Fuente: Ejercito Remanente
La iglesia del museo diocesano de Carpi, en el norte de Italia, acoge una exposición de pinturas pervertidas, informa LaNuovaBq.it.
El escándalo estará expuesto hasta el 2 de junio y se titula «Gratia Plena», una parodia del Ave María.
El responsable es el bergogliano Erio Castellucci, arzobispo de Módena y obispo de Carpi en unión personal. Tras muchas críticas, el arzobispo emitió un comunicado de prensa defendiendo la exposición. Invita a la gente a contemplar los cuadros sin prejuicios y con una «mirada clara». Se publicará un suplemento al catálogo de la exposición con más explicaciones.
El pintor es Andrea Saltini. Le gustan los cuerpos atléticos de hombres jóvenes, pero también el sexo, el crimen y la oscuridad.
¿Qué se expone?
Uno de los cuadros de la exposición muestra un cadáver masculino desnudo tendido en el suelo con heridas en las manos y los pies, supuestamente una representación de «Cristo». Junto a su cabeza aparece la abreviatura INRI. Un caballero vestido de oscuro se inclina sobre él, le agarra la entrepierna y cubre con su cabeza los genitales del hombre desnudo.
Según los comisarios de la exposición, el cuadro no representa la necrofilia homosexual, sino a San Longino, el soldado que «rompe los huesos de Jesús» (sic).
Otro cuadro muestra a un «Jesús» rubio con un ajustado mono verde que es sujetado por figuras desnudas. En la imaginación berberisca del pintor, se trata de la «Ascensión de Cristo».
Un cuadro muestra a una mujer siendo desnudada por hombres en trajes de buzo. El museo explica que se trata de la «Virgen María» sobre la que «los fariseos quieren investigar la concepción virginal». Para subrayar la blasfemia, el cuadro se titula «Gratia Plena» (en latín: Llena de Gracia).
Otro cuadro muestra a una mujer medio vestida y a un hombre harapiento, miserable y desnudo. Están entrelazados y parecen drogadictos. El cuadro se titula «Noli me tangere» (No me toques), por las palabras de Cristo a María Magdalena el día de la resurrección. Sin embargo, los expositores dicen que el cuadro no muestra esta escena, sino el lavatorio de los pies.
El obispo de Carpi (Italia), Erio Castellucci, defiende las pinturas que ordenó colocar en la iglesia contigua al museo diocesano.
Castellucci hizo publicar una declaración en DiocesiCarpi.it en la que admite el «riesgo» de que la exposición «moleste a alguno».
Castellucci califica de «prejuicios» la conclusión legítima de que los cuadros representan imágenes blasfemas o profanadoras.
Al lector le toca catalogar la naturaleza de estos cuadros.
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