Fuente: Mundo Libre Diario con información de Reuters
Los votantes taiwaneses eligieron mayoritariamente al candidato presidencial del gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), Lai Ching-te, en un rechazo explícito a las advertencias de China de que no votaran por él en unas elecciones que Beijing planteó como una elección entre la guerra y la paz.
El PDP del actual vicepresidente Lai, que defiende la identidad separada de Taiwán y rechaza las reivindicaciones territoriales de China, aspiraba a un tercer mandato, algo sin precedentes en el actual sistema electoral taiwanés.
Lai se enfrentaba a dos rivales por la presidencia: Hou Yu-ih, del Kuomintang (KMT), el mayor partido de la oposición de Taiwán, y Ko Wen-je, ex alcalde de Taipei, del pequeño Partido Popular de Taiwán, fundado en 2019. Ambos reconocieron su derrota.
Lai tenía previsto hablar con los periodistas a las 20:30 horas (1230 GMT) en Taipéi.
En el período previo a las elecciones, China denunció a Lai como un peligroso separatista, diciendo que cualquier movimiento hacia la independencia formal de Taiwán significaba la guerra, y rechazó los llamamientos de Lai a las conversaciones.
Lai afirma que se compromete a preservar la paz y el statu quo en el estrecho de Taiwán y a reforzar las defensas de la isla.
El Partido Comunista chino (PCCh) no reconoce ni a la República de China ni a un Taiwán independiente, y afirma que la isla es parte del territorio soberano de la China comunista.
Unos 19 millones de los 23 millones de habitantes de Taiwán eran elegibles para votar en las elecciones de este año, en las que también hubo muchas carreras reñidas por docenas de escaños en el Yuan Legislativo de la República de China, el parlamento nacional.