Por Oriana RivasPanampost

La cantante estadounidense Taylor Swift fue elegida como la persona más influyente del año 2023 por la revista “Time”. El nombramiento era casi obvio, considerando que el año pasado su gira impulsó la economía de Estados Unidos por la venta de tickets, así como el turismo que resultó de sus conciertos debido a fanáticos que se trasladaban a otras ciudades para verla y porque reactivó sectores económicos golpeados por la pasada pandemia de coronavirus.

No solo es artista, es un auténtico motor económico y un gigante del marketing. Lo sabe el equipo de campaña del actual presidente Joe Biden —el cual la busca desesperadamente para que pida votar por él en las presidenciales de noviembre— y lo saben en China. Tanto así, que TikTok le concedió a la artista una especie de “permiso especial” para el lanzamiento de su nuevo álbum que emociona a millones de “swifties” de todo el mundo.

En TikTok se está incentivando el uso de etiquetas como #thetorturedpoetsdepartment (por el nombre del nuevo álbum: “The Tortured Poets Department”), se estimula a los usuarios para que creen sus propios videos y participar en desafíos por el lanzamiento del disco de Taylor Swift. Pueden parecer acciones inofensivas, pero tal como apunta Breitbart, la estrategia “potencialmente le dará al Goliat de las redes sociales, y de propiedad china, acceso a millones de cuentas de usuarios globales y a todos los datos personales asociados que las entregan”.

El peligro detrás de esta movida publicitaria es que el régimen chino podría tener una oportunidad de oro para captar nuevo usuarios o guardar más información de los que ya tienen cuentas, incluyendo a los que están ubicados en Estados Unidos.

Conveniente acuerdo comercial 

No es en vano que el Congreso estadounidense avanza en su objetivo de prohibir TikTok, así como lo hizo la Administración a cargo de Donald Trump por señalamientos de espionaje en manos del Partido Comunista Chino (PCCh), decisión que luego anuló Joe Biden. Mientras esto se concreta nuevamente, para obligar a la Bytedance (la empresa matriz) a vender la plataforma en EE. UU., en la compañía aprovechan la fama de Taylor Swift para propagar su uso entre los jóvenes.

Dicho eso, solo falta atar cabos. En febrero pasado TikTok eliminó de su catálogo todas las canciones de artistas de Universal Music Group. El motivo: ambas empresas no pudieron llegar a un acuerdo de licencias que venció el 31 de enero de este año. Ahí estaban Bad Bunny, Harry Styles, Ariana Grande, Sting, The Weeknd, entre otros. Por supuesto, también estaba Taylor Swift. Pero extrañamente, pasados casi tres meses, la cantante aparece (de forma independiente) y con una gran campaña de marketing que sumerge a los fanáticos en su nuevo álbum.

No hay hasta ahora evidencias de que esta acción de marketing tenga por detrás un plan siniestro del comunismo chino. Sin embargo, los precedentes alrededor de la red social, más este privilegiado acuerdo, hacen pensar cómo Pekín pudiera estarlo aprovechando. Después de todo, los anuncios que emite TikTok llegan al 19,3 % de la población mundial según cifras de ByteDance & Kepios, publicadas en enero de este año.

Es acertado llamar a TikTok el “Goliat” de las redes sociales ya que a pesar de tener menos usuarios en todo el mundo que Facebook o Instagram, la red social china tiene 1562 millones de suscritos, según Bytedance. En Estados Unidos, solamente las personas de entre 18 y 24 años representaron el 36,7 % de los usuarios activos.

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