Por Oriana Rivas – Panampost.com

El régimen comunista chino avanza por todos los frentes en su objetivo de tomar el control de Taiwán, sobre todo teniendo en cuenta las próximas elecciones presidenciales en la isla. Esos comicios van a determinar si el próximo gobierno adoptará una mayor postura pro Occidente gracias al apoyo de Estados Unidos, o por el contrario, quien resulte electo rendirá pleitesías a Pekín.

Por lo pronto, el favorito en las encuestas es William Lai, el candidato oficialista por el Partido Democrático Progresista (PDP) junto a su compañera de fórmula, Bi-khim Hsiao, la embajadora de Taiwán en Estados Unidos. Sin embargo, en el Partido Comunista chino los tildan de “separatistas” por no servir a las órdenes de Xi Jinping. Quizás, viendo la popularidad de esa fórmula, el gigante asiático se está asegurando de aplicar nuevas estrategias que le permitan seguir influyendo sobre la que llaman “provincia rebelde”.

Es decir, China tiene años hablando de una invasión bélica que podría mover la balanza geopolítica como hoy se le conoce y por la cual EE. UU. garantiza su presencia en Asia, gracias a su apoyo hacia Taipéi, aunque también hay otro frente que está abordando Pekín: las relaciones comerciales. En sí, se trata de convertir a la provincia costera de Fujian en una “zona modelo” de desarrollo integrado con Taiwán para transacciones económicas. No es más que otra estrategia para lograr su objetivos de “reunificarse” con la isla.

¿De qué trata esta “zona modelo” con Taiwán?

Esta estrategia —o invasión disfrazada de plan económico— plantea que empresas taiwanesas en Fujian coticen en las bolsas de valores chinas. Además, establece que los los sectores de maquinaria, pesca, automotriz y textil puedan gozar de una mayor suspensión de aranceles. Por otro lado, abrirá las puertas a ciudadanos de la isla que buscan residencia en China continental, así como la creación de un entorno más “relajado” para los viajes a ambos territorios.

Si bien esta “zona modelo” fue anunciada en septiembre de 2023, no fue sino hasta este 9 de enero que el régimen chino amplió detalles. Son 14 medidas en cinco sectores para que Fujian “aproveche mejor su relación única con Taiwán” e impulse su papel como “zona de demostración” para la integración a través del Estrecho, indicó un reporte de SCMP.

Por supuesto, China busca teñir sus acciones de benevolencia justo antes de las elecciones del 13 de enero en Taiwán. Prueba de eso es que el ministro de Exteriores, Wang Yi, dijo que seguirán “explorando la fórmula adecuada” para “llevarse bien” con EE. UU. Sin embargo, en paralelo Taipéi sigue denunciando la incursión de globos —presuntamente para espionaje— cerca de las costas. Lo más reciente, es que a los celulares de los ciudadanos taiwaneses se envió una alerta por el lanzamiento de un nuevo satélite chino con tecnología de detección de rayos X.

La “ilusión” china para ganarse a los taiwaneses

El gobierno de Taiwán también rechaza la creación de esta “zona modelo” que no solo busca ganar influencia sobre empresas de la isla, sino además “ganarse los corazones y las mentes de los taiwaneses para apoyar al Partido Comunista”, como apuntó un reporte de Reuters.

También lo tildan de “ilusiones” diseñadas, para beneficiarse y de un plan “unilateral”, para ganarse al pueblo taiwanés, aunque advierten “que no funcionará”. Tomando esta acotación, es válido recordar la situación de la economía china, la cual no está complaciendo a Xi Jinping. La crisis de su mercado inmobiliario fue el punto de partida que decantó en otros problemas.

Queda claro que de este plan chino habría un solo beneficiado. Aún así, todavía falta conocer el resultado de las elecciones, cuyo ganador abrirá otro capítulo para las relaciones diplomática dentro de Asia y cómo las proyectarán hacia Occidente.

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