Fuente: Informe Orwell
El Partido Liberal (PL), liderado por el exmandatario Jair Bolsonaro, ha sido el gran vencedor en la primera vuelta de las elecciones municipales de Brasil, obteniendo 15,7 millones de votos, casi el doble de los 8,9 millones del Partido de los Trabajadores (PT), el cual dirige el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Estos resultados consolidan el ascenso del bolsonarismo en el escenario político local, según los datos proporcionados por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
El crecimiento del PL en comparación con las elecciones municipales de hace cuatro años es notable: un aumento del 236% en su número de votos. En contraste, el PT de Lula también logró un incremento, aunque mucho más moderado, con un aumento del 28% en sufragios para alcaldías. A pesar de este crecimiento, otras cuatro formaciones políticas de centro-derecha también superaron al PT en la primera vuelta: el Partido Social Democrático (PSD) con 14,5 millones de votos, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) con 14,4 millones, União Brasil con 11,3 millones y Progresistas (PP) con 9,9 millones.
Lula, por su parte, mantuvo un perfil bajo durante la campaña, enfocándose únicamente en dos de los mayores distritos electorales del país: São Paulo y Río de Janeiro. En la capital paulista, su aliado, el socialista Guilherme Boulos, se medirá en una segunda vuelta contra el actual alcalde Ricardo Nunes, respaldado por Bolsonaro. En Río de Janeiro, el alcalde Eduardo Paes, cercano a Lula, fue reelegido con el 60,5% de los votos.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, el exmandatario agradeció a los votantes que confiaron en su partido, destacando las victorias en dos capitales regionales y la posibilidad de disputar la segunda vuelta en otras nueve ciudades. «Cuenten con nosotros», afirmó Bolsonaro.
Esta primera vuelta de elecciones municipales ha revelado un fortalecimiento del bolsonarismo a nivel local y ha dejado claro que el exmandatario sigue siendo una figura política clave en Brasil, a pesar de la caza judicial a la que le ha sometido el actual mandatario, Lula da Silva.
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