Por Uriel Salamon – El Archivo
La pesca sospechada de ilegal y conductas de desacato de los barcos de China en el Mar Argentino se vienen dando desde hace tiempo. No obstante, la ahora oscilante relación de Argentina con el gigante asiático derivó en un control que hasta hace un tiempo era inusual.
Una larga historia de ” puntos grises” en el Mar Argentino
La Armada Argentina interceptó e hizo inspeccionar un buque chino que navegaba en una zona prohibida del Mar Argentino bajo sospechas de pesca ilegal. Después de varios llamados sin contestar, la embarcación finalmente fue abordada y no se le encontró cargamento irregular, aunque para ello se requirió de una sinuosa persecución. Pese a no haber pruebas de pesca ilegal en el buque, la Armada realizó la inspección después de una seguidilla de actividades sospechosas por parte del pesquero, que incluyeron el apagado del radar y la resistencia a responder a los llamados. No obstante, no es la primera vez que buques de esa nacionalidad incurren en estas irregularidades.
Meses atrás escribimos en ElArchivo revelábamos que entre 2018 y 2021 varios de los navíos que estaban operando fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de la Argentina apagaron sus sistemas de ubicación y estuvieron más de 600 mil horas sin poder ser localizados. Dicho informe destacaba que casi el 66% de los buques “oscuros” eran jiggers de calamar de bandera china (es decir, buques con luces brillantes y anzuelos diseñados para atrapar calamares). En muchos casos, evitar el uso del AIS va de la mano con la pesca ilegal en la ZEE de Argentina. La conexión fue particularmente evidente en abril de 2020, cuando aproximadamente 100 jiggers de calamar, en su mayoría con bandera china, supuestamente fueron capturados pescando ilegalmente dentro de la ZEE de Argentina, cada uno con su AIS apagado. Según los informes, estos buques esperaron justo fuera del límite de la ZEE hasta el anochecer, cuando aparentemente apagaron su AIS, entraron en aguas argentinas y pescaron.
No obstante este episodio revela una cara más de la sinuosa relación que tienen Argentina y China desde la asunción en la presidencia de Javier Milei. Posiblemente en un gobierno con otro tipo de vínculo, este particular evento no se hubiese dado y todo podría haber terminado con una “vista gorda” sobre barcos de China en zonas no permitidas, de hecho, el informe de Oceana así lo reveló.
Una persecución inusual
Si bien no es la primera vez que pasan este tipo de eventos en el Mar Argentino, lo cierto, es que no son usuales. Esta vez, si dio por la importante participación de las FFAA. Del operativo naval y aéreo participaron la corbeta Espora, el patrullero Cordero, un helicóptero Fennec y una aeronave B-200.
Todo se desató cuando tras ser detectado, el barco fue comunicado por radiotelefonía. Desde el buque chino no hubo respuesta por, supuestamente, no entender el idioma. Sin embargo, el mismo incrementó su velocidad, prendió su identificador y adoptó una dirección de salida de la zona de jurisdicción de Argentina. Recién en aguas internacionales, entabló comunicación en un inglés defectuoso. Finalmente logró entrar un equipo de registro integrado por 12 hombres, compuesto por dotación de la Armada y el inspector abocado a la tarea por la Subsecretaria de Pesca. Si bien no detectaron algo ilegal, les llamó la atención la inicial evasiva a los requisitorios de identificación.