Asimismo, en los últimos años han sido creados otros proyectos, como States Newsroom, fundada en 2018 con el objetivo de llevar adelante una “cobertura no partidista de la política estatal”. Este proyecto ya ha formado alianzas con medios locales en los 50 estados, reportó RealClearInvestigations.

Además, la organización The American Journalism Project ha comprometido $55 millones para “reconstruir las noticias locales”.

Todas estas organizaciones e iniciativas tienen algo en común: la Fundación Tides, la Open Society Foundation y la Fundación MacArthur.

¿Ya no tan independientes?

Si bien la gran mayoría de estas fundaciones no insinúan públicamente preferencias partidistas al momento de presentar sus valores al público, todas ellas tienen un historial marcado financiado proyectos y causas progresistas.

Por ejemplo, la Fundación MacArthur financió, a través de una beca de $800,000, a la periodista y activista Nikole Hannah-Jones, autora del controvertido reportaje ‘1619 Project’, ganador del Premio Pulitzer para el New York Times. Este autodenominado trabajo de investigación planteaba que la fundación de Estados Unidos no fue en 1776, cuando se reunieron 56 congresistas para aprobar la Declaración de Independencia, sino en 1619, año en que los esclavos fueron traídos por primera vez a Virginia. Este trabajo fue duramente criticado por historiadores y verificadores de hechos por los múltiples errores fácticos que tenía el texto, que fue muy cuestionado por los editores del NYT incluso a lo interno antes de que saliera a la luz.

La Fundación MacArthur, además de respaldar con cientos de miles de dólares a Hannah-Jones, también ha recibido dinero por parte de las reconocidas fundaciones Open Society y Tides, muy reconocidas por su apoyo financiero al Partido Demócrata y causas progresistas.

En particular, el megadonante demócrata George Soros, desde hace tiempo ha estado metido en el papel de adquirir medios locales.

En 2022, en Florida, a través del startup Latino Media Network, financiado por Lakestar Finance LLC (vinculada a Soros), el magnate se hizo con la emisora cubana Mambí, una histórica radio anticomunista y conservadora que tenía una fuerte influencia en el sur del Sunshine State. Ese año, Latino Media Network, cuya nómina está plagada de personalidades, activistas y empresas vinculadas al Partido Demócrata y a organizaciones progresistas, además adquirió por $60 millones otras 17 emisoras hispanas locales en ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Miami, Houston, Chicago, Dallas, San Antonio, McAllen, Fresno y Las Vegas.

Tan solo un año más tarde, la Open Society Foundation de Soros y el multimillonario filántropo de origen suizo Hansjörg Wyss, otro potente inversor progresista, se unieron para financiar al mencionado grupo National Trust for Local News, que compró casi dos docenas de respetados periódicos locales de Maine, entre ellos el Portland Press Herald, el Lewiston Sun Journal y el Kennebec Journal.

En ese momento, los medios locales de Maine básicamente se quedaron a merced de dueños financiados por multimillonarios y donantes demócratas. Solamente un medio alternativo, The Maine Wireplanteaba un contrapeso comunicacional conservador en el estado.

Ahora, ya en el presente ciclo electoral, los movimientos sigilosos de Soros para adquirir medios locales dejaron de pasar desapercibidos de la atención nacional con la compra de Audacy, la segunda cadena de radio del país.

En particular, los republicanos del Congreso movieron fichas, denunciando la velocidad con la que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) aprobó la compra de Soros de Audacy.

El Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, presidido por el republicano James Comer, anunció a finales de septiembre que investigará el proceso de cómo la FCC aprobó una operación de tal magnitud en tiempo récord, a poco tiempo de las elecciones generales.

Puntualmente, Comer, denunció que “la FCC está tomando medidas sin precedentes en este caso para acelerar una revisión requerida de las licencias de radiodifusión saltándose sus procedimientos y procesos estándar”.

En total, gracias a la aprobación de la FCC, Soros se quedó con unas 200 radios y una audiencia de 165 millones de estadounidenses en la etapa decisiva de la campaña electoral 2024. 

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