Fuente: Hispanidad
El Congreso de Georgia aprobó la semana pasada un proyecto de ley (en la tercera lectura y última), denominado de ‘Valores Familiares y protección de menores’, para defender “los valores familiares tradicionales”.
La nueva ley -que todavía tiene que pasar la tramitación de la firma de la presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, que se opone a ella- prohíbe la propaganda LGBTQI+, lo que incluye la prohibición del desfile del orgullo y de la exhibición de la bandera arcoíris.
Pero, también, prohíbe las uniones civiles o matrimonios entre personas del mismo sexo, las adopciones por parte de parejas homosexuales, la atención médica para las operaciones de cambio de sexo, las muestras públicas de afecto entre personas del mismo sexo y la promoción de contenidos pro-LGTBI en instituciones educativas, medios de comunicación, películas y libros.
La normativa ha sido impulsada por el partido gobernante ‘Sueño Georgiano‘ en un país con una importante influencia de la Iglesia ortodoxa.
Pese a que la presidenta de Georgia, Salomé Zourabichvili, tiene intención de bloquearla, el partido gobernante Sueño Georgiano tiene los escaños necesarios en el Parlamento para anular su veto.
De esta manera, Georgia da un paso en su legislación respetuoso con la ley natural y contra la ideología de género, que difunde que cada persona puede elegir su género con independencia de su biología y atendiendo únicamente al deseo de la voluntad, lo cual, difundido entre niños y adolescentes puede lograr efectos devastadores, como se está viendo ya en muchos países occidentales.