El presidente de la República Argentina, Javier Milei, abrió la noche del viernes 1 de marzo las sesiones ordinarias del año 2024 en el Congreso de la Nación, dando un discurso de una hora de duración, en donde no solo habló de la herencia recibida, sino que marcó una clara hoja de ruta para el futuro.
Nombró a Dios en numerosas oportunidades y pidió que lo guíe, a la vez que se sinceró y expresó que está dispuesto a pagar cualquier costo político, porque no le interesa la popularidad, no le interesa perpetuarse en el poder, sino que solo quiere sacar el país adelante.
En el primer fragmento de su discurso, le dedicó un momento especial a la mayoría silenciosa que levantó la voz y lo votó para defender las ideas de la libertad. Habló de la gente trabajadora y cosechó numerosos aplausos.
Paquete de leyes anti-casta
En otro tramo del discurso, el presidente anunció el envío al Congreso de un «paquete de leyes anti casta» que, entre otras cuestiones, contempla la eliminación de jubilaciones de privilegio para presidentes y vicepresidentes.
Del mismo modo, dijo que obligarán a los sindicatos «a elegir autoridades de forma periódica supervisados por la justicia electoral, con una sola reelección posible, y los convenios colectivos específicos primarán sobre convenios colectivos del sector».
Ante el aplauso de los presentes, excepto de un grupo minoritario de opositores, Milei también anunció que los condenados en segunda instancia por delitos de corrupción no podrán aspirar a cargos estatales.
También anunció que se descontará los días de los empleados públicos que hagan paro y que se eliminará definitivamente el financiamiento público de los partidos políticos.
Pacto de Mayo
El presidente convocó a gobernadores, expresidentes y líderes de partidos políticos a «que depongamos intereses» y los llamó a que el próximo 25 de mayo en Córdoba se firme «un nuevo contrato social».
El objetivo es «dejar atrás las antinomias del fracaso y abrazar ideas de la libertad», con las diez políticas de Estado que el país necesita», anunció al hablar ante la Asamblea Legislativa que dejará inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.
- La inviolabilidad de la propiedad privada
- El equilibrio fiscal innegociable
- La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno
- Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio
- La discusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual
- Un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país
- Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal
- Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un sistema privado de jubilación
- Una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados
- La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global
Sobre el final, pidió a todos los argentinos que tengan paciencia y confianza.
«Dios bendiga a todos los argentinos y nos otorgue la sabiduría y la fortaleza necesarias para superar los desafíos que enfrentamos como sociedad, y construir un futuro próspero para nuestra Nación. Que las Fuerzas del Cielo nos acompañen», remató.