Por Betty Wang – Blog de Shen Yun Performing Arts

Realmente agradezco que la profesora me tome la cabeza por detrás de las orejas y la empuje hacia arriba hasta que parezca que se me va a desprender. En serio. En realidad está corrigiendo mi postura y ayudándome a ponerme lo más derecha y energética posible. (Después te muestro cómo, ¡así tú también puedes hacerlo!)

Equilibrio para todos

Los fisiólogos dicen que una buena postura previene las molestias de tener huesos, articulaciones y músculos doloridos. Incluso influye en el funcionamiento de los órganos, la presión sanguínea y la respiración. Un ‘coach personal’ resaltaría la importancia de verse radiante y seguro de uno mismo.

Para los bailarines de danza clásica china, una postura perfecta es la mejor señal de profesionalismo. Es el primer paso del entrenamiento básico de los novatos, y sigue siendo algo a enfatizar durante toda nuestra carrera.

Como reza un antiguo proverbio: para crear una obra maravillosa, un artesano necesita las mejores herramientas. Una postura impecable es como un hermoso lienzo en blanco. No sólo es un gran punto de partida para incontables poses y movimientos de la danza clásica china, sino que también nos hace parecer más altas y flacas.

En la antigua China, al igual que en algunas culturas occidentales, una postura apropiada era indispensable para respetar la etiqueta y una parte crucial de la educación básica. Manuales tradicionales como el Libro de los Ritos (禮記) y Ser un buen estudiante y un buen niño (弟子規) incluyen instrucciones detalladas y ejemplos de cómo las personas educadas deben arrodillarse y pararse.

Mediante la medicina tradicional china, la gente sabía las terribles consecuencias de una mala postura, que obstruye los canales de energía que recorren nuestros cuerpos. En esa época, la postura se tomaba muy seriamente.

Así que aquí hay algunos consejos para quedar bien parado:

1. La postura más valiosa

Todos los días, en la clase de danza, pasamos cinco minutos simplemente de pie. Pero no se trata de estar paradas y nada más: es la postura más valiosa que hacemos en el día.

Básicamente, te estiras de manera vertical lo más que puedas: presionas con fuerza hacia abajo con tus pies mientras que tu cabeza se estira hacia el techo. Pero no hay que ponerse tenso. Ah, y recuerda respirar.

Estas son las instrucciones paso a paso:

Párate con los pies juntos. Las rodillas deben estar derechas y los talones juntos, los dedos de los pies deben formar una V natural. Haz que tus piernas se toquen lo más posible pero sin tensar tus cuádriceps. No te hundas hacia el piso, levántate con tu columna vertebral. Cierra la parte delantera de tu caja torácica y mete el abdomen. Baja los omóplatos mientras estiras tus hombros hacia afuera, hacia ambos lados. Mantén la cabeza y el cuello derechos, como si tu coronilla quisiera atravesar el techo.

2. El muro de honor

Una auto-evaluación sencilla es pararse contra una pared. Échate hacia atrás para que tu cabeza, hombros y glúteos toquen la pared (no es necesario que tus talones la toquen, si te resulta incómodo). Quédate así unos minutos por día para que tu cuerpo memorice la sensación de pararse derecho.

3. Echa una mirada

Cada vez que pases por un espejo, en lugar de fijarte si tienes algo en los dientes o si tu cabello se ve bien (aunque puedes igualmente hacerlo), ¡fíjate si tu postura está bien! Obsérvate: ¿hay una línea recta entre tu oreja, hombro, cadera, rodilla y tobillo? Luego mira si tus caderas y rodillas están parejas y si tus hombros están encuadrados.

4. ¡Imagínate!

Puedes trabajar en tu postura en cualquier lugar. Siempre que te sientas decaído, visualiza un hilo que recorre tu columna y te estira hacia arriba.

5. ¿Cómo estás sentado?

Víctimas de la epidemia del asiento: protege tu postura en la oficina, tu vehículo o el sillón de tu casa. Asegúrate de apoyar la espalda en el respaldo (eso evita que te encorves o reclines), y ubica tus pies a la misma altura, ya sea en el piso o en un reposapiés.

La medicina tradicional china también cree que estar sentado por mucho tiempo obstruye el flujo sanguíneo, estanca el qi y daña la salud de los órganos. Por eso, incluso con el asiento y el escritorio más ergonómicos, trata de pararte y estirarte siempre que puedas. Si te sientes incómodo, es hora de levantarte y moverte. Ve a tomar agua, mueve un poco tu cuello, ponte en puntas de pie o da algunos saltitos.

6. Vuelve al pasado

Dado que en China las sillas no eran comunes antes del siglo XII, durante la mayor parte de su historia, los chinos consideraban que sentarse no era para nada civilizado. Lo óptimo era sentarse de rodillas, además era un buen signo de disciplina y decoro.

Sentarse de rodillas evita que te encorves y previene la artritis en las rodillas. De acuerdo con la medicina tradicional china, también estimula muchos tendones de la rodilla y vitaliza un punto de energía importante que ayuda al estómago, el bazo y el hígado, conocido como Tres millas a pie.

Estirarse realmente puede ayudar a enderezar las cosas. Así que prueba y fíjate si también te sientes mejor parado.

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