Fuente: Voz Media
Por Emmanuel Alejandro Rondón
Venezuela atraviesa sus horas más oscuras. Desde el 28 de julio, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano anunciara un clamoroso fraude electoral condenado por la comunidad internacional, los venezolanos se lanzaron a las calles en todo el país para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro y las autoridades electorales. La respuesta de la dictadura chavista fue feroz, salvaje. Desde ese momento, las fuerzas de seguridad detuvieron a más de mil personas, según cifras oficiales, aunque algunos activistas de derechos humanos afirman a VOZ que podrían ser más, ya que los detenidos aumentan con el correr de los minutos. También se ha confirmado el asesinato de 16 manifestantes (cifra que también podría ser mayor) y cientos de heridos de bala. Todo esto, en menos de 72 horas tras los resultados del domingo.
La altísima cifra de detenidos no sorprende viendo los mecanismos aplicados por la dictadura de Maduro para perseguir a la disidencia. En redes sociales se han publicado vídeos donde se aprecian secuestros ilegales a plena luz del día contra ciudadanos comunes y dirigentes políticos, como el caso de Freddy Superlano, el coordinador político de Voluntad Popular, cuyo partido denunció que su dirigente está siendo torturado por el régimen chavista mientras se encuentra desaparecido. A su vez, distintos activistas políticos han denunciado que el régimen chavista está usando una nueva herramienta de persecución, mucho más sofisticada: la delación de manifestantes pacíficos por parte de cuentas anónimas en redes sociales y de usuarios en una aplicación móvil que, hasta hace horas, estaba disponible en las tiendas de aplicaciones de Google y Apple, VenApp.
La Stasi chavista
Se trata de una aplicación que se popularizó desde su lanzamiento en 2022, con la promesa de ser un nexo entre los venezolanos y las instituciones encargadas de diversos servicios públicos. En julio de 2023, el portal venezolano “Cazadores de Fake News” expuso al creador de la aplicación: el brasileño André Golabek.
De acuerdo con el reporte, esta app gubernamental está siendo utilizada por el régimen de Maduro para capturar millones de datos de los ciudadanos venezolano.
Según el portal, Golabek, además de VenApp, también fundó Venqis, “una empresa de comunicación política que asesoró campañas que coincidieron con la actividad de centenares de cuentas falsas que difundieron desinformación y propaganda a favor de aspirantes” del régimen a gobernaciones de Venezuela y de funcionarios en Panamá, Bolivia y República Dominicana.
Ahora, luego de que hace una semana VenApp se uniera a la campaña chavista, la aplicación está siendo utilizada para un propósito mucho más sombrío y vil: denunciar protestas “fascistas”, o como las llama Maduro, “Guarimbas”.
Un portal propagandista del régimen, llamado “Diario Vea”, explica el proceso de cómo funciona VenApp para denunciar las “guarimbas fascistas”:
“Ya es un hecho. En la aplicación VenApp está habilitada la ventana para denunciar a los grupos delincuenciales y criminales que intentan alterar la paz del país. La medida se produjo a pocas horas del anuncio del jefe de Estado reelecto, Nicolás Maduro, de crear esta herramienta. A través de la Línea 58 de la VenApp te aparecerá la opción Denuncia; al seleccionarla surgirá: ‘Guarimba fascista’. Después, en subcategorías, encontrará 10 opciones para reportar saqueos, daños al patrimonio público, alteración del orden público, ataques a personas, desinformación, robo, cierres de vías públicas, amenazas, guarimbas fascistas, otros”.
El propio Maduro, el martes 30 de julio, afirmó públicamente de forma amenazante que se había creado una ventana en VenApp que sería habilitada para denunciar “guarimbas fascistas”.
Maduro aseguró que los denunciantes tendrían “toda la privacidad y la confidencialidad para que ustedes hagan las denuncias, llegue al puesto de Comando Presidencial y se actúe de inmediato”.
En ese sentido, el mensaje de Maduro es claro: que los partidarios chavistas de su régimen denuncien “anónimamente” a sus vecinos antichavistas, en un sistema de inteligencia no oficial que recuerda a la Stasi en la República Democrática Alemana (RDA), que fue la principal policía y red de inteligencia de ese régimen que se nutrió de los delatores no oficiales: ciudadanos comunes, amigos, vecinos y familiares afines al régimen que no toleraban la disidencia política.
VOZ, utilizando una cédula identidad venezolana, puedo confirmar de forma independiente que la aplicación está diseñada para que, si se desea, pueda ser utilizada para perseguir a la disidencia.
Sin embargo, las palabras de Maduro parecen que fueron contraproducentes para su propio régimen.
Luego de que le diera mayor visibilidad a VenApp, diversos usuarios en redes sociales, especialmente en X, se organizaron para denunciar masivamente a la aplicación que, al momento de publicar este artículo, ya no está disponible ni en Google Play ni App Store.
Sin embargo, eliminar a VenApp de las tiendas de aplicaciones no terminar de solucionar el problema, ya que los delatores del régimen que ya descargaron la aplicación puedan seguir contando con la app en su dispositivo móvil ayudando a revelar la ubicación de manifestantes opositores.
El maltrato a los detenidos
Si bien organizaciones independientes como Foro Penal aseguran que van 429 arrestos verificados en el marco de las protestas postelectorales, activistas de derechos humanos en el terreno afirmaron a VOZ que la cifra ya quedó obsoleta y muy probablemente será actualizada en cuestión de horas.
La cifra sobre detenidos más realista ronda las mil personas y, según un activista de la organización Civilis, la situación de los detenidos es muy compleja en la capital venezolana Caracas.
En primer lugar, el activista, cuyo nombre fue resguardado por seguridad, denunció a VOZ la dinámica de arrestos en la capital, señalando irregularidades y violaciones de derechos fundamentales en los procedimientos de detención y procesamiento.
Según el activista, los detenidos son llevados a comandos de seguridad o al Comando Nacional Maripérez, donde se realiza la reseña inicial antes de trasladar a los hombres a la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Boleíta y a las mujeres a la sede en El Valle. En todas las instalaciones, según diversos testimonios recabados por VOZ, los familiares no tienen acceso directo a los detenidos, debiendo conformarse con listas manuscritas que los funcionarios verifican de manera imprecisa.
“Además de esto, la comida igual. Haces una cola y se le entregas al funcionario, pero tú no tienes certeza alguna que se las entregan”, dijo el activista a VOZ.
La situación también afecta a los abogados defensores, quienes enfrentan tremendas restricciones para ver a sus clientes, ya que no se les permite ver ni hablar con sus defendidos. Según el activista, los funcionarios aseguran que tienen una “orden” vigente de que no se les deje pasar a ver a los detenidos, y que los abogados serán llamados para las audiencias, sin especificar cuándo ni dónde realizarán.
Asimismo, el activista mencionó que circulan rumores en los lugares de detención sobre la realización de audiencias dentro de las instalaciones de la PNB, con defensores públicos, situación que todavía no se pudo confirmar de forma independiente. En un caso específico, los abogados dejaron un escrito con la esperanza de que fuera considerado y registrado, intentando evitar que se realice una audiencia sin su presencia y con defensa pública, situación que dejaría al detenido en total indefensión.
Las denuncias sobre la situación de los detenidos se producen cuando el propio dictador Maduro, en un vídeo en X con militares, afirmó el régimen ya apresó a “1.200 criminales”, haciendo referencia a los manifestantes y ciudadanos venezolanos pacíficos que fueron arrestados desde el domingo.
La derecha no ha podido ni podrá con nosotros, por el contrario, cada agresión nos fortalece más y nos hace invencibles… pic.twitter.com/BLQcgzlCIC— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) March 19, 2014