Por José Gregorio Martínez . Panampost
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró esta semana “conflicto armado interno” contra las bandas criminales vinculadas con el narcotráfico que han sembrado el terror en el país. Se trata de un ataque contra la democracia y la institucionalidad que ya no se esconde tras la fachada de un “estallido social” o “paro nacional” como ocurrió en Chile y Colombia para facilitar el arribo del llamado socialismo del siglo 21 al poder. Si bien el mandatario ecuatoriano reconoce que en su país hay una guerra y parece estar tomando las medidas adecuadas para enfrentarla, el origen está lejos de obedecer a un conflicto interno.
La guerra híbrida –que incluye fuerza convencional y medios irregulares– es el método empleado por los socialistas –representados por el correísmo en Ecuador– para la implantación de un narcoestado, como ha ocurrido en países como Venezuela y Bolivia. De esta manera define Carlos Sánchez Berazain, director del Interamerican Institute for Democracy, lo que ocurre en la nación que gobernó Rafael Correa y no ha logrado volver a controlar con los cuadros de su partido que permanecen en el país. El también abogado y politólogo asegura en entrevista con PanAm Post que el correísmo “está utilizando, en el marco de lo que es la guerra híbrida, al crimen común para atacar la democracia, la paz y la seguridad de Ecuador”.
Si bien Noboa ha reconocido la magnitud del conflicto, identificar al enemigo resulta crucial para poder derrotarlo. “Lo que pasó en Chile y Colombia, con Piñera y Duque, es que ellos no identificaron al enemigo”, explica Sánchez Berzain, quien agrega que en ese aspecto el presidente Noboa va por buen camino. “No ha dicho que es un tema trasnacional pero identifica el fenómeno de la guerra”.
Dictaduras y paradictaduras
En este sentido, sostiene que “Ecuador está bajo un ataque trasnacional dirigido por las dictaduras de Cuba y Venezuela, que tiene hoy día como plataforma principal a Colombia con Petro, que es un gobierno paradictatorial al servicio de las dictaduras”. En esta lista de gobiernos “paradictadoriales”, además de Colombia incluye también a México, Chile y Brasil, ya que si bien sus gobernantes llegaron al poder por la vía democrática, ayudan a sostener las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y suma además a Bolivia.
Carlos Sánchez Berzain explica que la insurgencia, el terrorismo, la migración, el crimen común, el narcotráfico y la cibernética forman parte de la guerra híbrida. “Este es un ataque trasnacional contra Ecuador a través de un mecanismo de guerra híbrida. No es un problema de lucha armada. Es un problema político de dictadura contra democracia”.
Puede ver la entrevista completa en el video: