Traducido de Slay News por TierraPura.org
El Foro Económico Mundial (FEM) ha anunciado que unirá fuerzas con las Naciones Unidas (ONU) en un esfuerzo por tomar el control de la libertad de expresión en línea.
Las dos organizaciones globalistas no electas están tomando medidas para posicionarse como reguladores del discurso en línea.
El FEM y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) han desarrollado un “Juego de herramientas de seguridad digital” que están presionando a los gobiernos de las naciones soberanas para que lo adopten.
La UNESCO y el FEM insisten en que su “caja de herramientas” fue desarrollada para abordar el “discurso de odio” y el ciberacoso”.
Sin embargo, el conjunto de herramientas apunta específicamente a los pensamientos erróneos en línea, también conocidos como “información errónea” y “desinformación”, para la censura.
El WEF está utilizando su influencia para dictar a los gobiernos que el “juego de herramientas” es esencial para regular el llamado “Internet de la confianza”.
El WEF está presionando a los líderes mundiales para que adopten las nuevas regulaciones, que la organización con sede en Suiza de Klaus Schwab confía en que se puedan aplicar a todas las personas en el mundo que utilizan Internet.
La UNESCO y el WEF insisten en que sus regulaciones garantizarán que su versión vigilada de Internet sea la única forma “confiable” de informar y “protegerse de la desinformación”.
“Si ya no podemos distinguir la ficción de la realidad, la falsedad de la verdad, los cimientos de nuestras sociedades se desmoronan”, afirma la UNESCO, citada por el WEF.
“La democracia, el diálogo y el debate –todos ellos esenciales para abordar los grandes desafíos contemporáneos– se vuelven imposibles”.
El FEM concluye:
“Las plataformas digitales necesitan mecanismos de denuncia para registrar violaciones de políticas, pero dada la naturaleza global de sus operaciones, también deben garantizar que estos mecanismos tengan en cuenta las sensibilidades culturales locales en la forma en que se manejan las quejas”.
El FEM y la ONU llevan algún tiempo presionando para tomar el control del flujo de información en línea.
Como informó anteriormente Slay News , la última reunión anual del WEF en Davos, Suiza, a principios de este año, hizo de los esfuerzos para aumentar la censura global su principal foco del evento.
Fundado por el economista alemán Klaus Schwab, el FEM es una organización política fanática que se hace pasar por una entidad neutral.
La organización tiene objetivos políticos específicos que implican centralizar el poder en manos de élites globales cuidadosamente seleccionadas como el único medio para salvar al planeta de una supuesta “emergencia climática “ .
Schwab y sus aliados en el FEM dictan su propia agenda a los líderes de naciones soberanas.
Como ha informado Slay News , Schwab se jacta abiertamente de que tiene varios líderes mundiales en sus bolsillos y de que ha instalado agentes del FEM en los niveles superiores de poderosas administraciones gubernamentales.
En 2017, Schwab se jactó de que el FEM ha “penetrado” en “gabinetes” globales y controla a los líderes de varias naciones soberanas, incluidas Alemania, Rusia, Canadá, Argentina y Francia.
Mientras tanto, otra agencia de la ONU, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha estado trabajando en su llamado “ Tratado sobre Pandemia ”.
Todos los países miembros de la ONU, incluido Estados Unidos, se están preparando para firmar el tratado y entregar nuevos poderes a la OMS y la ONU.
El tratado otorgará a la OMS nuevos e inquietantes poderes que anularían las leyes de las naciones soberanas.
En caso de una “emergencia climática” o una pandemia, la OMS podría imponer cierres, mandatos de vacunas, prohibiciones de viaje u otras restricciones a las libertades.
El tratado también permite a la OMS censurar a los miembros del público que cuestionen la narrativa de la organización, anulando la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Joe Biden no sólo está ansioso por firmar a Estados Unidos en el tratado, sino que fue el presidente demócrata quien instó a la OMS a avanzar en el plan desde el principio.
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