Fuente: Sabrina Martín – Voz US
El expresidente Donald Trump reaccionó a la decisión del juez Juan Merchán de posponer su sentencia en el caso penal Nueva York contra Trump hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre. Trump interpretó el aplazamiento como una confirmación de que “todo el mundo ha comprendido que no había fundamento” para las acusaciones en su contra.
La sentencia, que estaba programada para el 18 de septiembre, se ha reprogramado para el 26 de noviembre, justo después de las elecciones. En una entrevista exclusiva con Fox News Digital, Trump reiteró su inocencia, afirmando que “no hizo nada malo” y describiendo el caso como una “cacería de brujas” sin justificación. Según Trump, el aplazamiento muestra que el caso carece de mérito.
“El caso se retrasó porque todo el mundo se dio cuenta de que no había ningún caso y que yo no hice nada malo. Es un caso que nunca debió haberse presentado”, dijo.
El expresidente, quien fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, derivados de una investigación realizada por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, ha apelado el veredicto y ha mantenido que el proceso judicial está motivado políticamente, especialmente en un año electoral.
Argumentos del Juez Merchán
El juez Merchán, en su explicación, argumentó que el aplazamiento era necesario para mantener la integridad del proceso judicial, asegurando que la audiencia de sentencia debe estar libre de distracciones o distorsiones. Señaló que el contexto actual, marcado por la cercanía de las elecciones y la participación de Trump como candidato presidencial, complica la realización de una audiencia sin que parezca que busca influir en el resultado electoral.
Reacción del equipo de Trump
El equipo de Trump, representado por el abogado Todd Blanche, opinó que la sentencia debería ser desestimada bajo la inmunidad presidencial. Blanche destacó que el caso es una “persecución política” y criticó la presentación de pruebas que incluyen comunicaciones oficiales de la Casa Blanca.
Por su parte, Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, también insistió en que el caso debería ser desestimado. Cheung acusó al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de intentar interferir en las elecciones, respaldando así la visión del expresidente de que enfrenta una persecución por motivos políticos.