Por Rebeca Crespo – La Gaceta de la Iberosfera
El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) considera obligatorio que todo su personal comparta baños con personas trans.
Así lo asegura un curso de capacitación que el NHS ha ofrecido a sus trabajadores a través de un documento titulado Habilidades de Igualdad, Diversidad, Inclusión y Derechos Humanos, dirigido a «todo el personal, incluidos los trabajadores externos».
En el cursillo, obligatorio para el personal, se califica como «compañero de trabajo transfóbico» a quienes no quieran compartir un baño con una persona trans. Además, se afirma que tomar esta decisión es «inaceptable» y considera un «acoso ilegal» que un trabajador sugiera el uso de baños neutrales en cuanto al género o para discapacitados.
Este curso fue hecho público por el Daily Mail después de que un trabajador decidiera compartir la información tras sentirse presionado para completar la capacitación. «Aprobar este curso es obligatorio para progresar en cuanto a carrera y salario, y, en última instancia, también lo es para ser empleado del NHS. A pesar de su supuesto compromiso con la diversidad, si no estás de acuerdo con la ideología de un grupo dominante, tienes que mentir o irte«, ha denunciado.
El uso de baños no es el único punto polémico del temario. El documento también afirma que son las «personas» quienes se quedan embarazadas, en lugar de referirse a mujeres, el único sexo que puede gestar una vida.
El documento también obliga a los trabajadores a no mostrar su religión en el lugar de trabajo. Por ejemplo, se menciona una enfermera que, al preocuparse por un paciente, decidió rezar para su recuperación. El curso detalla que fue sancionada por «no demostrar un compromiso personal y profesional con la igualdad y diversidad al mostrar su fe».
La publicación en el Daily Mail ha provocado críticas de trabajadores y activistas en defensa de la mujer. En respuesta, el NHS ha asegurado que la guía «está desactualizada y ya ha sido retirada».
Sin embargo, esta no es la primera vez que el Servicio de Salud británico enfrenta denuncias por su excesiva promoción de la ideología woke: en 2023, el diario The Telegraph aseguró que el NHS había destinado más de 13 millones de libras en más de 300 puestos relacionados con la diversidad en el Reino Unido.