Por Kevin Frank – La Derecha Diario
El portavoz del partido Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, anunció este martes que presentarán un proyecto de ley para impulsar la reducción de la jornada laboral sin disminución salarial, algo que harán con o sin el apoyo del sector privado, como el propio presidente Pedro Sánchez había prometido previamente.
“Si no se logra mediante el diálogo social, lo llevaremos al Congreso de los Diputados“, dijo en una forma de amenaza hacia los empresarios Errejon, que forma parte de la coalición de gobierno socialista junto con el PSOE y Podemos.
De esta manera, el Gobierno ahora busca reducir la jornada laboral de 40 a 38,5 horas semanales este año y a 37,5 horas en 2025. Esta iniciativa es impulsada por la líder de Sumar, Yolanda Díaz, actual vicepresidente de España y quien además encabeza el Ministerio de Trabajo, posición desde la cual está liderando las negociaciones entre sindicatos y patronal sobre esta medida.
“Estamos hablando de una discusión política que tiene un impacto directo e inmediato en la vida cotidiana de los españoles“, resaltó Errejón, un joven dirigente que se acostumbró a cobrar sin trabajar, durante la rueda de prensa en el Congreso. Con datos falsos, afirmó que esta medida cuenta con el respaldo de “más de dos tercios de la ciudadanía española“.
Por otro lado, el portavoz del grupo plurinacional celebró que finalmente se vaya a someter a votación esta semana el decreto que incluye la reforma del subsidio por desempleo. Esta medida tiene como objetivo aumentar la cantidad y la cobertura de esta prestación, “beneficiando” a más de 700,000 personas, y perjudicando a millones de trabajadores españoles que deberán financiar estas medidas con su propio bolsillo.
“No solo es una política social absolutamente necesaria para quienes más lo necesitan, sino que también continúa con la fórmula exitosa que está impulsando las tasas de crecimiento económico en España“, destacó Íñigo Errejón, quien parece vivir en una realidad paralela, negando el aumento de la pobreza, la indigencia, y de la inflación que estas medidas de izquierda están logrando.
“La gente quiere trabajar menos para vivir mejor, manteniendo los salarios. Esta es la clave de la reforma que vamos a impulsar, asegurando que los salarios se mantengan, al igual que hacemos con el salario mínimo, lo que contribuirá a elevar todos los salarios“, destacó Díaz, quien a su vez afirmó que su intención es tener listo el acuerdo “antes del verano“.
Para la izquierda, resulta muy fácil ser solidarios con el bolsillo ajeno, además de no darse cuenta de la destrucción económica que estas medidas generarán, sobre todo con las pequeñas y medianas empresas, quienes no cuentan con el capital suficiente para sostener esta demagogia populista, y que probablemente terminen cerrando y echando a sus trabajadores.
En la misma línea, esta mañana el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, expresó su posición a favor y especialmente instó a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a aceptar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Álvarez subrayó que este paso es fundamental para luego negociar las condiciones que harán efectiva la reducción del tiempo de trabajo, incluyendo el aumento de las horas extraordinarias.
Por su parte, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha advertido que solicitará revertir cualquier modificación en la jornada laboral si no se llega a un acuerdo al respecto con las empresas y posteriormente hay un cambio de Gobierno.
“No puedo negarle al Gobierno, en este caso a la ministra, la facultad que pueda tener de cambiar las normas si el Parlamento así lo aprueba. Pero tengo la libertad de decir que no considero eso como diálogo social“, señaló Garamendi durante su intervención en el seminario organizado esta semana por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) junto con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
“Si tienen muy claro qué ley quieren hacer, que la hagan, pero no estaremos de acuerdo. Y cuando haya un cambio de Gobierno, pediremos que se modifique“, advirtió el presidente de la patronal, subrayando que “estas decisiones a medio y largo plazo tienen consecuencias“.
Durante su intervención, Garamendi ha caracterizado la relación actual con el Ministerio dirigido por Yolanda Díaz como un “monólogo social“, criticando que el Gobierno les acuse de no saber dialogar si no aceptan la primera propuesta que se les presenta.
En cuanto a la propuesta de reducción de la jornada laboral que promueve Yolanda Díaz, Garamendi ha afirmado que “nunca se ha discutido en un convenio colectivo sobre la semana laboral, siempre se ha tratado en términos anuales, lo que demuestra que estamos frente a un planteamiento ideológico y no pragmático“.
El presidente de la CEOE también ha subrayado que se presta poca atención al comercio minorista cuando se aborda la reforma laboral. “Ya no es solo una cuestión de salario, sino también de la propia organización del trabajo (…). Para estas pequeñas empresas que tienen un promedio de cinco empleados, realmente no creo que esto les vaya a gustar si no está acordado en las mesas de negociación de cada convenio“, añadió.
El representante de las empresas españolas enfatizó la necesidad de reducir la ideología para mejorar el funcionamiento de las cosas. Además, hizo un llamado a la “responsabilidad, tranquilidad, prudencia y moderación“, así como a la estabilidad política, seguridad jurídica y estabilidad regulatoria.