Fuente: La Derecha Diario

El Gobierno del presidente Javier Milei adoptó una serie de medidas con carácter de emergencia económica, con el objetivo de gestionar la crisis que dejó el kirchnerismo y evitar a toda costa el estallido de la tercera hiperinflación de la historia argentina

El Gobierno anterior dejó montada una tasa de inflación del 1% por día, con lo cual la tasa anualizada alcanzó un nivel del 3.678% medida de esta forma. Otros relevamientos, como el que elabora la consultora Ecolatina, advierte por una tasa de inflación del 18% para la primera quincena de diciembre, denotando una variación anualizada del 7.550% desde esta perspectiva alternativa.

En cualquier caso, la masiva distorsión de precios relativos y la brutal dinámica heredada del Gobierno anterior conducían al país al camino de la hiperinflación. El Ministerio de Economía y el Banco Central anunciaron un paquete de medidas para atacar al mismo tiempo todos los desequilibrios que sufre el país.

Las medidas del ministro Luis Caputo

El ministerio de Economía lanzó un paquete de ajuste ortodoxo para poner en caja a las finanzas públicas, y llegar al déficit financiero cero en diciembre de 2024 (y de ser posible un ligero superávit).

Desde el punto de vista de las erogaciones, se anunció un recorte fiscal equivalente al 3,2% del PBI a partir de las siguientes disposiciones:

  • Reducción al mínimo sobre las transferencias discrecionales a Provincias (0,5% del PBI)
  • Recorte sobre subsidios económicos a partir del 1° de enero de 2024 (0,7% del PBI)
  • Reducción de gastos de capital (0,7% del PBI)
  • Congelamiento de programas sociales con intermediarios (0,4% del PBI)
  • Reducción burocrática de unidades administrativas y personal (0,5% del PBI)
  • Gasto inercial sobre jubilaciones y pensiones (0,4% del PBI)

El programa de Caputo podría arrojar un ajuste incluso superior, ya que el Gobierno aún no anunció formalmente su programa de privatizaciones. Paralelamente se resolvió un aumento de las partidas sociales en las cuales no participan los intermediarios. Se decretó un aumento del 100% sobre las AUH, mientras que el monto de la Tarjeta Alimentaria se incrementó en un 50%. Todo esto tuvo un impacto del 0,3% del PBI, incluyendo a la totalidad de los planes sociales alcanzados.

El objetivo de este programa de consolidación fiscal es eliminar completamente la dominancia sobre la política monetaria, por lo que la emisión de pesos para financiar al fisco fue inmediatamente interrumpida.

Las medidas del Banco Central

Desde el punto de vista del BCRA, la administración de Santiago Bausili tiene por objetivo atacar las tres principales herencias negativas que dejan los cuatro años de kirchnerismo: la posición neta de reservas negativa, los pasivos remunerados, y la deuda comercial acumulada con los importadores.

Para poder lidiar con la pesada herencia kirchnerista, la autoridad monetaria anunció las siguientes medidas en su primera semana de gestión:

  • Devaluación del tipo de cambio oficial hasta los $838 sobre el segmento minorista y $800 sobre el mayorista, implementando un régimen de ajuste por crawling-peg con una tasa del 2% mensual
  • Disminución de la tasa de Pases del 126% TNA al 100% TNA, mientras que la tasa de las Leliq se mantuvo en el 133%
  • Congelamiento sobre la emisión de nuevas Leliq, buscando dar un incentivos para la migración de fondos a los títulos que emite el Tesoro nacional (la escalera de tasas)
  • Evaluación de nuevas líneas de financiamiento externo para el Banco Central, con el fin de reforzar reservas y evitar cualquier tipo de incumplimiento con el FMI
  • Lanzamiento del Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL), para comenzar a disminuir la deuda comercial y desregular el ingreso de las importaciones al país. Se abona una tasa de interés anual en dólares del 5% para un período de 4 años

Estas medidas permiten comenzar a sanear la institución monetaria, que fue heredada en un estado deplorable. Tras el fuerte ajuste fiscal del ministro Caputo, el Banco Central logró eliminar automáticamente dos de las principales fuentes de creación de pesos: la asistencia al Tesoro por Adelantos Transitorios y utilidades, y el rescate de títulos públicos. El nuevo Gobierno no emitirá un solo peso más para estos fines.

Todavía resta la emisión de pesos para comprar y acumular divisas (se acumularon casi US$ 800 millones en tres días), y la emisión endógena por el control de las tasas de interés. En este sentido, los bonos BOPREAL ofrecen una ventaja adicional ya que absorben pesos, y a cambio otorgan una promesa de pago en dólares hasta 2027.

Por otra parte, la “escalera de tasas” y la migración de los fondos de los bancos de Leliq y Pases hacia los títulos del Tesoro también genera beneficios, ya que el Tesoro usará estos pesos para cancelar Adelantos Transitorios con el Banco Central.

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