Fuente: Voz Media
Por Leandro Fleischer
El aumento de los incendios en iglesias y los ataques anticristianos generan una gran preocupación a nivel mundial. Mientras Francia es el blanco principal de este tipo de incidentes en Europa, también hay alarma en Estados Unidos debido al aumento de los actos hostiles contra las iglesias.
Asia, África y Latinoamérica no están exentas de estos flagelos, y los cristianos son víctimas de persecución por parte de las autoridades o grupos islamistas.
El extremismo islámico y el radicalismo de izquierda, sumados a la desidia de las estructuras por parte de la Iglesia, explican en gran medida estos flagelos.
Francia, el principal blanco de los ataques anticristianos en Europa
La iglesia de la Inmaculada Concepción en la localidad de Saint-Omer, en Francia, fue incendiada recientemente. Se trata de un templo construido en 1854 y restaurado en 2018, que lamentablemente ahora debe ser reconstruido, tal como ocurrió con la catedral de Notre Dame en París, luego de ser prendida fuego en el año 2019.
El autor del reciente incendio fue Joël Vigoureux, un hombre de unos cuarenta años que había salido de prisión el 27 de agosto y que tiene un amplio historial criminal, que incluye 26 condenas por delitos graves, como decenas de incendios provocados en otras iglesias.
No se trata de un hecho aislado en Francia, ya que es el país europeo que ha sufrido más ataques, atentados e incendios perpetrados en iglesias católicas.
En julio hubo dos incendios intencionales en la iglesia de Saint Simplicien, en Martigné-Briand, donde el confesionario fue consumido por las llamas, y en la catedral de Rouen, donde solo la aguja más alta fue destruida antes de que el fuego fuera controlado, informó el portal de noticias italiano La Nuova Bussola Quotidiana. No se ha detenido a ningún sospechoso por ninguno de los dos casos.
Si bien desde hacía años que los ataques a las iglesias no eran perpetrados por islamistas, tal como ocurrió en las iglesias Notre Dame du Taur, en Toulouse, y Saint Pierre, en Orleans, el 14 de julio pasado el sello del terrorismo islámico volvió a aparecer.
En Notre Dame du Travail, en el 14º distrito de París, una persona escribió frases anticristianas en el interior de la iglesia. “Estamos quemando la primera parte de la iglesia”, “sométanse a Alá”, “un solo dios, Alá”, fueron algunas de las oraciones que aparecieron en el templo. El atacante, quien no ha sido atrapado, también intentó incendiar el lugar, pero no logró hacerlo. Además, robó una estatua de madera de la Virgen María, que fue encontrada en el baño de un bar con un cuchillo clavado en la garganta y un mensaje que rezaba: “María, este es tu destino. Los musulmanes no te podemos aceptar”.
En julio también se produjeron una serie de incendios en iglesias de Nueva Caledonia. Los templos afectados fueron Notre-Dae de l’Assomption, la iglesia de Ty y la de Saint Louis. La violencia desatada contra estos sitios incluso derivaron en que el presidente Emmanuel Macron se pronunciara al respecto.
En agosto, antes de la misa dominical, el párroco de la iglesia de Saint Pierre en Lège Cup Ferret encontró el sagrario arrancado y las hostias consagradas esparcidas y pisoteadas.
La Nuova Bussola Qutodiana destacó que a pesar de que la lista de ataques contra iglesias en Francia es muy extensa, no se suele encontrar a los responsables de los hechos. Y señaló que sobran los casos de iglesias incendiadas intencionalmente en los últimos años pero que fueron declarados accidentes.
Sin embargo, cuando se identifica a un culpable, no siempre es útil. Tal es el caso de un refugiado ruandés que había estado involucrado en un incendio provocado en la catedral de Nantes en el año 2020 por no haber recibido la renovación de su permiso de residencia. Sin embargo, el hombre luego fue liberado y permaneció en Francia, donde en 2021 asesinó a un sacerdote que lo había acogido en Saint-Laurent-sur-Sevre, en la región de Vendée.
En el año 2022, los diputados Ludovic Mendes y Hauts-de-Seine presentaron un informe parlamentario sobre actos antirreligiosos, según el cual se cometieron 857 ataques en Francia en 2021, en tanto que un año después aumentaron un 8%. En 2023, se registraron casi 1.000 de estos incidentes, informó el Ministerio del Interior, lo que representa casi tres atentados por día.
La Nuova Bussola Qutodiana responsabilizó por esta ola de violencia anticristiana a un fenómeno cultural que oscila entre la burla y los actos intelectuales de odio hacia los católicos. El medio mencionó a organizaciones como Libre Pensée y Ligue des Droits de l’Homme, que están listas para colapsar los tribunales cada vez que aparece un símbolo del cristianismo en el espacio público, y que, desde hace años, ambas agrupaciones intentan eliminar de Francia las estatuas de San Miguel y la Virgen María.
Además del odio izquierdista, el medio también mencionó el odio al cristianismo inherente en el islam, lo cual deriva en una combinación peligrosa y liberticida.
Los incendios se explican por diversas causas; el vandalismo no es la única razón por la que las iglesias se queman. Los edificios religiosos, sin importar la confesión, sufren un mal profundo y más insidioso: la falta de mantenimiento y el deterioro, algo que también ocurre con templos de otras confesiones.
En 2022, Edouard de Lamaze, presidente del Observatorio del Patrimonio Religioso de París, manifestó que en Francia se estaba produciendo la desaparición de un edificio religioso cada dos semanas (por demolición, transformación, destrucción por incendio o colapso). No obstante, aclaró que dos tercios de los incendios en edificios religiosos no eran provocados.
Según Info Vaticana, si bien estas estadísticas incluyen edificios pertenecientes a todos los grupos religiosos, la mayoría de ellos se refieren a monumentos católicos, que todavía representan una gran mayoría en Francia, donde hay aproximadamente 45.000 lugares de culto de esta rama del cristianismo.
Se disparan los ataques contra iglesias en Estados Unidos
El Consejo de Investigación Familiar (FRC, por sus siglas en inglés) reveló que los incidentes relacionados con incendios provocados, vandalismo y otros actos hostiles contra las iglesias estadounidenses aumentaron a al menos 436 en 2023, más del doble que los reportados en 2022, informó el Washington Times.
El número es, además, ocho veces mayor que la cantidad de incidentes registrados en 2018, subrayó el informe Hostilidad contra las iglesias del FRC.
Entre los actos contra las iglesias se registraron incidentes con armas de fuego y amenazas de bomba, entre otros. Desde 2018 se han reportado 915 acciones de este tipo.
En 2023, las iglesias de 48 estados y el Distrito de Columbia fueron atacadas, agrega el FRC, indicando que solo en Hawái y Wyoming no se reportaron incidentes contra estos templos. Y remarcó que California, con 33 hechos, sufrió el mayor número de ataques contra iglesias, en tanto que Texas, con 28, quedó en segundo lugar.
Según el informe, entre enero y noviembre de 2023 se produjeron al menos 315 casos de vandalismo, 75 ataques o intentos de incendio, diez incidentes relacionados con armas de fuego, 20 amenazas de bomba y 37 hechos hostiles de otras características en iglesias.
El reporte se dio a conocer poco después de otro publicado por el FRC que señalaba que la persecución de los cristianos por parte de Gobiernos occidentales aumentó un 60% el año pasado.
Tony Perkins, presidente de la FRC, apuntó contra la Administración Biden-Harris. “Existe una conexión común entre la creciente persecución religiosa en el extranjero y la hostilidad cada vez mayor hacia las iglesias aquí en el país: las políticas de nuestro Gobierno”, dijo. Y agregó: “La indiferencia en el extranjero hacia la libertad religiosa fundamental sólo es rivalizada por el creciente antagonismo hacia los absolutos morales que enseñan las iglesias que creen en la Biblia aquí en Estados Unidos, lo que está fomentando este ambiente de hostilidad hacia las iglesias”.
Arielle Del Turco, autora del informe y directora del Centro para la Libertad Religiosa del FRC, manifestó que “la intimidación religiosa” es el objetivo de los atacantes, cuyo mensaje es que “las iglesias no son bienvenidas en la comunidad”.
“Nuestra cultura está demostrando un creciente desdén por el cristianismo y las creencias cristianas fundamentales, y los actos de hostilidad contra las iglesias podrían ser una manifestación física de eso”, añadió.
“Independientemente de las motivaciones de estos crímenes, todos deben tratar a las iglesias y todos los lugares de culto con respeto y afirmar la importancia de la libertad religiosa para todos los estadounidenses”, concluyó.
Las duras persecuciones contra cristianos en África, Asia y Latinoamérica
La Lista Mundial de Vigilancia 2024, elaborada por la organización benéfica Open Doors, clasifica los 50 países donde es más peligroso ser cristiano. El informe revela que el nivel de violencia que sufren las personas que profesan la fe cristiana ha crecido exponencialmente durante el año 2023.
De acuerdo con el reporte, los ataques denunciados contra iglesias, escuelas cristianas y hospitales se han multiplicado por siete el años pasado, pasando de 2.110 en 2022 a 14.766 en 2023. Y añadió que las agresiones a viviendas pertenecientes a cristianos también han aumentado un 371%.
Además, subrayó que uno de cada siete cristianos en todo el mundo se enfrenta ahora a un alto nivel de persecución y discriminación.
Henrietta Blyth, directora ejecutiva de Open Doors, afirmó que las minorías cristianas en África oriental y occidental se enfrentan a una amenaza existencial por parte de los yihadistas y los regímenes autocráticos, indicó Church Times.
Según la Lista Mundial de Vigilancia 2024, los ataques yihadistas contra cristianos se llevan a cabo principalmente en Somalia, Nigeria, Burkina Faso y Malí.
El informe subraya que Corea del Norte sigue siendo el país más peligroso del mundo para los cristianos, y ha ocupado el primer lugar de la lista durante 22 de los últimos 23 años.
De hecho Pekín repatrió el año pasado a 600 norcoreanos como parte de un acuerdo con Pyongyang. Se estima que la mayoría son cristianos que huyeron del país y que ahora deberán pasar años en campos de prisioneros del régimen.
El informe señala que los cristianos de India también son blanco de la violencia religiosa. El mayor aumento de los ataques se produjo en el estado de Manipur, donde varias iglesias y casas fueron destruidas, 160 personas que profesan la fe cristiana murieron por la violencia y 62.000 fueron desplazadas de sus hogares. Además, agrega que 12 estados indios han aprobado leyes contra la conversión para reprimir a minorías religiosas, como los cristianos, promovidas por las autoridades hindúes nacionalistas.
La situación de los cristianos también es preocupante en Pakistán, donde 21 iglesias fueron quemadas o dañadas en agosto de 2023 y cientos de cristianos debieron huir.
Nicaragua es otro país donde la persecución a los cristianos se ha incrementado debido a las políticas del régimen dictatorial de Daniel Ortega, quien se ha encargado de detener a decenas de sacerdotes y otros cristianos a los que acusa de conspirar en su contra.
Incendios de iglesias en Canadá
Canadá es otro país que ha sufrido un número preocupante de incendios en sus iglesias. Un informe de CBC News señaló que 33 iglesias se quemaron hasta los cimientos desde mayo de 2021 hasta 2024. Y solo dos de los siniestros fueron considerados accidentales.
De acuerdo con los investigadores, 24 de los incendios fueron provocados deliberadamente, mientras que el resto se encontraba bajo investigación.
A estos siniestros se les sumó un incendio en la Iglesia Anglicana Santa Ana, en Toronto, a mediados del corriente año. El fuego destruyó tanto un sitio histórico como pinturas raras de un aclamado grupo de artistas canadienses.
Fue en Canadá también donde en 2021 se produjeron una serie de ataques contra el patrimonio histórico y católico del país a raíz de una acusación falsa, según la cual se habían encontrado tumbas de 215 niños indígenas en los terrenos de un antiguo internado de esta rama del cristianismo para educar a los menores aborígenes. Este tipo de internados estuvieron activos entre 1879 y 1996. En total se incendiaron 83 iglesias.