Por Gabriela Moreno – Panampost
En Chile, son pocas las voces o teorías que atribuyen los devastadores incendios forestales a un posible calentamiento global. Nadie cree que las llamas que arrasan con las regiones de Valparaíso y Atacama surgieran sin la participación de terceros. La mayoría coincide en una intencionalidad detrás. Entre las hipótesis, se apunta a la intervención de una acción criminal organizada o a la mayor operación de pirómanos que se conozca en el país.
No hay otra explicación ante el hallazgo de bidones y acelerantes en los sitios donde comenzó el fuego que tiene al país en duelo. Imágenes captadas por drones recogen evidencias. Nadie sabe aún si es por maldad, fines de lucro o placer. Por su parte, las autoridades mantienen el estado de catástrofe en las provincias de Marga Marga y Valparaíso, mientras que el toque de queda rige para las comunas de Limache, Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar, por el riesgo de nuevos focos de incendio.
La indignación frente a la acción de posibles pirómanos en Chile es grande, principalmente por causar daños peores que un terremoto. Hay comunidades en completas cenizas. Las llamas arrasaron con todo a su paso: siembras, casas, empresas, animales, lugares patrimoniales. El número total de víctimas aún no se conoce, pero es una tragedia que colapsa al Servicio Médico legal. Hasta el moento han arribado 112 cuerpos carbonizados.
Una patología con tendencia
Las justificaciones de los presuntos pirómanos para explicar la manipulación de fuego en zonas boscosas de Chile son absurdas. Por ejemplo, el año pasado, un detenido en la Reserva Natural Tipaume respondió que “estaba experimentando una transición espiritual”, después de provocar un incendio en Rengo usando un simple papel.
Su detención elevó a aproximadamente 50 la cantidad de personas arrestadas por su presunta participación en los incendios forestales, los cuales golpearon la zona centro-sur del país en 2023. Del total 16 % eran mujeres y 84 % eran hombres. De ellos, el 98 % adultos, es decir, saben lo que hacen. Para el gobernador de la región de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, “evidentemente hay intencionalidad” en los siniestros de 2024.
Lo más probable es que tenga razón, especialmente porque el Ministerio del Interior, a través de las delegaciones presidenciales, ha presentado 43 querellas relacionadas con delitos de incendio, manejo irresponsable del fuego y porte de elementos para provocarlo, todo ello en el último año.
De los 42 imputados por los procedimientos, La Tercera revela que sólo hay 13 condenados, otros 12 accedieron a la suspensión condicional del procedimiento, dos están con arresto domiciliario, uno está sobreseído definitivamente y hay cuatro causas terminadas por la decisión de no perseverar.
La piromanía en Chile es una patología con amplios registros. Los casos vinculados a ella van desde el arrendatario que quemó la casa donde residía, luego de la discusión por una olla con el propietario del inmueble en Talcahuano, en la región del Bío Bío, hasta femicidios frustrados por el uso de fuego.
Justicia absurda
Sin embargo, la justicia en la nación austral es flexible para procesar a sospechosos de ser pirómanos, Así lo señala, en su cuenta de X, el analista político Pedro David Hernández. Desde la red social, asegura que medidas cautelares como la firma mensual, el arraigo nacional y la prohibición de acercarse al lugar resultan improcedentes. “¿En qué tipo de mente un pirómano no es un peligro para la seguridad de la sociedad? La prisión preventiva es la cautelar más lógica. ¿Qué le está pasando a los jueces de Garantía? ¿Hasta cuándo nos arruinan como país?”, señaló.
Sobre la Fiscalía recae la dura crítica por declinar la formalización de los dos detenidos como sospechosos de ser un par de pirómanos, al iniciar el fuego que consumió el Jardín Botánico de Viña del Mar que dejó cuatro muertos. “No hay antecedentes suficientes que los vinculen con el siniestro”. El ente los procesó bajo el artículo 26 del Código Procesal Penal que, si bien otorga la libertad, mantiene la obligación de comparecer ante la justicia si son citados.
El gobierno del presidente Gabriel Boric incentiva la indulgencia en el ámbito judicial, luego de indultar a Brandon Rojas, conocido como “El Pirómano” de la “K-Pop Primera Línea”, quien operó durante el estallido social. La oposición aún acusa al mandatario de “ausencia de ponderación y razonabilidad” en la entrega del beneficio a alguien que, al iniciar un incendio que se tipificó como acción criminal intencional, estaba sujeto a una pena de cinco a 20 años.
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