Fuente: Mundo Libre Diario

Con el auge del globalismo, muchos países han perdido el sentir patriótico o la identidad nacional. Este caso se destaca en Europa y en Estados Unidos, donde las políticas de “fronteras abiertas” implementadas dieron lugar a una inmigración sin control, donde se mezclaron las culturas y las tradiciones y -en parte- los nativos perdieron su propia identidad. 

Peor aún es que cualquier ciudadano es susceptible de sufrir una gran cancelación si habla de ser patriota, canta el himno nacional o se expresa en contra de la inmigración ilegal. Incluso puede ser tratado de xenófobo y racista, mientras que en algunos países incluso se enfrentaría a severas multas y hasta la prisión.

Algunos analistas opinan que detrás de esta agenda globalista hay un plan con una intención a largo plazo de subvertir las tradiciones y la identidad nacional. 

Sin embargo, este plan no ha tenido demasiado efecto en las canchas de fútbol y en eventos deportivos como por ejemplo la Copa América, la Eurocopa y el Mundial. La identidad nacional todavía es predominante y aún no se ven inmigrantes ilegales en los equipos de EE. UU. y Europa. 

Pero tal vez esto podría llegar con el tiempo. ¿Llegará el día en que  latinos, chinos y musulmanes ilegales podrían jugar para EE. UU. u otro país de Europa? ¿Levantarían ellos la bandera del país que los acogió o la de su país de nacimiento? Es conocido que en el caso de los musulmanes, ellos han insistido en mantener su cultura y nacionalismo en Francia, Inglaterra, Alemania, España u otro país que los ha refugiado. Sin duda, esto podría ocasionar un gran caos en las canchas.

Por otro lado, los argentinos nunca han sido demasiado patrióticos. Argentina, bautizado como “crisol de razas”, forjó su identidad a partir de inmigrantes europeos, principalmente llegados de España e Italia.

Sin embargo, la Selección Nacional, conocida como la Albiceleste, es quizás el mayor símbolo del sentir patriótico en el fútbol. 

En el fútbol, el sentido de patriotismo y lealtad hacia Argentina está siempre presente.

Este deporte, profundamente arraigado en la identidad nacional, refleja el espíritu y la pasión de los argentinos. Incluso los inmigrantes residentes en Argentina se vuelven fanáticos de la Selección Nacional y hasta la alientan con camisetas y banderas blancas y celestes cuando Argentina  juega contra otro país.

Cada Copa del Mundo, Copa América o cualquier competencia internacional se convierte en una oportunidad para que los argentinos demuestren su amor por el país. 

Las calles se inundan de banderas celestes y blancas, y el himno nacional resuena con más fuerza que nunca. La victoria en el Mundial de 1986,  la Copa América 2021 y la Copa Mundial de 2022 son ejemplos de cómo estos triunfos deportivos se convierten en momentos de unidad y orgullo nacional.

Asimismo, en tiempos de crisis económica y social, el fútbol ha servido como un refugio y una fuente de alegría para millones de argentinos. Los éxitos en el campo se convierten en metáforas de resistencia y superación, y los jugadores son vistos como héroes que llevan el peso de la nación sobre sus hombros.

Además, la creciente influencia de jugadores argentinos en ligas extranjeras y el continuo éxito de la Selección Nacional, hacen que la pasión por el fútbol siga siendo un pilar fundamental de la identidad argentina. 

Por otro lado, casi todos los jugadores tienen familias tradicionales, esposa e hijos que incluyen en su vida y sus eventos deportivos. Después de los partidos, cuando los jugadores son entrevistados por periodistas, los agradecimientos y saludos que dedican son hacia sus respectivas familias, especialmente para su mujer e hijos y -si no tienen- el agradecimiento especial es hacia sus padres. Esto marca una gran diferencia con jugadores de otros continentes. 

Uno de estos ejemplos destacados es el Lionel Messi, quien se casó con su amor de la juventud y hoy comparte 3 hijos con ella.

Messi tenía el sueño de llevar la copa del mundo al pueblo argentino y lo logró. Pero en realidad, le llevó mucho más que eso, ya que lo honró con un ejemplo de humildad, resiliencia, buenos valores como el compañerismo, el trabajo duro y el amor por su familia.

Después de la sufrida final con Francia en Qatar 2022, cuando comenzaban los festejos dentro de la cancha, Messi pidió varias veces por sus hijos y su esposa, Antonella, a la que conoció en su Rosario natal en plena infancia. Este pedido del jugador -ídolo de multitudes- reivindicó nuevamente a la institución “familia”, tan vapuleada últimamente por las tendencias modernas y progresistas.

El hecho de que Messi no toca a ninguna mujer, incluyendo a famosas personalidades que son fanáticas suyas, destaca que él es un fiel esposo y padre serio y que además evita cualquier complicación o malentendido. Con su estatus, seguramente recibe la atención de muchas mujeres bellas que quieren acercarse a él, pero la estrella del fútbol siempre mantiene una distancia adecuada. 

Cuando Argentina ganó la Copa Mundial en diciembre de 2022, al menos cinco millones de personas de todas las edades y los estratos sociales salieron con gran felicidad para festejar. Tal vez los argentinos no solo estaban festejando una copa mundial, sino que -aunque no eran del todo conscientes de ello- estaban celebrando el triunfo de los valores tradicionales. 

La nueva generación de futbolistas y aficionados seguramente llevará adelante este legado, asegurando que el fútbol, el patriotismo y los valores tradicionales sigan entrelazados por muchos años más.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
1 Comentario
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas